martes, 29 de mayo de 2012

Capitulo 60: Quien mas te da mas te quita

Reaccioné y empecé a andar camino a la planta donde se encontraba Rubén, Pablo y los padres de Rubén. Quería saber que estaba pasando. Al llegar allí, Pablo estaba fuera de la habitación con la cabeza cabizbaja. A los padres de Rubén los vi hablar con uno de los médicos que vi el día anterior. Observé como su madre estaba bastante altera, hundida en un mar de lágrimas, mientras el padre de Rubén le abrazaba.
Me acerqué a Pablo, él no se percato de mi hasta que no me tubo delante ya que estaba mirando hacía el suelo. Llegué delante de él, coloqué mi mano en su barbilla y con dulzura moví su cabeza hasta que nuestros ojos se volvieran a encontrar. Unos delante de los otros. Sus ojos escondían desesperación, tristeza... Los míos no sabían descifrar aquella situación del todo. Lo observaban todo pero no querían reconocer lo que pasaba. No sabía que decirle a Pablo, él aún no había pronunciado palabra. Cuando estaba a punto de preguntarle por Rubén, los padres de él aparecieron por detrás mio. Habían dejado de hablar con el médico y ahora se encontraban allí a mi lado.

- Ruben no está bien cariño... -Me dijo su madre.
- No se que imaginar que ha pasado... Pero que está sucediendo? -Le dije.
- Nos han comunicado que.... le han encontrado un coagulo de sangre en el cerebro. Si no se opera se muere y en la operación tiene 50% de probabilidades de morir tanto como de sobrevivir.
- ¿Como?
- Podían haberlo encontrado antes pero NO, no lo han echo! Y ahora tiene que pasar por ahí. -Pablo estaba mas cabreado que nunca.
- Si esto hubiera sido diagnosticado antes... No estaría en esta situación. Ahora se le ha expandido, por eso no despertado. -Continuó su madre.
- Incompetentes eso es lo que son!!! No puede ser!! -Dije.

Después de aquellas palabras Pablo me abrazó. Se produjo un silencio un tanto tenso.

- Y ahora donde está Rubén? -Les dije.
- Aún esta en la habitación. -Me contestó su padre.
- Que? y que hacen que no le operan?
- Esperan a que nosotros demos la orden de operación! -Contestó su madre.
- Pero... Piensan dejarle morir? No puedo creerlo!! Cada minuto que pasa es vital para él! -Me alteré ante esa situación y solté a Pablo. Empecé a caminar de un lado a otro.
- Y tanto que no queremos dejarle morir, es nuestro hijo, entiendes? Pero que debemos hacer? Claro que queremos que le operen? Pero y si le perdemos en ese quirofano?
- Y que van a hacer? Esperar a que muera en esa habitación? -Contestó Pablo. Noté como se acercó a mi y deslizó sus manos por mi cintura hasta abrazarme.
- Que debemos hacer? Esa es la pregunta que nos hacemos! -Dijeron- Sabes lo que se siente dormir cada noche pensando que quizás cuando vuelvas a abrir los ojos ante la vida, que ella misma te habrá arrebatado lo que mas quieres? O que simplemente le ha robado minutos de su vida? Es duro. Quien mas te da mas te quita, es injusto.. pero cierto. -Me dijo su madre.
- Creéis que poneros así, os lo digo por las dos partes, hará mejorar a Rubén? No creéis que debemos estar juntos en esto? -Contestó Pablo.

Pablo tenía razón no podíamos estar peleando mientras la vida de Rubén corría peligro y cada minuto que pasaba era peor para él. Adrian de repente apareció.
Hablamos entre nosotros y decidimos llamar al médico para decirle: "Operarle". Teníamos 50 y 50 % de posibilidades de las dos partes, morir o vivir. Íbamos a gastar esa esperanza última que quedaba. No podíamos dejar de luchar por Rubén, él no lo había echo todavía, algo me decía que él ahí seguía, al pie del cañón. No podíamos abandonarle nosotros a él ahora, en la recta final.

- Están seguros? -Nos preguntó el médico.
- Debemos hacer algo, dejándolo ahí en esa cama no vamos a conseguir nada. -Contesté.

El médico se fue y se dirigió hacía otros compañeros suyos. Hablaron entre ellos, supuse que les estaría contando lo que habíamos decido hacer y que prepararan el quirofano. Ellos desaparecieron hacía uno de los quirofanos y él y otro mas se dirigieron a la habitación de Rubén. Sacaron la cama de Rubén y la llevaron a través de aquel largo pasillo hasta traspasar una de las puertas que llevaban al quirofano. Por fin estaba allí dentro, debatiendo entre la vida y la muerte, pero allí estaba. A nosotros nos quedaban bastantes horas de espera antes de saber nada sobre él. Nos lo había advertido el médico antes de entrar.
Así que Pablo y yo bajamos solos a comer en el restaurante del hospital que tanto odiaba.. pero no había mas remedio que comer aquello.
Pasaban las horas y no teníamos ni una sola noticia de la operación de Rubén. Hora tras hora... y yo no paraba de dar vueltas por el pasillo, de morderme las uñas... estaba histérica. Pablo intentaba tranquilizarme pero él también lo estaba.
Pasadas unas 11 de espera... salió uno de los cirujanos de la sala de quirofano...

domingo, 27 de mayo de 2012

Capitulo 59: No hay mas

Me incorporé. Algo me dijo que iba mal. Miré mi reloj pero tan solo eran las 5 de la madrugada. Pasó por mi cabeza llamar a Pablo para ver si había pasado algo, pero estarían durmiendo los dos tranquilamente y si hubiera pasado algo él me habría llamado rápidamente. Tan solo sería una tontería, nada mas, un simple sueño.
Volví a estirarme en la cama con alguna que otra duda y en mi mente solo cabía la palabra "preocupación". En unas horas me levantaría y vería con mis propios ojos que Rubén estaba "bien" o que al menos no había empeorado. Cerré los ojos y como dije, en unas horas volví a abrirlos pero esta vez era mas tarde. Eran las 9.00, me levanté por fin de la cama. Miré mi móvil y tenía algunas llamadas de Pablo. Mi corazón se aceleró en aquel momento. Vi que también tenía un whatssap de él diciéndome:

"Amor, tranquila, pero... tienes que venir YA al hospital" 


¿Tranquila? ¿Había pasado algo? Rubén...
Dejé mi móvil encima del escritorio, corrí hacía el lavabo, me di una ducha rapidísima, me vestí y salí corriendo de mi casa sin decir nada mas. Era pronto aún así que nadie se había despertado.
Con las prisas olvidé en casa mi bolso, en el bolsillo tan solo llevaba la tarjeta de autobús y el móvil. "Mierda!" -pensé. Iba a coger un taxi para llegar mas rápido. Pero lo dejé, no volví hacía a casa. El autobús llegó a pocos minutos de yo estar esperando, "¡menos mal!".
Tenía que llegar lo mas rápido posible! ¿Que pasaría? Llamo a Pablo? SI! Le llamo!

"Pablo! Que pasa?"
"Amor! Donde estás?"
"Estoy llegando. Pero te estoy preguntando... que es lo que pasa?"
"Nada.. nada! Cuando llegues aquí mejor hablamos"
"No me mientas Pablo! Ya valee! Dime lo que está pasando!" -Chillé demasiado y medio autobús me estaba mirando.
"Tranquila cariño.. algo ha pasado, Rubén no vuelve a estar bien... Pero en serio mejor cuando llegues, no quiero que te alteres mas"

Después de aquellas palabras no hablé más, descolgué el móvil.. aun que antes de hacerlo oí a Pablo llamarme. Otra vez? No podía mas contra todo esto... Lo de Rubén me iba a matar a mi.
Me coloqué los cascos y al darle al play empezó a sonar...

"No hay mas mendigo ni mas que pagar que el echarte de menos sin mas que contar. No hay mas miedo sincero que no respirar. No hay mas vida ni tiempo, ni mas que pensar. No hay mas, no hay mas, no hay mas... No hay mas imposibles que no verte, mas mal sueños que perderte. No hay silencios que callen por ti. No hay mas ilusiones que tenerte, mas riquezas que quererte. No hay un pobre mas pobre sin ti. No hay mas problemas ni ganas de andar, no hay distancia mas grande que donde tu estas. No hay palabras, risas, cuentos. No hay destinos ni momentos de caricias, no hay desprecios. No hay canciones ni recuerdos. No hay mas, no hay mas.. principios ni fe ni final." 


