lunes, 18 de junio de 2012

Capitulo 65: Desconfianza

Empecé a asustarme demasiado.. sentía los pasos de esa persona cada vez mas cerca de mi. Yo a medida que los iba sintiendo iba acelerando el paso pero parecía que caminaba mucho mas rápido que yo. En cuanto pude giré a la derecha para meterme en otra calle y despistarle. Pero fue inútil también me siguió por allí... Pero ¿Quien era?
Me paré en seco pero él no lo hizo. Pasó por delante mio y mientras pasaba giró la cabeza hacía a mi, pude darme cuenta que iba muy acelerado. Pero era alguien conocido, era..

- ¿Pedro?
- ¿Jenny?
- Uf.. Que alivio saber que eres tu -dije acercándome a él- Pensé que era alguien que me perseguía.
- Que bah! Que haces por aquí tu sola? Pablo? -Me dijo.
- Buf.. eso mismo te digo yo.. Amanda y Lucia?
- Una larga historia..
- Damos una vuelta? Creo que los dos necesitamos airearnos. -Le dije y me puse a andar. Él me siguió y estuvimos un rato así, sin hablar. La verdad que andamos varios minutos y nos sentamos en un banco. Hasta que uno de los dos habló.

- Amanda se ha enfadado conmigo, creí que el vivir con ella todo iba a ser diferente. Des de que nació Lucia... todo a cambiado y cada vez mas para mal. -Se cayó de golpe, yo no quise interrumpirle y él siguió- Me refiero a nuestra relación. Sé que puede ser que a todas las parejas les pase esto al nacer su hijo pero.. nos hemos distanciado mucho. -Esta vez si que intervine.
- Distanciado? Por que?
- Si.. No sé es diferente. Sé que un bebé necesita toda la atención del mundo. Pero creo que nuestra relación no merece que se descuide y ella lo ha echo. Hoy.. se lo he echo entender.. y en vez de eso casi me tira los trastos a la cabeza. He necesitado irme de allí, nada mas. -Bajó la cabeza hasta quedar mirando el suelo.
- Va.. tranquilo esto se pasara y volveréis a estar como siempre o incluso mucho mejor. -Le dije en modo de consuelo.
- Y tu... verdad que ha pasado algo con Pablo no? Si no estarías por aquí a estas horas. -Me dijo.
- Si me ha pasado algo con Pablo pero.. si te digo la verdad... Si sigo aquí a estas horas aún es solo por el simple hecho de que ¡Me he perdidooo! -Esto ultimo lo dije subiendo el tono de voz y Pedro se echó a reír.
- Que te has perdido? -Siguió riendo.
- A mi no me hace gracia Pedro! -Me hice la seria pero no pude aguantar la risa y exploté.

Estuvimos un buen rato los dos riendo, sin mas. Por un momento nos olvidamos de lo que a cada uno nos hubiera ocurrido esa noche y tan solo nos preocupamos de que nuestras risas no fueran del todo altas. Era tarde y allí donde estábamos se escuchaba todo.

- Sabes que? Que da igual lo que haya pasado con Pablo o Amanda. -Se levantó de golpe diciéndome aquello- Ven! -Alargó su mano hacía la mía. Yo se la di y al levantarme del banco cogió mi mano con mas fuerza y tiró de mi echando a correr.
- Donde vamos? -Dije casi sin aliento- Me vas a matar!
- Ya veras! Te gustara. -Me dijo.

Mientras sentía algo inigualable. Nunca había corrido a altas horas de la mano de alguien, encima por calles del Sur. Era increíble esa sensación. Como me acariciaba la cara el aire. Notar ese segundo de libertad. Correr como nunca. ¿Donde me llevaba? Esa era mi pregunta. Pero me dediqué a disfrutar de ese rápido paseo hasta llegar al sitio adecuado.
De repente noté como Pedro se iba parando cada vez un poco mas, eso significaba que ya habiamos llegado al lugar. Seguimos andando pero a paso normal, aflojó la fuerza de su mano contra la mía y me soltó del todo.
Habíamos llegado a unos preciosos jardines.

