martes, 15 de enero de 2013

Capitulo 78: Algo especial

Narrado por Rubén:
Habían pasado exactamente 10 días des de que me dieron la noticia. Y si me lo propusiera también podría deciros las horas, los minutos... estaba nervioso, contaba cada minuto que pasaba. Iba a poder hacer un concierto. Un concierto solo para mi. Hoy, era el gran día y estaba tembloroso de pies a cabeza. Hoy iba a hacer mi primera aparición frente al publico. ¿Quien vendría? ¿Como recibirán mi música? ¿Les gustará al publico? -Cálmate- Me dijo mi subconsciente. Intenté calmarme, tan solo quedaban unas horas para enfrentarme a mi publico.

- ¿Qué? ¿Nervioso? -Me dijo Marian, ella era mi representante des de hacía pocos días.
- ¿Tu que crees? -Me froté las manos, las tenía sudorosas- Estoy nerviosisimo. No puedo calmarme.
- Tranquilo, todo irá bien.
- ¿Sabes si vendrá mucha gente a verme? -Le pregunté preocupado.
- Pues he oído por ahí alguna que otra persona. Seguro que si, siento ser sincera, pero si. -Me puse mas nervioso aún, si cabe.
- No me lo puedo creer... Hace tanto tiempo que sueño con este momento y llevo varios días temblando de pies a cabeza. -Dije levantándome del sofá en el que estaba sentado.
- Rubén es normal, te enfrentas a algo nuevo. Pero tranquilo... todo saldrá perfecto. Estoy segura, confío en ti. -Me dijo.
- Muchas gracias...

Narrado por Jenny:

- Cariño, acabo de llegar a Londres. A ver si llamo a mi tía que no la veo por aquí... -Le dije a Pablo.
- Vale! En un rato te llamo, Si? Te quiero princesa! -colgamos el teléfono.

Después de colgar a Pablo llamé a mi tía. ¿Donde andaría? Seguro que en alguno de sus proyectos musicales. Si. ¿No os lo había contado? Mi tía es manager. Pero bueno nunca ha sido de grandes artistas, tan solo de algunos que se conocían a nivel de ciudad. Por eso me tenía a mi tan enganchada a "famosillos" poco reconocidos. ¿Sabéis? Es lo mejor. Si no mirad a Pablo. Pero en el mundo de la música realmente si quieres vivir de ello necesitas fans o a esa familia que te siga incondicionalmente.
No me equivoqué. Mi tía estaba metida en uno de sus proyectos, tan metida que ni siquiera se había dado cuenta de la hora que era.

- Donde estas? -Le dije.
- Ya has llegado al aeropuerto? ¡Ostia! No me dado cuenta de la hora. Un momento. -No me colgó.. Oí como le daba indicaciones a alguien. Pero no conseguí oírlo del todo- Ahora mismo voy para allí. Lo siento cariño!
- No pasa nada tita... aquí te espero. -Colgué.

En cuestión de 20 minutos llegó a la puerta un coche del cual bajó mi tía. Me acerqué hacía ella. Nos dimos un fuerte abrazo al vernos. Las dos nos dirigimos hacía el coche y al llegar abrió el maletero para poder colocar mi maleta. Entré en el coche y me coloqué el cinturón.

- Que tal está Pablo, bien? -Me dijo al arrancar el coche.
- Si! Estupendo. Hoy se iba para Málaga también! -Le respondí.
- Si? Podía quedarse en casa, no molestaba eh.
- Ya! Pero tenía ganas de ver a su familia también.
- Bueno si es así se lo perdonamos jajaja -Nos reímos las dos.
- Pero cuéntame. Esta vez.. ¿Quien es? -Le pregunté intrigada.
- Creo que te va a encantar. Además cantará alguna canción de Pablo esta noche.
- Si? Estoy deseando de conocerle! -Estaba encantada de conocer a ese chico.
- Ahora vamos a casa, yo tengo que volver al ensayo con él. Luego mas tarde vuelvo, cenamos y vamos al concierto.
- Vale! Mientras tu andas por ahí aprovecharé para ducharme y dar una vuelta por aquí.
- Me parece bien!

Llegamos a casa. Mi tía a pocos minutos tuvo que irse. Así que se volvió a despedir de mi y se marchó pitando. Yo, aproveché para sacar mi ropa de la maleta y colocarla en el armario que mi tía me había preparado para mi. Me dejé una falda y una camiseta para poder cambiarme después de la ducha. En cuanto estuvo todo puesto en el armario me dí la ducha.
Acabada de duchar y cambiada salí hacía la calle a dar una vuelta. No sabía en que rumbo pero la cosa es que quería ver esas calles maravillosas de Londres.
Ni siquiera sabía realmente por donde me movía, así que decidí no alejarme mucho de la casa de mi tía. Solo faltaba que me perdiera por Londres.