No era lo que necesitaba ahora mismo, era evidente que no estaba como para escuchar esas palabras... precisamente esa canción así que apagué el ipod y me sequé las lagrimas. Miré hacía la ventana.. "Ya queda poco para llegar" -Pensé.
Me temía lo peor al llegar allí, ante las palabras de Pablo no podía pensar en algo bueno.
Pasaron 10 minutos y al fin me encontraba delante de la puerta del hospital. Miré hacía arriba, me quedé mirando al cielo... Bajé la cabeza y encontré delante de mi a Adrian. Estaba llorando.

- Adrian! -Corrí hacía él a abrazarle.
- Jenny... -Se deshizo de mi abrazo con delicadeza y me miró a los ojos. Le noté que no podía hablar. ¿Que estaba pasando? Me eché a llorar aunque todavía no supiera que pasaba.
- Adrian! Que pasa? Cuéntame!
- Debes subir, yo me voy. Me voy de este infierno, no lo soporto -Después de esas palabras comenzó a caminar sin mirar atrás, se fue.Y allí me quedé yo, sola, mirando como se alejaba Adrian.


...


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Queridos lectores (jajaja) seguro que me matáis por dejar así el capitulo pero un poquito de intriga no? :)
No os había dedicado aún unas palabras... Tan solo GRACIAS a todas las personas que me leen! y que me pedís día a día nuevo capitulo ! GRACIAS MIL GRACIAS!

jueves, 24 de mayo de 2012

Capitulo 58: Tengo un presentimiento..

Todos estábamos emocionados ante tal canción. Ni si quiera sabía como me había salido la voz para cantar. Era él, era su fuerza la que a mi me hacía sentirme fuerte. Sentía que esto poco a poco se iba a acabar, que nuestro sufrimiento no sería eterno, pero mi mente me contradecía a momentos.
Después de aquello los padres de Rubén salieron de la habitación y tras ellos, Adrian. Pablo, colocó la guitarra, con mucho cuidado, en el suelo. No había nada mas que decir. En aquel momento las palabras sobraban. Sabíamos lo que estábamos deseando que pasara. Todo era evidente.
Yo, seguía cogida de la mano de Rubén. Me proporcionaba energía y yo intentaba transmitírsela a él también.
Pablo se acercó a mi lado mirando a Rubén y la vez enredándome entres sus brazos. Dejé cuidadosamente la mano de Rubén y me giré ante Pablo. Posé mis manos sobre sus mejillas guiando su cabeza hasta chocar mis labios contra los suyos. Ante aquel beso no pude evitar llorar, y Pablo sin decir nada abrazó mi cuerpo dulcemente.

- Pablo... -Dije entre lagrimas.
- Dime princesa -Me acarició la mejilla.
- Tu crees que Rubén saldrá de esta? -Bajé la cabeza tras esas palabras.
- No es que lo crea... Es que va a salir de esta! -Me levantó la cara para que nuestros ojos se miraran- Princesa, saldrá. ¡Te lo aseguro!
- Te quiero! Gracias por haber venido, me hacías falta! -le abracé.
- Era necesario verte y estar contigo en estos duros momentos. Además esto... a mi.. también me afecta. Rubén es un gran persona.
- Entonces.. eso que dijo Sandra... -Me cayó con un tierno beso- Eso que significa?
- Que me da igual! Que es alguien que nos quiere arruinar la vida. No sabemos de la boca de Rubén si eso es cierto, y si lo es tampoco creo que pase nada. Rubén sé que no sería capaz de hacer nada.
- Tienes razón. Pero da igual, no hablemos de ello ahora...
- Eso es! -miró su reloj- Sabes que es tarde princesa? y si vamos a cenar?
- Tienes razón! Se me ha pasado el tiempo... Vamos!
- Invito yo! jajajaja -sonrió.
- Tu sonrisa, como adoro tu sonrisa. -Pablo no dijo nada, tan solo volvió a sonreír.

La verdad que precisamente no nos movimos mucho de el lado del hospital. Cenamos en el restaurante del mismo. Si! Esa comida recalentada sabe dios cuantas veces, sí... ahí! Pero la verdad es que no teníamos ganas de desplazarnos hacía otro restaurante. Aun que Pablo no dejó de insistir. "Pablo que aquí está bien, de verdad, que no pasa nada!" -le dije.  
Así después de cenar podíamos pasar por la habitación a despedir a todos.
Terminamos de cenar bastante rápido y subimos hacía la habitación otra vez.

- Ya marcháis? -Me dijo el padre de Ruben.
- Si... por hoy si! -contesté.
- Necesita que nos quedemos? -interrumpió Pablo- Yo me puedo quedar. Pueden descansar ustedes.
- No, tranquilo. Estamos bien!
- De verdad? Por mi no pasa nada.
- Además tu no tienes concierto pasado mañana? No puedes dormir mal.
- Quizás duerma mejor aquí que la mayoría de las veces en algún que otro hotel. No me vendrá de una noche mas.
- De verdad que no Pablo, estamos bien.
- Insisto! Necesitan descansar y airearse de todo este ambiente, les vendrá bien!

Pablo insistio tanto que alfinal los convenció y decidieron irse.

- Cariño ves con ellos. Que te dejan en casa, ya me quedo yo.
- Como? Ni hablar! Yo me quedo contigo.
- No! Princesa debes descansar tu también, has pasado días enteros aquí.
- De verdad! Estoy bien! Quiero quedarme aquí contigo.
- No amor! Ves! De verdad.
- Esta bien.. me rindo. -La verdad es que me molesté un poco, yo quería quedarme con ellos dos pero Pablo insistía demasiado.

Me despedí de Pablo con la última esperanza de que me dijera "Quédate" pero no lo hizo. Supongo que quería que descansara. Aun que yo lo único que necesitaba en aquel momento era estar al lado de las personas mas importantes que tenía en este momento, y no... encerrarme en casa. Al fin me despedí del todo de Pablo, le besé intentando no sumar mi enfado mucho mas de la cuenta o sino no había vuelta a atrás ante ello.
Adrian, tenía el coche aparcado muy cerca de la puerta del hospital y se ofreció el llevarme a mi también. Ante mi negativa aun que consiguió que me subiera y me llevara a casa.

- Gracias por traerme, de verdad!
- No iba a dejarte sola a estas horas! Sino luego Pablo... jajaja -Nos echamos a reír.
- Gracias otra vez.
- De nada!
- Nos vemos mañana, mañana volveré!
- Esta bien, Jenny, descansa!
- Si! Vosotros también.
- Adiós cariño! -Dijo su madre.

Bajé del coche, cerré la puerta. Di unos pasos hasta el portal y saqué las llaves. Realmente si que estaba cansada, si que necesitaba tirarme encima de la cama y dejar la mente en blanco y no pensar en nada, en absolutamente nada. Pero aquellos días era casi imposible hacer eso. Había miles de preocupaciones en mi mente, mi mente comenzaba a dar vueltas. Volvía a repetir esa frase "No puedo mas con todo esto". Y era cierto.. no podía mas con esta presión, con este suspense, este miedo, pánico... Todo eso que me alteraba los nervios y me hacía sentirme de diferente forma y cada vez peor.
Entre aquellos pensamientos, coloqué la llave sobre la cerradura y en cuestión de segundos abrí la puerta. Entré hacía el comedor y mis padres estaban allí.

- Que tal Rubén? -Me dijo mi madre.
- Buf.. pues igual. Ni mejor ni peor.
- Bueno.. pensemos en lo positivo. No ha empeorado.
- Tengo un presentimiento de que lo hará...
- No pienses eso, de verdad... -Mi madre me abrazó.