- Es precioso! Por que me has traído aquí? -Le dije observando aquel lugar.
- Aquí es donde suelo venir a reflexionar. -Mientras decía aquello se sentó en un escalón.
- Precioso sitio para pensar. Si! -Me acerqué a él.
- Tienes razón. Me servia de mucho venir hasta aquí, calmaba los malos momentos. -Al decir eso me volví a girar de espaldas a él.
- Creo que Pablo no confía del todo en mi. -Dije de golpe, sin girarme.
- Que? -Se quedó sorprendido. Me giré.
- Pues eso. Lo que has oído! Nos hemos discutido por eso mismo... la desconfianza.
- Explícame eso, haber.. ven. -Me senté a su lado esta vez.
- Si! No se que le pasa.. Se lleva bien con Rubén pero.. -Me cortó.
- Así que es Rubén.. -Me dijo.
- Si, Rubén. Se lleva muy bien con él pero no sé que le pasa que aveces muere de celos y puedo entender un poco por que pero yo... no le doy motivos para que pueda llegar a pensar en nada. -Le dije.
- Ya.. y por que lo entiendes un poco? Hay algún motivo?
- Si.. buf.. Cuando estuvo Rubén en el hospital, en esos días, apareció su ex-novia y nos estuvo diciendo que Rubén le había dejado por mi... y bueno aunque no lo haya oído del mismísimo Rubén pues.. es normal uno piensa. Pero es que yo.. -Las palabras empezaron a pisarse unas con otras.. al hacerse evidente esas lagrimas en mi ojos.
- Tranquila! -Me dio un pequeño abrazo- Yo estoy aquí, si quieres contármelo me lo cuentas sino... tranquila!
- Si.. -me tranquilicé- Nada pues es eso.. que he estado hablando con Rubén por teléfono y le he dicho que tenía que hablar con él y Pablo al colgarle pues... mira, se ha alarmado. Ha subido las cosas de tono.. y piensa que le oculto algo. -Conseguí explicarle.
- Pablo creo que es un poco desconfiado. Pero.. creo que desconfía mas de Rubén que ti. Pero claro el momento ataca en esa forma.. y mira las consecuencias. Que vosotros dos os discutáis. -Me dijo.
- Si.. pero no puede ser así no sé.. no quiero que me diga esas cosas.
- Hombre claro que no, a nadie le gusta. Pero.. sabes que? Te acompaño a casa ahora mismo. Tu vas a solucionar las cosas con Pablo.. y yo con Amanda. -Me propuso.
- La verdad que tienes razón no sé no vale la pena esto... yo quiero mucho a Pablo y tu por supuesto que a Amanda y esto.. nos hace daño a todos así que.. volvamos a casa.
- Si! Venga ven que te acompaño.

Nos levantamos de allí. Parecía que aquel sitio transmitía unas buenas energías hacia nosotros y nos había echo quitar ese lado "orgulloso" por decirlo de alguna manera y enfrentarnos a nuestros momentos malos. Que todos sabemos rectificar y alguna que otra vez en la vida nos equivocamos, hay que saber perdonar. Sabiendo también a quién perdonar y depende de la situación. Esta situación era una de esas perdonables, ella misma lo pedía.
Andamos un largo rato. Se hizo bastante tarde. "Pablo estará preocupado" pensé. Como antes habíamos corrido ahora notábamos que quedaba un largo rato hacía casa.
Pedro me acompañó hasta la misma puerta de la casa de Pablo. A medida que nos íbamos acercando vi que alguien estaba sentado en el escalón de la puerta de la entrada. Pedro se dio cuenta y se despidió de mi.

- Ahí le tienes. No quiero molestaros así que... aclarad las cosas. Mañana nos vemos. -Me dio dos besos.
- Si! Muchas gracias. -Le dije.