No dije nada mas. Tan solo me deshice de su abrazo delicadamente y me encerré en mi habitación, me puse el pijama y me estiré sobre la cama. Intente hacer aquello en lo que había pensado.. pero tal y como dije, pasaron miles de cosas por mi mente. No conseguía ponerla completamente en blanco, era casi imposible... Pero ante aquellos duros pensamientos.. me quedé dormida... Tal vez fuera una hora o varias horas pero a mi se me hicieron como segundos. Me desperté exaltada, algún mal sueño había tenido...

lunes, 21 de mayo de 2012

Capitulo 57: Llueve en mi

- Pues vamos a devolverle el favor. Voy a ser yo quien te enseñe a tocar la guitarra para que le cantemos a él. Eso seguro que le anima.
- De verdad? Es una idea preciosa! -Le abracé- Que canción le cantamos?
- Pues hace un tiempo que me se una canción, mira haber si me acuerdo. -Cogió mi guitarra y empezó a tocar los primeros acordes de "llueve en mi".
Recordé a David, del canto del loco, en aquel momento tocando esos mismos acordes que ahora estaba tocando Pablo. Me emocioné ante tal canción, era preciosa... y definía perfectamente aquella situación. Dejó de tocar, me miró y me dijo:
- Te sabes la letra?
- Creo que si! Pero la repaso y listo. -Sonreí.
Pablo y yo estuvimos repasando aquella canción, yo miré la letra y pablo retocó esos últimos acordes. Todo quedó perfecto. Solo faltaba llegar allí y tan solo cantar para él. Sabía que le encantaría, estaba segura de ello.
Pablo y yo antes de volver al hospital comimos algo, Pablo estaba hambriento de su viaje hacía aquí y yo la verdad que también. Era algo agotador estar tantas horas metida entre aquellas paredes blancas. ¡Aquellas odiosas paredes! Pero debía estar allí, al lado de Rubén, no podía de dejarle en este momento.
Después de comer algo nos despedimos de mis padres y nos fuimos hacía el hospital con guitarra en mano.
Al llegar allí, en el pasillo, había alguna que otra persona que no conocía. Me imaginé que eran alguien de la familia. Aunque pude ver como salían de la habitación varias personas de la edad de Rubén ¿Sus amigos? ¿Ahora? Después de varios días que hace que está aquí?  No daba crédito ante la situación, mi cara cambio completamente y no pude evitar mirar a Adrian. Entendió perfectamente mi cara y pude leer de sus labios un "tranquila". No podía tranquilizarme. Iba cogida de la mano de Pablo así que el también notó mi rabia ante la fuerza con la que le cogía la mano.

- Que pasa cariño? -Me susurró- les conoces?
- No! Pero estoy segura de que son sus... bah! Los que dicen ser sus amigos!
- Algo me he perdido verdad?
- Si.. Adrián, cuando vine a ver a Rubén el primer día me dio las gracias por hacerlo por que ningún amigo suyo se había dignado a venir y eso que ellos si que lo sabían antes que yo. Pablo no me parece bien... por que aparecen ahora?
- Tranquila, siempre sabes quienes son tus mejores amigos. Esos que debes conservar siempre y yo creo que Rubén será capaz de distinguirlo así que...

Aquel grupito llegó hacía nuestro lado, se acercaron a los padres de Rubén pero vi como ellos también se sentían molestos. Era normal aquella situación. Yo no paraba de mirarles, me parecía increíble la cara que tenían de aparecer.
Una de las chicas que estaba con ellos no paraba de mirarme con mala cara, y la verdad que yo empecé a hacer lo mismo hasta que me cansé... me desaté de los brazos de Pablo y me dirigí hacía ella.

- Que pasa? Por que me miras?
- Eso mismo pregunto yo!
- Tienes algún problema conmigo? -Vi como Pablo se acercaba por detrás.
- 1.Que no doy crédito a que seas tú la tal Jenny... y 2. Que estés con Pablo.
- Pues si! Esa misma soy yo! Alguien te ha hablado de mi?
- El mismo Rubén, no deja de hablar de ti. Odiaba que lo hiciera... Sabes que me dejó por ti?
No daba crédito a lo que estaba escuchando. No podía creerlo, estaba ante la novia o ex de Rubén? Que le había dejado por mi? Aquí había cosas que hablar?
- Como? -Dijo Pablo.
- Uy, creo que se ha puesto celoso tu Pablo.. -Dijo con un tono de burla- Si querido.. Rubén esta enamorado de ella y aún no lo entiendo.
- Te sientes mejor diciéndome todo esto, y delante de él, no? Pues... adelante! -Dije.

Sentí que a Pablo aquellas palabras de esa chica desconocida le quemaban el alma. Resulta que teníamos razón.. pero.. yo no quería que Rubén se enamorara de mi. Aquella chica no dejaba de reírse. Pero por dentro vi su celo y rabia contenida.

- Sabes que? No tenemos mas ganas de escucharte. Nosotros veníamos con un propósito y... ahí vamos, así que ya puedes ir largandonte de aquí. -Le dije.
- Me vas a decir tu que me vaya? En todo caso ellos. -Señalo a los padres de Rubén, ellos lo escucharon.
- Te puedes ir Sandra, vete. -Dijo su madre.
- Como? me estáis echando de verdad? Si que os ha endulzado esta... esta... No tengo palabras. -Dio media vuelta y se fue y con ella detrás toda la pandilla.
Su madre dio unos pasos para alcanzarla y antes de que la perdiera de vista le dijo:
- Hace tiempo que tendrías que haber salido de su vida.
Sandra se giró, miró a la madre de Rubén el mas grande los odios. En aquella mirada había rencor... No lo soporté que la mirará así, no lo merecía.
- ¡Largate! ¡Largaos! Ahora no queráis ejercer de buenos amigos.. -Me acerqué diciéndoselo.
Todos, se giraron y sin decir nada mas se alejaron. Sus padres me dieron las gracias. La verdad que no quise que me contara mas de la historia con Sandra, los echos hablaban si solos. Esas miradas... decían mas de lo que callaban.

- Jenny, vamos? -Me dijo Pablo.
- Si! Un momento. -Me dirigí hacía sus padres y su hermano- Vamos a entrar a la habitación Pablo y yo y... tenemos algo preparado. Podemos pedir que entréis vosotros? Habrá problema?
- Quizás si..! Pero preguntemos -Dijo Adrian.

Me dirigí hacía un médico explicándole la situación de Rubén y si podíamos entrar todos para que pudieran escuchar también aquella canción. Al principio me pusieron varias pegas hacía lo de entrar todos a la vez dentro de la habitación pero a causa de mi insistencia no pudo decir mas que no y se rindió. "Gracias" -le dije.
En aquel momento, entramos todos a la habitación. Pablo se sentó en una de las sillas al lado de la cama, yo me coloqué de pie a lado de Rubén cogiéndole la mano, sus padres en otra de los sillones que había allí. Adrian se quedó de pie al otro lado.
Pablo, sacó de la funda mi guitarra, la acarició durante unos segundos y empezó a tocar esos primeros acordes. Me incorporé a ellos cantando:

"Y el mundo alrededor y no puedo soñar y es que hoy estoy triste, solo pienso en llorar. Si no tengo calor ni cariño junto a mi. Solo pienso en buscar una estrella mejor que me pueda guiar, que alivie este dolor, que me lleve lejos aún mas lejos de aquí. Y ahora solo necesito tu presencia que me ausenta y me engrandece. Hoy te he visto, y hoy parece que no llueve y solo necesito que alguien crea en mi... Si apareces hoy no llueve en mi. Mi ilusión no pasó y me he dado cuenta de que no te tengo y siento tu ausencia..." 

Después de aquella canción... lagrimas, aquellas paredes tan solo presenciaban lágrimas...


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http://www.youtube.com/watch?v=GjH5HqKx12U&feature=relmfu

viernes, 18 de mayo de 2012

Capitulo 56: Solo para ti

- Pero no te das cuenta de que tu hermana es feliz? Que si tiene que desilusionarse ya lo hará por si sola. Ya basta de machacarla día a día, no? Ya basta el no poder ni miraros a los ojos. Pablo no merece ese desprecio que le tienes, por que ni si quiera le has dado la oportunidad. -Nosotros dos nos quedamos en la entrada escuchando.
- Pero que le veis de bueno ? Nada mas que está en este mundo por el dinero. -Pablo me miró con cara de sorprendido. 
- Mi pregunta es... Que le ves tu de malo? Que te ha echo Pablo? -Se quedó callado- Ves, no tienes respuesta. No te ha echo nada. -Entramos al comedor ante la mirada de todos hacía Pablo.
- Déjalo mama. -Dije refiriéndome a mi hermano. 
- Pablo! Que alegría, que haces aquí? -Mi madre le dio dos besos a Pablo. 
- He venido por lo de Rubén.
- Pobre! Tu también le conocías? Por eso estás aquí?
Me dio un vuelco al corazón después de oír esa palabra. "Conocías"? Pasado? NO! 
- Conoces, mamá, conoces! -Subí un poco el tono de voz, lo reconozco.
- Perdón cariño! Como está?
- Pues mal, mamá... muy mal.
- Lo siento...
- No pasa nada... se pondrá bien, lo sabemos! -Contestó Pablo. 
- Y tanto! Seguro que Rubén es fuerte!
- Si! Lo es. - Conseguí contestar yo. 
- No me habéis respondido. Que hace Pablo aquí? Me refiero a que... Tu no tienes conciertos?
- Ha venido por Rubén... pero hasta pasado mañana no tiene concierto y ha venido a estar conmigo por todo este tema. 
- Para que luego digan... -Pablo cortó a mi madre. 
- Nada... da igual lo que digan. -Nos quedamos sorprendidas. Pablo se refería a mi hermano. 
- Te refieres a mi ? -Mi hermano volvió a aparecer.
- Si, y creo que tu madre también. 
- Si! Exacto, no te equivocas Pablo.
- Veo que os ponéis de acuerdo eh. -Le dijo mi hermano. 
- Quizás seas tu el que no quieras ver la verdad. Piensa un poco mas. -Pablo y mi hermano empezaron a hablar entre ellos. Aquella conversación llegó a subir un poco de tono. Pero como no queríamos que todo llegara a algo mas apartamos a los dos. 
Me llevé a Pablo hacía la habitación y le expliqué mi propuesta.

- Pero como le vamos a tocar la guitarra, yo no la he podido traer. Creí que no la necesitaria.
- No te preocupes, no hay problema. -Al decirle eso me levanté de la cama y me dirigí a la ventana. Allí, entre la pared de la ventana y el mueble estaba mi guitarra. Tiré de ella y la cogí. Pablo al ver la forma de la funda le hizo saber que tenía allí, se quedó impresionado. Supongo que no se esperaba que sacara una guitarra. Era su sorpresa y nunca le había hablado de ello.

- Una guitarra? Que me he perdido? -le dí mi guitarra.
- Si! Siento no haberte dicho antes pero... era una sorpresa.
- El que era una sorpresa?
- Esto... -Cogí la guitarra, me senté delante de él y recordé esos primeros acordes que me enseño Rubén y empece a tocar mientras cantaba eso que decía... :

"Eres todo que pedía, lo que mi alma vacía quería sentir. Eres lo que tanto esperaba, lo que en sueños buscaba y que en ti descubrí. Tú, has llegado a encender cada parte de mi alma, cada espacio de mi ser. Ya no tengo corazón ni ojos para nadie, solo para ti. Eres el amor de mi vida, el destino lo sabía y hoy te puso ante mi, y cada vez que miro al pasado es que entiendo que a tu lado siempre pertenecí. Tú, has llegado a encender cada parte de mi alma, cada espacio de mi ser. Ya no tengo corazón ni ojos para nadie, solo para ti... solo para ti... solo para ti... Eres... todo loo.. que pedía, lo que no conocía y que ti... descubrí"


Me salió perfecto me acordaba de cada acorde aunque hiciera varios días que no tocaba la guitarra. Pero al acordarme de todo aquello, al acordarme otra vez de Rubén... brotaron de mis ojos lagrimas...

- Ey que pasa? Lo has echo perfecto! Es precioso amor... te quiero.
- Rubén... me enseñó a tocar esto para ti.
- Como? Si? ...Es precioso! Tengo una idea...
- Cual?
- Pues vamos a ...

miércoles, 16 de mayo de 2012

Capitulo 55: Daría lo que fuera

- No.. Adrian, pero.. yo.. no... -me cortó.
- Nada, nada que entras tu!
- Entra cariño -me dijo su madre- le hará bien sentirte cerca, seguro que siente que estas ahí.

No dije nada mas, tan solo me dedique a andar hacía la UVI. Antes de llegar adentro de la habitación tenía que colocarme la mascarilla y aquella odiosa bata verde. Una vez dentro, el corazón me dio un vuelco al verle allí, debatiendose entre la vida y la muerte. Amarrado fuerte a ese hilito de vida que aun le quedaba por vivir.
Estaba segura de que saldría de allí, que sus preciosos ojos volverían a mirar y que su sonrisa volvería a aparecer, o al menos me quería convencer de ello...
No dejé de mirar cada tubo que tenía conectado a él... era increíble todo aquello, impresionaba. No tenía palabras para describir todo aquello que estaba viendo. Me quedé durante unos minutos callada, tan solo observándole pero le cogí la mano y le dije:

- Vuelve a sentir como otro día cualquiera, vuelve a sonreír de la misma manera, vuélveme a mirar.. que tengo aquí esta pena. Tan dentro de mi, daría lo que fuera, daría lo que fuera... -A la vez que le decía aquello apretaba mi mano con la suya.

La verdad que estuve bastante tiempo allí, no solté su mano ni un solo minuto. Quise que supiera que estaría a su lado como dijo su madre. Iba a hacer todo lo posible por que despertara y el día menos pensado lo hará, despertará.
Salí de aquella habitación para dejarle el paso a otro de sus familiares. Cuando estaba quitándome la bata me sonó el móvil y me aparté hacía un lado.

"Pabloo!"
"Princesa! Ya estoy en el Prat! Te he llamado hace un rato!"
"Ay.. perdona estaba en la UVI y he tenido que apagar el móvil y todo."
"No pasa nada amor! Voy para allí vale? Ya me llevan al hospital. Nos vemos!"
"Vale, cariño! Te espero abajo entonces!"
"Si! Tequiero!"
"Te quiero mi princesa"


Informé a Adrian de que Pablo venía y que iba a abajo buscarle. En cuestión de 15 minutos, Pablo, ya estaba bajándose del taxi del que venía des de el aeropuerto. Me lancé sobre él. Sin dejarle ni un minuto para que hablara. Tan solo le abracé y le besé mientras le dedicaba un: "gracias por venir!"
No perdimos ni un minuto mas, Pablo y yo subimos hacia arriba. También quería entrar a verle. Ver como estaba.. con sus propios ojos. Tampoco creía tal pesadilla que estábamos viviendo, pero por desgracia era real. Les presenté a Pablo, aun que no hicieron falta muchas (Era Pablo Alborán, no necesitaba) así que directamente preguntó por Rubén. Nadie pudo contestar así que esas palabras en el aire hablaron por si solas. No existía mas desolación que aquella que habitaba bajo ese techo. No había mas dolor que aquel mismo que estábamos viviendo.
Al lado de Pablo todo era un poco "mejor", sabría que de su lado podría sobrellevar este difícil momento. Él me haría mirar las cosas sobre otro punto de vista, sobre su punto de vista. Todo aquello simplemente era una pequeña lucha que Rubén estaba teniendo con la muerte. Él no se iba a dejar ganar y parece ser que la muerte tampoco. Tan solo había que tener esperanza en él, en que es fuerte, en que supera todos los obstáculos.
Pablo y yo, cuando todos habían entrado ya a la UVI, entramos juntos. Al ver a Rubén a Pablo se le saltaron un poco las lagrimas mientras decía: "Hace dos días estábamos corriendo en busca de su coche... delante de esas chicas y ahora... La vida te da un vuelto en cuestión de segundos.. Ni te enteras de lo que pasa"


- Vamos a conseguir que él vuelva a abrir esos ojos. Me debes una tarde de guitarras gamberro! -Dijo esa ultima frase mirando a Rubén. Llorando pero a la vez con una sonrisa en la cara.
- Te la debe y la tendréis.
- Sabes que dicen que aunque una persona esté en coma.. en cierto modo se entera, inconscientemente, de lo que está pasando? que nos siente si estamos aquí.
- Si? Debe ser verdad?
- No lo sé del todo cierto princesa pero.. vamos a hacer que sienta que estamos aquí! Se que Rubén es importante par ti y siento todo lo que pude pensar sobre él al principio. -Pablo bajó la cabeza.
- Ey! Ahora no hablemos de ello. -le besé- Me parece buena idea lo de Rubén, y que podemos hacer?

Estuvimos pensando en ello. A mi se me ocurrió algo, era hora de sacar esa guitarra y de contárselo todo a Pablo. Así que le dije que me acompañara a casa que ya tenía pensado lo que haríamos.
Salimos de la habitación y allí entraron su padre y su madre, nosotros nos despedimos de ellos y nos fuimos de allí.

Al llegar a casa...

sábado, 12 de mayo de 2012

Capitulo 54: No hay consuelo ante tanto dolor

En aquel momento se abrió la puerta y entraron Adrian y su madre, no lo sabía pero lo supuse que era ella.
Me sequé las lagrimas y ellos vinieron hacía mi abrazándome. Fundimos en un abrazo de apoyo ante todo lo que estaba sucediendo. Su madre me miró, vio las lagrimas en mis ojos. Aunque yo las hubiera secado ellas permanecían en mi alma. Este dolor era inmenso y no se podía disimular. Su dolor también se hacia existente en su rostro.

- Cariño no te preocupes, Rubén es fuerte. -Dijo su madre convenciéndose a ella misma también.
- No hay consuelo ante tanto dolor. -Salí de la habitación.