Vi como se iba Pedro hasta que me giré hacía la casa de Pablo y traspasé la puerta de metal. Nada mas moverla un poco ella sonó y Pablo miró hacía a mi. Al levantar su cara y mirarle.. la mía cambio de golpe. Su rostro tenía señales de haber llorado. No! Me sentía la peor persona del mundo.. había llorado por mi culpa. Había estado fuera mientras él aquí sin saber nada de mi... No podía perdonármelo. Nos miramos los dos. Ninguno hizo signo de moverse a por el otro. Nos quedamos inmóviles.



miércoles, 13 de junio de 2012

Capitulo 64: Si me olvidas

Caminé detrás de Pablo siguiéndole hasta el estudio. Abrió la puerta y aquello estaba tal cual lo dejamos aquel día.
- Este sitio misterioso.. -Pablo comenzó a reírse- No no yo no me río. -Comencé a reírme.
- Como que no? -Pablo se acercó a mi. Preparando sus manos- Y ahora? -Comenzó a hacerme cosquillas.
- Pablo! No.. -No podía parar de reír- No, no! No puedo mas! -Cada vez me reía mas, no aguante mas y me tiré al suelo.
Pablo cayó encima mio dejándome de hacer cosquillas, acarició mi mejilla y nuestros labios unieron esa pasión que sentíamos los dos.
- Sabes que? -Le dije a Pablo.
- Dime, cariño.
- Que pesas un poquito eh? -Comencé a reírme y dí un pequeño empujoncito a Pablo.
Pablo se hizo el enfadado y se levantó del suelo. Yo, me quedé sentada allí con la espalda apoyada sobre el sofá blanco. Miraba a Pablo, se había sentado en el piano pero simplemente miraba su libreta de canciones. ¿Buscaba algo? ¿Iba a tocar? Dejé que siguiera buscando. No me dijo nada. Paró de golpe en una pagina y colocó el libro encima del piano y comenzó a tocar las primeras notas... Me sonaba tanto aquella melodía... pero no sabía decir que canción era. Me quedé endulzada viendo como sus dedos acariciaban con tanta delicadeza cada tecla de aquel piano. De repente tras minutos de escuchar esa melodía comenzó a susurrar algo. Me levanté quise escucharle de cerca... pero no me acerqué del todo a él. Me quedé detrás y empezó a cantar.

"Llevo el sol de equipaje de mano, me vine sin pensarlo demasiado. Te imagino ahí, despidiéndome, y se me coge un pellizco que aprieta. Llevo la sonrisa forzada y el alma un poquito en alerta, por que derribaron mis botes, quedé flotando en mar abierta. Si me olvidas vivirás tranquila tendrás planes y proyecciones. Si me olvidas no habrán remolinos, ni altibajos de emociones. Por que el momento de encontrarnos llegó en plena tormenta, y aunque mis velas te buscaban mi dirección estaba quieta..." 

Siguió tocando aquella canción. Era precioso lo que había dicho. Aquella canción era de Vanesa Martín, vino a mi memoria. En mi cara se dibujó una simple sonrisa que nada me la podría borrar. Sin girarse hacía a mi dejó de tocar. 

- Sabía que te gustaría. -Me dijo sin aún girarse. 
Me acerqué hacía él y le abracé por detrás poniendo mis brazos sobre sus hombros. 
- Te quiero. Es preciosa cada nota que tocas con tal dulzura, no he visto persona que... -De repente se giró ante mi y me calló besándome.
- No hace falta que me digas nada mas... -Me dijo al deshacer aquel beso.

No pude decirle nada mas, como él me dijo. Me dejaba sin palabras. Mi mundo había cambiado de un día para otro. Me encantaba vivir la vida así, a su lado. Esos remolinos de los que había nombrado en la canción... era lo mejor de mi vida en este momento. Vivir aquello a su lado. Aquellos remolinos llevaban dulzura. Eran nuestros remolinos. Mis preferidos remolinos. Me encantaba la parte en la que íbamos de aquí para allá. Siempre había soñado eso. Siempre soñé pisar tierras andaluzas y con él se estaba convirtiendo en mi segunda casa. Había echo todo mi sueño realidad, había echo todo por mi. El estar al lado de alguien como él y pisar aquella maravillosa tierra llena de rincones mágicos que te llenan el alma. Sentirte andaluz en cada poro de tu piel... era tremendamente increíble. No quería que se acabara este maravilloso sueño nunca. No quiero despertar.