Salí al pasillo, allí no había nadie "¡mejor!" -pensé. Me apoyé en la pared y dejé que mi espalda resbalase hasta caer al suelo y sentarme. Me quedé con la cabeza apoyada en las rodillas. Sentí como las lagrimas seguían cayendo de mis ojos por que notaba como mojaban mi pantalón. Todo estaba siendo muy duro, no soportaba ni un segundo mas de este sufrimiento. Me quedé allí bastante rato. Viendo como pasaban aquellos individuos con batas blancas y algunos preguntaban por mi estado de animo.
Decidí levantarme y volver a la habitación, pero en el mismo momento que lo hacía noté demasiado movimiento en una de las habitaciones, vi como alguno que otro médico corrían hasta aquella habitación. Me acerqué corriendo hacía allí y pude comprobar como entraban medicos a la habitación de Rubén y echaron de allí a su hermano y su madre. Me asusté, quise entrar pero me echaron diciendo: "Necesitamos que salgan fuera todos!"

- Pero que esta pasando? -Me alteré y subí el tono.
- Tranquilícese! -Me dijo el medico.
- Pero como quiere que me tranquilice? ¡No me digas lo que tengo que hacer y digame lo que está sucediendo allí dentro!

Su hermano y su madre me miraron con lagrimas en los ojos, yo les miré a ellos y pude entender que estaba sucediendo.

- No! Decidme que no es verdad! -Volví a caer al suelo, arrodillada.
- Rubén está en estado crítico. -Tras aquellas palabras sentí como una gran puñalada se clavaba en el corazón. Sentía que la vida me estaba arrebatando algo y eso era Rubén.
- Me gustaría que todo este mal sueño se acabara de una maldita vez. -Dijo Adrian.

En aquel momento el grupo de médicos que estaban dentro de la habitación con Rubén se iban corriendo con la camilla. Se alejaban a través de aquel pasillo blanco. Me quedé de piedra. No creía nada de lo que veía. Quise correr tras el pero no pude. No reaccioné ante nada. Me quedé así durante varios segundos hasta que un médico se acercó a nosotros.

- Que esta pasando? Por favor díganos algo. -Le dije.
- Rubén...
- Que! Rubén que?
- Ha entrado en coma, lo siento. -Los tres nos quedamos de piedra, aunque teníamos el mal presentimiento de que todo esto iba a suceder. No sabíamos que decir tan solo nuestras lagrimas lo decían todo.

En aquel momento crítico llegó también su padre. Era un mal momento.. y en cuanto se lo explicamos, lo entiendo todo. Yo, hablé con Adrian y decidí bajar a abajo sola, a sentir el viento en mi cara. Pensar, pensar en todo... y también a llamar a Pablo. Tenía que saber todo esto.

"Cariño!"
"Princesa, como esta todo?"
"Fatal!" -Comencé a llorar.
"Tranquila mi amor! Que pasa?"
"No me puedo tranquilizar! Rubén ha entrado en coma!"
"Que? No puede ser!"
"Si..."
"Cariño me gustaría estar ahí para abrazarte, todo esto no me gusta que lo pases sola."
"Y a mi me encantaría que estubieses también a mi lado. No puedo con todo esto."
"No se hable más.."
"Que?"
"Viajo hoy mismo"
"Que que? No no Pablo! y tus conciertos?"
"Hasta pasado mañana no tengo concierto. Voy para allá esta misma noche!"
"Pablo de verdad.. estoy bien! No quiero que hagas esto por mi!"
"Yo si quiero hacerlo por ti!"
"Bueno... como tu quieras Pablo!"
"Ahora mismo hablo con los chicos y les digo que me ayuden a buscar un vuelo"
"Esta bien cariño, en cuanto llegues o tengas el billete me llamas!" 
"Así lo haré!"
"Voy para arriba que estoy aquí en la puerta del hospital... después de la noticia no podía permanecer mucho tiempo mas allí encerrada."
"Piensa que dentro de nada estaré allí contigo y recuerda que todo se supera! Que Rubén es un tio muy fuerte."
"Eso espero Pablo, de verdad. Esto es una pesadilla."
"Te quiero princesa!"
"Te quiero Pablo!"


Era increíble, Pablo era increíble. Era capaz de venir desde Santander a Barcelona tan solo para estar conmigo unas pocas horas. Tan solo para estar en este trago tan amargo. Pero la verdad.. es que necesita su abrazo tranquilizador. Sin él esto se estaba haciendo muchísimo mas duro. Pablo.. quizás estaba en lo cierto.. y aunque ahora Rubén haya entrado en coma... algo me decía que él iba a luchar por quedarse aquí. Algo me decía que él no nos iba a abandonar. Esto era tan solo una lucha contra la vida y él la iba a ganar, de eso estaba segura.
Me levanté del banco en el que estaba sentaba mientras hablaba con Pablo y me dirigí hacía la puerta para subir hacia donde estaban todos y ver que estaba sucediendo. Allí estaban todos, expectantes a lo que dijeran los médicos. Nadie les había dicho nada aún. No me lo podía creer. Pero en aquel mismo momento en el que yo llegaba se acercó el mismo médico con él que yo minutos antes alcé la voz. Pude oír como les dijo que Rubén estaba en estado muy critico, que había pocas esperanzas. Aunque esas pocas eran muy buenas. Después de ello dijo: "Podéis pasar pero... de uno en uno por favor"
Yo llegué allí ante ellos. Iba a entrar su hermano primero pero... antes de girarse hacía la puerta y entrar me dijo:

- Entra tú antes! Se que os hará bien a los dos...

martes, 8 de mayo de 2012

Capitulo 53: Fruto de un cruel infierno

Adrian, su hermano, se acercó a mi y me ayudó a levantarme del suelo. Yo, estaba hundida entre lagrimas. No podía creer lo que estaba viendo, todo lo que estaba ocurriendo. Rubén tenía la cabeza vendada, estaba lleno de tubos por todos lados para ayudarle a respirar, y lo peor de todo... sus ojos, estaban cerrados.
Su hermano no me soltó ni un instante, creo que si lo hubiera echo hubiera caído otra vez al suelo así que se lo agradecí. Mis piernas fallaban, estaba completamente nerviosa.

-Soy Adrian, su hermano. -Me dijo.
-Yo soy Jenny, una... -Paré y miré a Rubén, pero siguió hablando Adrian.
-Una amiga! y ahora mismo la mejor que tiene. Nadie se ha dignado en venir aún y todos lo saben. En cambio tú en cuanto te he llamado has venido. Has llegado antes de lo que me esperaba.
-Que? Eso son amigos no? Que bien! -Dije con ironía- La verdad es que he corrido un poco y al final he cogido un taxi..
-Si.. sea como sea estás aquí y gracias!
-Nada... -Volví a mirar a Rubén durante un rato.
-Iba en su coche cuando... -vi como se le saltaron las lagrimas y le abracé- un camión de mercancías prácticamente se lo llevó por delante. Se saltó un stop el muy... -Vi rabia en sus ojos y en aquel puño que apretaba mientras lo decía- Al camión se ve que no le pasó nada del otro mundo, no se sabe nada. En cambio mi hermano... se llevó un gran golpe. Simplemente sigue inconsciente des de ayer... no ha entrado en coma. Dicen que si sigue así, pronto lo hará... -Miró hacía Rubén al decir eso.

No pude hablar, no sabía que decir. Su hermano... estaba destrozado. No podía dejar de mirar cada pequeño rasguño que Rubén tenía en la cara. Esas cuatro paredes eran el fruto de un cruel infierno. Eran puras, blancas... pero entre ellas tan solo se respiraba tristeza, rabia, dolor, lagrimas... miradas perdidas a través de aquella pequeña ventana.
Me pasé lo que quedaba de mañana allí... pero le dije a Adrian que tenía que ir a casa. Así aprovecharía, descansaría para luego volver. Tenía que llamar a Pablo también. No sabía ni como empezar a explicarle todo esto. Era tan difícil de asimilar que aún mas lo era de contar. Me despedí de Adrian.

-Lo siento Adrian me tengo que ir a casa sino se preocuparan, y allí con mas calma les contaré. Luego vuelvo un rato mas. -Le dije.
-Tranquila, en un rato llegan mis padres. Tu descansa y si luego quieres venir un rato, como quieras.
-Si, luego vengo. -Nos dimos dos besos.

Me dirigí a la puerta y salí de aquellas cuatro horrorosas paredes y lo mas rápido posible que pude de todo aquello.
Decidí coger el autobús hasta llegar a casa, y así lo hice. Cuando llegué a casa tocaba disimular mi cara llena de lagrimas. Pero no lo conseguí, no podía esconderla. En cuanto llegué rompí a llorar.