Volví en si, me había metido tanto en mis pensamientos que.. no me enteraba de que mi móvil estaba sonando. Pablo deshizo su abrazo y me dio el móvil.

- Cariño! Es Rubén -Me dijo y de repente reaccioné.
- Rubén? Que pasará? -Me puse nerviosa.
- Pero cógelo y no te pongas en lo peor!! -Me dijo Pablo, y descolgué.


"Rubén?"
"Si, ese soy yo!"
"Que pasa? Te ocurre algo?" -Estaba temblando pero vi como Pablo intentaba calmarme.
"A mi? Nada? No te puedo llamar sin ningún pretexto? Que tal os va? No se..." -Se rió después de sus palabras.
"Encima se ríe! Yo es que lo mato! Pues perfectos. Aquí por Málaga estamos!" -Le dije.
"Muy bien! y olvidando a la gente que habéis dejado aquí no??" 
"Eres.. erees.. ! No hemos olvidado a nadie! Por cierto.. ¿Quien eres?" -Nos echamos a reír los tres, vi como Pablo se moría de la risa y decía "Que buena es.." y volvía a reírse.
"Muy graciosa! No va... en serio! Cuando volvéis, o vuelves por tierras catalanas?"
"Pues.. me supongo que volveré yo sola por que Pablo tiene este jueves y este viernes concierto. Supongo que ya volveré para allá. Tu no sufras!"
"Estoy totalmente recuperado así que... mi guitarra está esperando." -Me reí.
"Pues si.. no estaría nada mal volver a esa rutina. Tranquilo todo volverá!"
"Si! Tengo ganas de verte."
"Si.. yo también.." -Y recordé lo que dijo Sandra "Por cierto.. tenemos que hablara, vale?"
"Hablar? por que?" -Vi como Pablo puso una cara rara y me supuse que Rubén también.
"Cuando nos veamos mejor.. vale?"
"Esta bien.. me has dejado.. bueno ya me dirás!"
"Bueno Rubén Pablo te manda saludos, nos vamos a descansar un poco!"
"Vale! Hablamos preciosa!"
"Adiós Rubén.. sii Adiós!"

Colgué el móvil. Pablo seguía perplejo delante de mi. Pero se apartó hacia un lado como molesto.

- Tienes que hablar algo con Rubén que no deba saber? -Suspiré ante su pregunta.
- Pablo... no empieces. No va por ahí!
- Entonces por que no se lo has dicho ahora? Que problema hay?
- Pablo en serio... No tengo nada que esconderte. Pero si no me crees.. -Abrí la puerta y bajé las escaleras dirigiéndome hacía a fuera de aquella casa. Una vez en la calle decidí tirar hacía una de las calles que tenía delante.

Noté como Pablo bajó las escaleras tras de mi cuando me fui de aquella casa pero ahora miraba hacía a atrás pero no había nadie. Aquellas calles eran siniestras. No me gustaba nada andar por ahí pero de repente me vi perdida. Caminé durante horas. Pero no conseguí volver a casa de Pablo. Ni si quiera llevaba encima el móvil, no tenía nada para comunicarme con él. Me había perdido y entre aquellas calles no había nadie. Comenzó a oscurecer. Me sentía asustada y sola. Me arrepentía el haberme enfadado con Pablo. Pero sabía que del todo no confiaba en Rubén.. Después de lo que había dicho Sandra era lógico. Pero quien sabe si esa... nos quería hacer daño simplemente. Deduci que ya era tarde por que estaba oscureciendo cada vez mas. Vi como al final de la calle venía alguien, pero no se le veía de buen aspecto así que decidí caminar hacía adelante y sin mirar atrás. No sabía donde meterme por que realmente no me conocía para nada Málaga. ¿Volvía hacía atrás? ¿Que podía hacer? Y Pablo.. no aparecía por ningún lado...




http://www.youtube.com/watch?v=W5-ok1ymm3g Vanesa Martín - Si me olvidas. 

sábado, 9 de junio de 2012

Capitulo 63: ¿Alegría?