-Ey, cariño que pasa? -Me dijo mi madre preocupada.
No hablé.
-Ha pasado algo con Pablo? Que pasa? Di! -Dijo mas preocupada aún.
-No.. -pude decir entre lagrimas.
-Entonces que ocurre? Por que lloras?
-Rubén!
-Rubén? Quién es Rubén?
-Entre tanto.. -me sequé las lagrimas- no he tenido tiempo de contártelo. Rubén es quien me esta enseñando a tocar la guitarra des de hace unos días... y había desaparecido...
-Desaparecido? Por que?
-No lo sabia, no sabia donde estaba. Pero no he dejado de llamarle. Hasta que su hermano a contactado conmigo y me ha contado que... -volví a llorar, esto era muy duro.
-Que, que? Me estas preocupando.
-Que está en el hospital, acabo de venir de allí.
-Como? Que le ha pasado?
-Ha tenido un accidente.. un... -no pude seguir, mi madre lo entendió y tan solo me abrazó.

Aquel día comí bien poco. No podía no me entraba ni un poco de comida. Cuando acabé.. decidí llamar a Pablo. ¿Como se lo diría? Estuve unos minutos pensando hasta que lo hice, le llamé.

"Holaaaa amorr!!!" -Me dijo.
"Hola cariño..." -Le dije casi sin fuerza.
"Ocurre algo?"
"Pues la verdad es que si, Pablo..."
"Que pasa? Rubén?"
"Si? Hay noticias de él?"
"Si! y no muy buenas precisamente."
"Que? Que ha pasado? Como está? Donde est..." -le corté.
"En el hospital!"
"Comooooo?"
"Si... lo que escuchas!"
"Que ha pasado?"
Comencé a llorar, otra vez.
"Cariñoo.. que ha pasado? Tranquila!"
No podía calmarme, no podía decir esas palabras. Que duro era todo esto.. y aún mas sin sus abrazos.
Conseguí armarme de valor y al final le expliqué todo.
"No me lo puedo creer... y el muy... encima se fuga? No se sabe nada de él?"
"Eso es... Bueno cariño me voy a duchar y vuelvo a ir al hospital. Luego hablamos mejor." 
"Esta bien princesa. Te quiero. Informame de todo!"
"Por supuesto.. te quiero!"


Colgué a Pablo y me duché. Mientras me duchaba no podía dejar de pensar en todo, en todo lo que estaba sucediendo. Quería cerrar los ojos y que todo volviera a estar como hace unos días, que todo tan solo fuera un cruel sueño. Pero no, no lo era. Cerraba los ojos y cuando los volvía a abrir estaba en el mismo sitio donde los había cerrado. Ante aquella impotencia no pude evitar aquellas lagrimas en mi.
Terminé aquella ducha, me sentía mejor pero debía vestirme y volver junto a Rubén. Me vestí y me fui hacia la parada del autobús.
Cuando llegué al hospital y subí a la habitación, allí no había nadie. Me acerqué a Rubén. Cogí su mano con fuerza. Quería que sintiera que estaba aquí con él. Que ante nada le iba a dejar... y al mirar recordé aquella canción y se la tararee:
"Llegado el momento, se rompen los sueños. Sabes que te quiero de verdad, sabes que sin ti no será igual. Todo y nada me has llegado a dar, y duele tan dentro..." -No dejaba de llorar mientras le susurré un... "no me dejes".

domingo, 6 de mayo de 2012

Capitulo 52: Aire

Amaneció un nuevo día en aquel pequeño "pueblo" de Catalunya. Seguía sin Pablo y ahora también sin Rubén. Se había convertido en alguien especial en mi vida, quizás no tanto como Pablo pero lo era.
Cuando pierdes a alguien o tan solo no le tienes por un largo tiempo te das cuenta que le necesitas y lo importante que es esa persona para ti. La verdad es una pena darte cuenta de esa manera, pero sucede así.
Amanecí un tanto colapsada, aún me duraba todo el nerviosismo que había pasado el día anterior al no tener ni una sola noticia de él. Era lunes, así que me desperté bastante cansada y casi arrastrándome de la cama. Eran las 7.30 de la mañana y aquel día no necesite que mi madre me despertara como de costumbre. Miré mi móvil pero a aquellas horas.. ¿Como esperaba una llamada? Efectivamente, ni rastro de llamadas. Pensé en volver a llamar pero era demasiado temprano y debía espabilarme si aún no quería perder el autobús. Me levanté del todo y me dirigí hacía el lavabo a lavarme la cara. Volví a mi habitación y me puse de lo primero que pillé por el armario. Un pantalón tejano, una camiseta negra, manoletinas negras, lo mas importante... su pañuelo gris, aquel que me dio en el aeropuerto antes de marcharse a Gijón. Cogí mi chaqueta de cuero y mi mochila y lo saqué afuera. Fui hacía la cocina y mi madre estaba allí preparando el desayuno. Comí alguna que otra tostada y un poco de zumo. Vi como mi madre, mientras yo comía, no dejaba de mirarme... hasta que me dijo:

-Te pasa algo cariño?
-A mi? No...
-De verdad?
-Estoy cansada eso es todo.
-Esta bien.
-Bueno me voy ya a la parada del autobús. Adiós. Hoy llego a las 15.30, acuérdate.
-Valeee! si! Adiós!

Me puse la chaqueta y cogí mi mochila. Abrí la puerta y me fui. Como eran las 8.10 corrí un poco hacía la parada para no perder el bus, le faltaban pocos minutos para llegar. Llegué a tiempo, aún no había pasado. En cuestión de minutos apareció por la esquino y giró hasta llegar a mi parada. Me esperaba mas de 30 minutos de viajes así que me coloque mis cascos y hice Play en mi ipod. ¿Que sonó? Intenté que no fuese Pablo Alborán... pero así lo hizo.. era lo último que había estado escuchando. Fui a la lista de canciones y puse otra.. Esa canción que decía:
"Aire que despierta mis sentidos, aire que me trae la mañana, aire que siempre entra por mi ventana. Aire que me dice ven conmigo, aire que me saca de la cama, aire que cambia el ritmo de mi alma, aires que suenan, aires que me llaman. Aire que me va llevando contigo, el aire que me va llevando contigo. Se de amores diferentes que este aire no fue a verles y aunque hoy se tenga que marchar yo se que volverá. Hoy le tengo que decir cuando venga por aquí que me lleve siempre junto a ti. Aire que me hace sentir.. El aire que me lleva a ti y me refresca el alma..."


Me encantaba esa canción y era la ideal para escucharla ahora. Me levantó el animo. Seguí escuchando alguna que otra canción hasta que al fin llegue a clase. Fue un día bastante duro.. como todos los lunes. Eran las peores materias. Pero a la hora del recreo... pasó lo impensable.
Volví a llamar a Rubén sin contestación alguna, mas de una vez lo hice. Mandé un whatsapp a Pablo:

"Amor! Rubén sigue sin aparecer!"


En cuanto le dí a enviar vi como sonaba la melodía de mi móvil y en la pantalla ponía: Rubén
¡¡¡¡Rubén!!! Ruben me estaba llamando. Me aparte de la gente y descolgué:

-Rubén!! Rubén!!
-Vuelvo a ser su hermano!
-Otra vez? Seguro que eres su hermano? No me estas engañando? -Me sobresalté mas.
-De verdad, no miento.. -Le note la voz triste.
-Me puedes explicar que esta pasando? Por que Rubén no coge el teléfono? Le he echo algo?
-Rubén ha tenido un accidente. -Me quedé en shock.
Hubo un largo silencio... con lagrimas de fondo. Pero al final pude hablar.
-Queeee? Pero pero que me estas diciendo? No puede ser!!!!
-Me gustaría que no fuera verdad.. pero lo es..
-Pero.. que ha pasado? Como ha sido? Espera... COMO ESTÁ!!!!!?
-Puedes venir hacía el hospital? Así hablaremos mejor!
-La verdad que no puedo pero... voy a ir!
-Estas en clase?
-Si pero no importa voy!
-Esta bien te espero.

Antes de colgar me dijo donde estaba Rubén y el numero de la habitación. Me despedí de mis amigas con lagrimas en los ojos, las dejé preocupadas pero corrí hacía la parada a coger el autobús. Tardó unos pocos minutos pero cogí el autobús, llegué a Barcelona y por allí esperé a un taxi que me llevara hasta la puerta del hospital. Lo conseguí y llegué. Pagué al taxista y salí corriendo del taxi. Entré al hospital, desesperada, hundida... aún no sabía como estaba Rubén y caí en la cuenta de que no había llamado a Pablo para contárselo. Subí hacía el piso que me dijo su hermano y busqué la puerta hasta que la encontré. Piqué en la puerta mientras la abría y decía: "holaaa". Tan solo abrir la puerta pude ver la imagen de Rubén que hizo descolocar mi cara. Tanto... que caí al suelo de rodillas...

sábado, 5 de mayo de 2012

Capitulo 51: ¿Donde está Rubén?