Día tras día llorando. Miles de lagrimas derramaron de mis ojos que ya ni si quiera quedaban. Ni si quiera podía llorar mas. Esta vez una sonrisa dibujaba mi rostro, aquellas paredes seguían de color blanco pero desprendían otro sentimiento. ¿Alegría? SÍ, era eso. Esta vez ese color neutro se volvía vivo.
Al abrir sus ojos no lo podía creer. Mi voz no me permitió llamar a nadie mas, no me salia la voz. Él no dejaba de mirarme, aturdido. Yo, tenía miedo de que la operación pudiese haber afectado a su memoria y que no recordase a la persona que tenía delante suyo. Pero no fue así, me sonrió y me abracé a él. Estaba envuelta en sus brazos cuando entraron sus padres y Adrián por la puerta. Sus manos volvían a proporcionar calor, sus abrazos seguían siendo igual de tiernos. Su sonrisa había despertado, de nuevo. Su mirada volvía a mirarnos. No se lo podían creer y corrieron hasta la cama con lagrimas de felicidad en los ojos. Yo, no podía dejar de abrazarle.. y cada vez con mas fuerza.

- Me ahogas Jenny! -Me dijo Rubén.
- Ay lo siento! -Me deshice del abrazo y le sonreí- Te he echado de menos.
- Te he echado de menos, todo este tiempo. He pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar. Te echado de menos, he soñado el momento.. -Pablo apareció por aquella puerta cantando aquella canción.
Rubén y Pablo se dieron un fuerte abrazo. Por fin.. estaba de vuelta. Por fin volvía con nosotros. Yo sonreí a Pablo, le besé y se mantuvo abrazado a mi.  
- Tio, nos has echo sufrir. Esta nos la pagas. -Nos reímos todos ante el comentario de Pablo.
- Eres el mejor, Pablo. Gracias por estar de aquí para allá. Tienes gira y mira donde estas... -Dijo Rubén.
- A los buenos amigos nunca se les deja de lado. -le dijo Pablo- Tampoco podía dejar a Jenny así, mira como la tienes. No le hagas llorar nunca mas! -Lo dijo en tono de broma.

Tenía la sensación que aquí se había forjado una gran amistad entre Rubén y Pablo.
Pablo, estos días se había preocupado mucho de Rubén y él lo tenía en cuenta. Esto no parecía real. Pero volvíamos a la realidad. Tan solo era un mal bache, un mal sueño... algo en la vida que nos hace crecernos como personas y hacernos mas fuertes de lo que ya somos. Siento que mi corazón ya vuelve a latir con mas normalidad que la de antes, que mis lagrimas ahora son de felicidad. Olvidemos el pasado sin mirar atrás. Tan solo caminemos hacía adelante todos juntos, un mismo camino.

- Y vosotros... -Rubén se dirigió a sus padres, a Adrián y a mi- Perdón.. -Tenía los ojos llorosos.
- Pero Rubén... -Quise hablar pero no me dejó.
- No digas nada! -me hizo callar- Pediros perdón por cada lagrima derramada, Pablo tiene razón. He podido sentir cada una de vuestras lagrimas, vuestro sufrimiento, vuestra rabia... todo. Perdón por estas semanas de sufrimiento.
- Lo importante ahora, es que estas bien. Nada mas importa. -Le dijo su madre y le abrazó, alguna de sus lagrimas deslizaron por sus mejillas. Volvía a llorar. Pero esta vez feliz de no haber perdido a su hijo. Para una madre lo mas importante es aquella segunda vida que cuida durante 9 meses dentro de su ser y para ella ese era Rubén.

Abrazos de esos que echaba de menos... No sé a quien debo dar las gracias por haber echo que Rubén se despertará. Ahora la vida sigue, y mucho mejor que nunca. No me podía hacer a la idea de que cabía la posibilidad de perder a Rubén. Era algo que no podía soportar ni el pensarlo.