Al despertar recordé el pensamiento con el que me quedé dormida. Llamar a Rubén, y así lo hice. Estuve parte de la mañana llamándole. Pero no había ni rastro de él. No me contestaba a las llamadas ni a los mensajes.
"Quizás esté ocupado.. pronto me devolverá la llamada" -Pensé. No sabía nada de él des de el día que llegó Pablo. Estos días tan solo me los había pasando pensando en Pablo. Pero no, no fue así Rubén no me llamó en todo el día. La verdad que empezaba a estar un poco inquieta. El tema de que no respondiera a nada empezaba a preocuparme. ¿Donde estaría? ¿Que sucedía? ¿Por que no contestaba? Empecé a hacerme miles de preguntas sin respuesta en mi cabeza. Tantas.. que pasé todo el día pensando en Rubén y donde podría estar metido este chico. No le volví a prestar atención a mi móvil... si no me contestaba ¿Que mas podía hacer? Así que no vi las miles de llamadas que me hacía Pablo. Pero al volver en sí, al volver a pensar en otro cosa que no fuera en él me di cuenta que había vida que no podía pasarme las horas pensando en algo así, se solucionaría todo esto.
Cogí mi móvil y maldecí a todo lo que pude nombrar en aquel mismo instante. Pablo había llamado miles de veces. En cambio, ni rastro de Rubén. Llamé a Pablo.

"Cariño, lo siento había dejado el móvil por ahí y estaba en el sofá. Además, lo tenía en silencio."
"No pasa nada amor! Como va el día?"
"Bueno... un poco preocupada!"
"Por que? Que pasa?"
"Nada.. que.. Rubén no me contesta a nada! y empiezo a ponerme inquieta. No es normal, Pablo."
"No te pongas en lo peor! Seguro que no pasa nada y... será una simple tontería."
"Puede ser... pero sigo preocupada."
"Bueno tu tranquila. Si tienes noticias me dices. Pero tranquila, vale?"
"Si! Gracias cariño por entenderlo."
"Si! Bueno tengo que hacer unas cositas ahora vale? Hablamos un poco mas tarde. Te adoro princesa!"
"Vale! Que vaya bien! Te quiero amor!"

Colgué. Un poco mas tranquila ante las palabras de Pablo. Consiguió calmarme un poco aunque seguía un tanto inquieta así que volví a llamar a Rubén. Esta vez si que me lo cogió alguien, era la voz de otra persona, no era Rubén. La verdad que lo noté nervioso al contestar.

"Si?"
"Hola? Rubén?"
Hubo un silencio.
"No.. no soy Rubén, soy su hermano..."
"Y Rubén donde está? Necesito hablar con él."
"Rubén.. Rubén no está. Perdona no puedo hablar." 
"Esp..." -y me colgó.

¿Su hermano? ¿Por que su hermano tenía el móvil? ¿Por que estaba tan nervioso? ¿Por que tantas preguntas sin respuesta? Me estaba empezando a volver loca y mi mente se ponía en el peor de los casos...
"Tranquila" -Pensé en las palabras de Pablo. No podía estar tranquila y menos ahora que su hermano había contestado de esa manera al móvil.
Volví a llamarle... pero no, estaba vez no contestó nadie. Después de ello llamé a Pablo para explicárselo:

"Amor! ¿Pasa algo?"
"Realmente no lo se!"
"Que? Explícame!"
"Que he seguido llamando a Rubén y al final me han contestado."
"Si?? Bien no?"
"No!! Al contrario Pablo! Me ha contestado su hermano y no me ha dicho donde estaba Rubén y me ha colgado enseguida sin darme ninguna explicación mas."
"Seguro que era su hermano?"
"Yo que se! No le conozco, la verdad!"
"Puede ser que alguien le haya robado el móvil y... se haya echo pasar por su hermano por cualquier excusa."
"Puedes tener razón pero no entiendo nada Pablo." -Empecé a llorar.
"No, no princesa no llores."
"Pablo.. y si..." -Me cortó.
"Y sii.. NADA! Nada no le ha pasado nada!"
"Pero..."
"Nada de peros cariño. Como me gustaría estar a tu lado, lo estas pasando fatal." 
"Si... necesito abrazarte. Que acabe ya esto y aparezca Rubén."
"Yo también quiero que lo haga.. no quiero oírte así... no quiero que llores."
"Seguiré llamándole, yo te informo de todo cariño. Voy a despejarme. Hablamos luego! Te quiero tanto.."
"Vale.. Mantenme informado! Te quiero!"


Durante el día estuve llamando a Rubén miles de veces sin respuesta alguna. No entendía nada. Quizás le habían robado el móvil como decía Pablo... pero no se hubiera molestado en contestar si fuera así. No sé de verdad que no dejaba de pensar en ello... ¿Donde estaba Rubén?
Pablo, mas tarde, volvió a llamar para preguntar por Rubén. Le veía preocupado, la verdad. Empezaba a estar inquieto como yo. Uno no desaparece de la nada así como así. Era algo extraño sin contestación alguna...
Aquel día acabo, después de mi anterior día amargo este no podía ser peor, era muchísimo peor. No tenía a  Pablo y algo pasaba con Rubén.

Capitulo 50: ¡Maldita despedida!


Otra vez, otra vez una maldita despedida. Despedidas de esas que te queman el alma por dentro y lo demuestras por fuera. De esas que son amargas y solo tienen una pizca de dulzura, sus tiernos labios contra los míos por ultima vez antes del amargo adiós. Otra vez esas miradas que entendían lo que estaba sucediendo, ese latir de corazón que se aceleraba al pensar que pronto estaría lejos. La tristeza se apodera de nosotros, de nuestros ojos, de nuestra mirada.. 
Pablo se iba a Santander, Bilbao, Zaragoza y San Sebastián. No podría verle en 1 semana mínimo. Hasta dentro de unos 10 días no podíamos volver a vernos. Si estábamos así por no vernos durante 10 días... No sabíamos que iba a pasar cuando tuviera que irse a México, Buenos Aires... o Portugal. 


-No puedo hacerte esto otra vez.
-Pablo debes irte, sigue tu sueño y el de todas esas personas que seguimos tus pasos. 
-Eres mucho para mi. -cayó una lagrima de sus ojos mientras apretaba un poco mas mis manos. 
-Y tu para mi... Pero merece la pena separarnos por la felicidad que contagias, por esa magia que dejas por cada tierra que pisas.
-Quiero que vengas conmigo!
-Como?
-Eso! Que vengas conmigo!
-No puedo Pablo. Sabes que sino... voy a suspender el curso. No puedo seguir faltando.
-Entiendo...
-Pablo, lo siento. De verdad que me encantaría estar contigo, vivir todo esto a tu lado pero... siempre tendremos para ello. Prometo estar en algún concierto mas, lo prometo. Sea  como sea lo haré... pero ahora no, no puedo. 
-Lo sé, lo siento por no pensar en lo que digo.
-Nada de lo siento... sé que quieres que esté allí y es algo importante para ti. 
-Si! Lo es! Pero también es importante todo lo que tu hagas y debes seguir el curso, no puedo permitir que por mi suspendas. No me lo perdonaría. No sé en que estaría pensando cuando te lo he dicho. 
-Pablo no pasa nada de verdad... Te quiero!
-y yo a ti amor! -me besó. 


"Aviso a los pasajeros del vuelo con destino a Santander embarquen por la puerta c35"


-Te tienes que ir. -Le dije. 
-No puedo.
-Si que puedes! Tu me lo dijiste una vez, que podía sin ti. Ahora puedes tu, estoy segura. No nos separa nada mientras nuestros corazones sigan juntos. 
-Te quiero!
-Yo también.. Puedo quererte tanto que necesite un corazón mas grande!


Me besó por ultima vez antes de girar y seguir aquel largo pasillo hasta llegar a la puerta de embarque "C35". Hice una coraza en mi, esta vez no iba a llorar o al menos delante de Pablo. 
No podía hacer esto mas difícil de lo que ya estaba siendo. 
Pablo se giró después de aquel dulce y amargo beso. Le echaría tanto de menos... Pero deseaba que siguiera su sueño, su camino. Le necesitaban y yo no lo iba a impedir. En tan solo 10 días seguro que nos volveríamos a ver. 