Rubén tan solo estuvo en el hospital unos 3 días, al poco tiempo le dieron el alta. El enfermero que le trató aquellos días dijo que se había recuperado de una manera impresionante y que eso hacía que le diera el alta. Pero claro, debía seguir viniendo cada semana a revisión hasta que se cercioraran de que Rubén estaba recuperado completamente. Podía seguir su vida normal. Vamos, su guitarra.. y demás.
La verdad que Rubén había tenido mucha suerte, nos dijo el enfermero, él podía haber muerto o quizás mas triste aún.. Rubén podía haber perdido la memoria totalmente después de esa operación y no recordarnos a ninguno de los que estábamos allí a su lado. Pero al sentir su despertar y ver como me sonreía y se abrazaba a mi todo decía que había vuelto a la normalidad. Todo era realmente complicado pero él y su fuerza superan las barreras de la vida.

Pablo, tenía varios días de vacaciones así que decidimos por despejar el ambiente de Barcelona y viajar hasta Málaga. Pasar a ver a su familia que hacía un tiempo que nos les veíamos ninguno de los dos.
Al pisar Málaga volvió a mi esa magia única del sur, esa magia de Málaga, esa magia Alborán.

- Pero.. que ven mis ojos? De vuelta por aquí la preciosidad de la Sra. de Alborán. Bueno.. Señorita. -Dijo Salva.
- Calla anda calla! -Me reí.
- Salvaaaaa... -Dijo Pablo mirándole de una forma extraña, no sabría describirlo. ¿celos? Me eché a reír. 
- Vale.. ya me callo. -Contestó Salva.
- Siempre estáis igual vosotros dos, eh? -Les dije.

En aquel momento apareció Ester, con su sonrisa y me abrazó después de darle un tierno beso a Pablo en la mejilla. Nos hizo entrar hacía adentro y colocamos las cosas en la habitación de Pablo. Otra vez estaba bajo ese techo que me daba seguridad.

- La pequeñaja? -Preguntó Pablo.
- Ha venido esta mañana tu hermana con ella pero.. bueno es raro, ha dicho que vendría esta tarde para veros. No tardará.
- Vale pues.. nosotros subimos a arriba mama, a descansar un rato.
- Esta bien cariño! -Dijo y cuando estuve a punto de levantarme de la silla para seguir a Pablo..- Por cierto Jenny. No quiero entrometerme pero...
- Pasa algo Ester? -le dije.
- No no.. tan solo como está Rubén? Pablo me ha comentado todo lo ocurrido pero.. no sé nada mas. Lo siento si... -Antes de que acabara ella la frase sonreí.
- Tranquila! Está perfectamente ya en su casa. Gracias por preguntar! -Le contesté.
- Me alegro mucho la verdad. -Me abrazó.

Pablo y yo subimos a arriba, a la habitación. Terminamos de poner las pocas cosas que habíamos traído. Al menos yo no traje casi nada, Pablo seguía con sus miles de pañuelos. Yo, como había dejado ropa por aquí no me hacía falta trasladar mucha ropa hacía Málaga, pensé bien.
Cuando Pablo terminó de colocar todo y ordenarlo me dijo que fuéramos a su estudio. Recuerdo la ultima vez de esa misteriosa puerta...

viernes, 8 de junio de 2012

Capitulo 62: Perderme en cada beso.

- Tan solo serán unos días princesa, volveré pronto. -Me dijo.
Estábamos en aquel aeropuerto, otra vez, despidiéndonos. Pablo se volvía a la gira y esta vez se iba hacía Bilbao. Le vería en unos días.. en tan solo 4, 5 o quizás 6.
- Si...
- No quiero verte triste. Verás como Rubén pronto despierta.
- Eso espero! Ni quiero tenerte lejos a ti... y quiero que esto de Rubén acabe ya, no puedo mas Pablo.
- Lo sé.. lo siento. Querría estar cada segundo a tu lado y... -le corté.
- Eh! No, no lo sientas.. esto forma parte de tu vida, debes hacerlo. Ya te he dicho miles de veces que no puedes decepcionar a esa gente que sigue caminando a tu lado, que siempre te apoyará, que te ha subido a lo mas alto..
- Si, pero resulta que.. tu también eres mi vida y me importas, y no estar contigo en estos momentos me parte el alma.
- Pablo, como tu has dicho... seguro que pronto Rubén despierta. Tranquilo todo irá bien! Al fin todo se supera.
- Te quiero... y no te imaginas cuanto. -Después de sus palabras, me besó. Ese beso dulce de despedida. Quizás ya me había acostumbrado a esos amargos momentos, por que sabía que detrás de ellos SIEMPRE había un dulce reencuentro que deseaba que llegara.
- Tanto como yo a ti.

Pablo se fue antes de que sonara el aviso para su vuelo. Así todo sería menos duro. Además, tan solo le quedaban 10 minutos para que dieran el primer aviso. El vuelo salía a las 10 y ya eran casi menos cuarto. Respeté esa decisión de Pablo de marcharse cuanto antes, no por que quisiera, simplemente.. si antes se iba, antes volvería. Era nuestra sensación.

Quizás hice mal, pero en todo el día no aparecí por el hospital. La verdad no es que no me apeteciera ver a Rubén. Claro que quería.. pero mi cuerpo dijo basta.
Me pasé el día absorta en mis pensamientos, "Pablo". Pablo colmaba mis pensamientos, era el dueño de ellos. Tanto pensé en él que al despertar al día siguiente, al abrir los ojos, recordé que aquella noche.. había soñado con él. Era una despedida! ¿Mis sueños también iban a torturarme? Parecía ser que sí!

En aquel sueño pude ver como Pablo y yo estábamos a punto de despedirnos, como hacía unas horas, no de la misma manera pero sí. Realmente no se ni por que.. Me alejaba de Pablo hasta que decidí sentarme en el suelo, colocar mi rostro entre mis piernas y sentir como el mundo se venía a abajo.
Sentí como alguien rozaba mi piel y levanté la mirada hacía él. Cogió mi mano diciendo "Venga va Jenny! Volveré!" tan solo pude abrazarle y.... "Me confieso, siento miedo al despertar en nuestra cama. Solo, y ver que no está al otro lado de la almohada... " ¡Pum! ¡Maldito despertador! ¡Adiós sueño, Hola realidad! Como duele cuando tienes un sueño así y despiertas en el mejor momento. Seguro que os ha pasado ¿No?

Logré apagar el despertador del móvil, me levanté y recordé que esta mañana no había nadie en casa así que decidí buscar entre los miles de cd's que tenía por allí. Sabe dios que canciones guardaban esos cd's, me arriesgue y encendí la minicadena para poner uno de ellos... al darle al play  esa canción.. volvió mis recuerdos en Pablo, otra vez.

"Que no me duermo, si no estás.. Que no respiro, si te vas. Que cada noche encuentro mi paz al verte. Y los dos besos que me diste ayer los he guardado y hoy los bordaré. Para que sepas que nunca me cansaré de decirte todo aquello, que jamás te dijo nadie. De perderme en cada beso por el hecho de encontrarte. De escucharte cada noche como no lo hizo nunca nadie. De vestirme con tus recuerdos, por el miedo de olvidarte.."

domingo, 3 de junio de 2012

Capitulo 61: Está estable

La verdad que salió con una cara un tanto seria y todos nos dirigimos hacía él con la misma cara de preocupación. No le hizo falta que dijéramos nada mas. Dejó atrás aquella cara con la que llegó delante de nosotros y en su rostro se dibujó una sonrisa, mientras decía: "Rubén ha superado la operación! Está estable." 
Aquella sonrisa seguida de esas palabras fue lo mejor que pude escuchar durante esos días que llevábamos allí encerrados. Dentro de esas paredes que desprendían todo tipo de sentimiento menos alegría. Había esa pequeña esperanza en cada rincón de ese lugar, claro que la había! Pero una vez ahí podía pasar de todo.
Después de tanto sufrimiento, por fin, podíamos respirar un poco mas tranquilamente. No plenamente, pero sí con un poco mas de confianza ante toda la situación. Cada vez se hacía mas grande ese algo que me dijo un día que Rubén estaba bien, que estaba luchando por ello y que no lo iba a abandonar.
En el mismo momento que aquel cirujano nos dijo aquello nos miramos entre nosotros y sonreímos. Yo, me abracé a Pablo mientras miraba al cirujano y con una amplia sonrisa le decía: "Gracias..."
Aquel cirujano volvió a desaparecer entre esas puertas. En cuestión de media hora cambiaron a Rubén de sitio y volvieron a subirle a planta. En nuestras caras se reflejaba la alegría por ver como Rubén forjaba su vida dando pequeños pasos...