Vi como se alejaba sin remedio. Mirando alguna que otra vez hacía atrás. Estaba claro que no se quería ir del todo. No quería defraudar a nadie, pero esto que nos invadía se estaba haciendo muy fuerte hasta llegarnos a controlar. 
Le perdí de vista del todo al fondo de aquel pasillo así que giré hacía la puerta del aeropuerto y salí de allí lo antes posible. Cogí el autobús y llegué a casa. Al llegar a casa estaban todos. Mi hermano nada mas entrar me miró y me dijo:

-Que? Ya se ha ido? Que pena...
-¡Cállate!

Y vi como una lagrima deslizaba por mi mejilla al ver como mi hermano le alegraba la idea de que me hubiera separado de Pablo, de que Pablo se hubiera ido. 

-Olvídate de él.. en uno de estos viajes encontrará a otra y hará lo mismo que contigo. 
-No tienes ni idea de lo que estas hablando, no le conoces de NADA. Te crees que si pero no! -Dije entre gritos y aún con lagrimas en los ojos. 
-Le conozco lo suficiente, es un personaje público. Todos son igual. 
-Eso es lo que tu crees! Olvídalo, déjalo... No quiero hablar mas contigo! No tienes ni idea de nada. -Me fui a mi habitación y me pegué un portazo.  

Toda la casa quedó en silencio después de aquel portazo. Nadie volvió a hablar de ello en todo el día. Yo no salí de allí, ni si quiera cené. No tenía ganas para nada. Solamente quería hablar con Pablo, escuchar su voz era lo único que me alegraría un poco aquel amargo día.
Me había quedado dormida.. "Pero aún no habrá entrado al escenario" -Pensé. 
Así que cogí el móvil y le mandé un mensaje en Whatsapp.

"Cariño! Has entrado al escenario? Mucha suerte! Sabes que te quiero mucho y te echo muchísimo de menos. Animo en estos días y energía".

Minutos después empezó a sonar aquellos primeros acordes seguido de un "...No queda mas que tu, no quedo mas que yo...". Mi móvil estaba sonando y no era nadie mas que Pablo. Descolgué:

"Amor! No hacía falta que me llamaras."
"Vale... pues cuelgo. -bromeó."
"Que tonto eres!"
"jajajaja Te echo de menos ya!"
"Y yo... Como ha ido la prueba de sonido?"
"Perfecta!"
"Weee! Me alegro! Como están los chicos? Que hace tiempo que no los veo!"
"Buf.. ya sabes! Igual de locos como siempre! Como van a estar?"
"Habló el cuerdo..." -Se escuchó des de el móvil de Pablo, era Lolo.
"Lolooooooooooooooooo!"
"Como le reconoces eh!"
"Hombree!!! Mi Lolo!"
"EH! haber que va a pasar aquí!"
"Mira que eres tonto eh!! jajaja"
"Sisi..."

Estuvimos un largo rato hablando hasta que entrara al concierto. Al final hablé con los chicos un rato. Lolo seguía igual de loco como siempre, hasta tubo tiempo de contarme un chiste. Me moría de la risa. No podía con este chico. Este sevillano... me iba a matar de la risa. Por fin algo me había echo sonreír a carcajadas.
Pablo se despidió de mi y todos ellos de fondo también. Tenían que entrar en pocos minutos y le pedían que colgara ya. 


"Amor debo colgar que sino me matan. Después te llamo un ratito mas vale? No te me duermas, anda!"
"jajajaja lo intentaré. Sino despiertame no pasa nada!"
"ajajaja bueno... te quiero mucho! Saluditos de los chicos!"
"Adiós amor! Te quiero! Mandales besitos!"

Pasaron las horas como minutos y otra vez me encontraba hablando con Pablo, por teléfono. Había acabado el concierto pero aún no había salido a firmar ni nada.

"Venga Pablo, te están esperando. Yo ya me voy a dormir, no te preocupes!"
"Ya.. si ahora bajo... es que necesito escuchar tu voz!"
"Que tonto! jajaja ves.. venga! No te hagas de rogar... que te conocemos pillin!"
"Allá voy! Buenas noches princesa! Dulces sueños."
"Seguro que contigo.. Buenas noches! Te quiero!"
"Te quiero"


Y colgamos. Me metí en la cama enseguida. Aquel había sido un día agotador tanto físicamente como mentalmente. Quizás mas mentalmente. No podía mas con toda esta presión que se aferraba a mi sin mas. 
Antes de ir a dormir me quedé pensando. Pensé en llamar mañana a Rubén para seguir nuestras clases. Ahora que ya se había ido Pablo podíamos retomarlas. Si, seguro que diría que si. Cerré los ojos y mi mente dejó de pensar para empezar a soñar...



martes, 1 de mayo de 2012

capitulo 49: Carrer dels petons


Pasamos 5 días preciosos juntos. Llevé a Pablo por Barcelona, eso sí por sitios donde no nos pudieran "molestar". Molestar en cierto modo de masa detrás de Pablo. Si tenía que pararse ante alguna que otra fan esta vez si que lo hacía pero no en plan masa, era lo mejor. Por eso pensamos ir por calles dentro de Barcelona, además a mi me apetecía también ya que no me conocía del todo Barcelona, al menos aquellas pequeñas callejuelas por las que nos metimos los dos, por las que corrimos como locos de atar. El uno detrás del otro como dos tontos enamorados, realmente eramos eso. Correr por esas pequeñas calles estrechas, antiguas, sin nadie que te impida el paso detrás del amor de tu vida te hacía sentir la mejor de las sensaciones. Hacía sentir libertad, no había situación comparable a lo que estaba sintiendo en aquel momento. Parar ante él apoyándote en la pared, con la respiración entre cortada los dos, mirarse a los ojos y sonreír entre si.

-Sabes como se llama esta calle? -Le dije a Pablo con la respiración entre cortada.
-Sabes que no conozco Barcelona jajaja -Se rió mirándome.
-Mira!

Le señale al cartel de la calle que ponía "Carrer del petons". Pablo se quedó extrañado. ¡Claro! No había caído en la cuenta de que aquello estaba en catalán. ¡Ay, madre! Metida en mis pensamientos no me dí cuenta de que Pablo hacía rato que me miraba sin parar esperando una respuesta.


-¡Ay! que no había caído en que está en catalán.
-Pues dime, que significa?
-Calle de los besos.
Pablo se quedó impresionado ante el nombre y bastante intrigado.
-Precioso nombre! -me besó sin decirme nada mas- Se sabe por que llama así? 
-Hay muchas leyendas... Des de que dicen que aquí es donde se despedían aquellas personas, que iban a ser ejecutadas en la plaza que conectaba con esta calle, de sus familiares. Pasando por la leyenda que cuenta que aquí, por esas pequeñas ventanas, en estas calles se veían los amantes. O simplemente por que en aquella época el catalán no lo escribían bien, tan solo lo escribían de oída.
No sé son varias leyendas sin solución, ni respuesta alguna.
-Es interesante.. además me gusta el nombre.
-Solo aquel que vivió en esa época lo puede saber del todo cierto.
-Me donner un baiser? En honor a la calle -Me dijo con esa cara de pillo.
-Oui!

Seguimos caminando por aquellas pequeñas calles con algo de magia, desprendían algo diferente, cada una de esas calles escondía una leyenda creíble o no creíble pero tenían pequeñas leyendas con ilusiones.
Quería llevar a Pablo a comer, para despedir este último día que pasábamos juntos antes de que se fuera a Santander y Bilbao, a una hamburguesería que descubrí hace poco. Pero estaba el riesgo que le conocieran por allí pero lo íbamos a correr.

-Quieres hacer una locura? Esta vez no vas a huir!
-Que? No entiendo lo que me quieres decir!
-Si, si, que he reservado en una hamburguesería especial en Barcelona pero...
-Pero que?
-Corres el riesgo que haya gente que te conozca. Corremos el riesgo? Te apetece? -Le dije sonriendo.
-Y tanto! Todas las locuras serán buenas a tu lado..
-Pues entonces... ¡vamos!
-Y por que es especial?
-Ah... Ya lo verás cuando lleguemos, no te pienso decir nada.
-Que gamberrilla eres y cuanto te quiero... -Me besó y me abrazó.
-Yo también amor, te quiero!
-Adoro tus sorpresas!
-Y yo las tuyas por eso te las tengo que devolver con algo, no crees?
-Bueno... si!

Seguimos caminando después de pararnos unos segundos a hablar. Quedaban unas cuantas calles antes de llegar y teníamos que andar bastante mas la verdad. Andamos durante unos diez minutos y llegamos ante la puerta...