- Amor! -Me dijo Pablo parándose delante de mi.
- Que pasa? -Le miré y me besó.
- Me encanta verte así! Hacía días que no sonreías y eres preciosa cuando sonríes. -Me dijo.
- Eres un encanto! -Le besé- Ya era hora de sonreír. Esto es muy duro... pero si hay alguna sonrisa del por medio siempre suple ese sufrimiento.
- Me hace feliz por toda esta situación... pero sobretodo me hace feliz por verte a ti feliz, sabes que eres lo mas importante en mi vida.
- No se a quien debo darle las gracias por tenerte aquí a mi lado, por tener tus besos.. tus caricias.. tus sonrisas, por tenerte simplemente a ti. -Le dí un dulce abrazo.
- No tienes que darle las gracias a nadie.. yo estoy a tu lado por que sin ti no puedo! -Volví a besarle de nuevo... esos dulces labios que me volvían loca..

Entramos en la habitación de Rubén, todos. Allí estaba otra vez estirado en la cama.. pero esta vez no tenía tantos tubos conectados a él. Ya no le eran necesario tantos tubos. Aquello me hacía pensar en la posible recuperación de Rubén. Pensé "posible".. por que en la vida nunca puedes confiarte de nada, en ninguna circunstancia debes confiar.. hoy en día hay poco en lo que poder confiar plenamente y sin ningún tipo de duda. Así que aquello era una de esas cosas en la que confiabas pero siempre había esa pequeña cosa que te hacía tirar para atrás y frenar el paso.

Debido a que Rubén ya estaba un poco mas recuperado, Pablo y yo, volvimos a casa. Era un día de despedidas.. él debía de volver a la gira al día siguiente y yo seguir allí en El Prat. Otra noticia dura a la que acostumbrarse pero era inevitable, era su sueño y yo no podía romperlo. El suyo y el de millones de personas que esperaban por él. Yo me había sentido igual y lo entendía.

- Te voy a echar de menos amor... Gracias por venir! Me has llenado de vida.
- Nos vemos prontito, en unos días, ya veras!
- Eso espero!
- Y así será princesa! Me tendrás que mantener informado sobre Rubén.. estoy seguro que pronto despertará.
- Y tanto! Algo me dice que también!
- SI! ¿Me ayudas? -Me dijo señalando su maleta.
- Pero que cara no? jajaja el niño no se sabe hacer su maleta? -Sonrió y colocó sus brazos sobre mi cintura para abrazarme y después besarme.
- Y tanto que se.. vale vale! -se hizo el enfadado y se fue hacía la maleta a colocar sus cosas. Aparecí por detrás suyo deslizando mis manos hacía su cintura y abrazándole, de tal manera de que Pablo se incorporó y se giró hacía a mi poniendo sus manos sobre mi pelo y acariciándolo con delicadeza. Volvía a sentir aquellos escalofríos que me hacía sentir solo él, él era especial. Seguía teniendo ese algo que me hacía estremecer.
Al final acabé ayudando a Pablo a meter sus cosas en la maleta. Me dí cuenta que llevaba miles de pañuelos.

- Hay una cosa que no entiendo! -Le dije, él me miro con cara de confundido.
- El que? -Dijo.
Empecé a reir!
- Traes miles de pañuelos! -Seguí riendo y Pablo conmigo.
- Tienes razón.. no lo se ni yo!

Pasamos un rato de risas, él y yo. Aunque hubiéramos que despedirnos allí estábamos entre sonrisas...