- Señorita... ¿Que desea? You speak spanish? -Aquellos ojos color miel se clavaron en mi des de que entré en aquella cafetería.
- Yes! Osea... si! jajajajaja -Nuestras risas sonaron en unisono- Un café, gracias.
- Algo mas? Le apetece alguna pasta? Puede mirar en aquella cristalera si quiere. -Sonrió señalándome la cristalera.
- Vale, muchas gracias. Ahora miro. -Le contesté. En ese momento, detrás de él, me acerqué hacía la cristalera para poder mirar. Se acercó por detrás de mi.
- Ya has decidido? Yo te aconsejo esas palmeritas. Las hago yo mismo. -Me guiñó el ojo.
- Bueno... pues me fiaré de ti. -Le contesté y me senté.
Llegó a mi mesa al poco tiempo, con mi café y dos palmeritas. -No te vas a arrepentir- y se retiró hacía el mostrador.
Yo tomé mi café y aquellas palmeritas. Tenía razón, estaban realmente buenas. No había probado nunca unas así. Miré el reloj. Había pasado mas de media hora en aquella cafetería, debía seguir viendo la ciudad. Así que de un salto me levanté de la me y fui hacía el mostrador a pagar.

- Como estaban esas palmeritas? -Me dijo nada mas llegar hacía él.
Eche a reír antes de contestar, no sé por que pero me hizo gracia. Como insistía en aquellas palmeritas.
- Si! Buenisimas! No me arrepiento, no! -Le contesté.
- Lo sabía.

Quise pagar pero no sé por que motivo no me dejó pagar lo que había tomado. Según él le había caído bien y como nunca me había visto por la ciudad... Era en modo de bienvenida. ¡Que hostilidad en Londres!

- Verdad que nunca te he visto por aquí? -Me preguntó antes de que me fuera.
- Verdad. He llegado hoy. Vivo con mi tía unas calles mas abajo. Voy a pasar una temporada por aquí!
- Pues me encantaría volver a verte por Monmouth.
- Si me vas a volver a invitar no pienso volver.
- Tranquila la próxima vez no lo haré.
- Entonces me lo pensaré. Bueno... te tengo que dejar. Voy a seguir paseando por Londres. Gracias de nuevo. Da gusto que te traten así.
- Encantado de conocerte, soy Paul. Para lo que quieras, ya sabes... detrás de este mostrador me encontrarás.
- Encantada también, me llamo Jenny. Nos vemos pronto.

Salí de la Cafetería Monmouth. Su hostilidad me hacía sentir un poco incomoda. Me trataba de muy buena manera sin tan si quiera conocerme de 20 minutos. Detalles así se agradecen pero sin explicación me dejan descolocada.
Seguí pensando durante unos minutos mas sobre Paul y su hostilidad. Realmente me había encantado... pero ¿Por que yo? ¿O lo hacía con todas?
Dejé de pensar por un instante en eso y me concentré en volver a casa, en reconocer las calles para no perderme. Casi sin problema llegué hasta la puerta de casa. Subí hacía el piso de mi tía donde ella ya se encontraba. Estaba preparando la cena a toda prisa por que en una hora teníamos que estar en la sala  para ver el concierto. Cenamos, y estuvimos charlando un largo rato. Le conté lo que había echo en ese rato que ella no había estado. De echo también le conté lo que había pasado con Paul. -¿Paul? Paul es muy bueno.. Trata muy bien a todo el mundo. Casi toda la ciudad le conoce y conocen su gran café. Monmouth- Así era. Pues a Paul le conocía toda la ciudad. -Vuelvo a repetir.. ¡Que hostilidad!-
Nos terminamos de dar unos últimos retoques a nosotras mismas y pusimos rumbo hacía la sala. Cogimos el coche y en cuestión de 10 minutos llegamos a allí. Como mi tía era la manager nos dejaron entrar unos minutos antes.

- No, no. Tranquila. Ve tu, yo voy un momento al baño y nos vemos ahora. -Le dije.

Entré en el baño y tuve que apoyar en la pared para no desfallecer. De un minuto a otro me encontraba de esa manera. Mi cuerpo temblaba de pies a cabeza y no sabía el motivo. Mi cabeza presentía que iba a pasar algo. -Tonterías- Pensé. Me mojé un poco la nuca y una vez en mejor estado salí del baño.
Busqué a mi tía, allí estaba frente el escenario. Vi a aquel chico, de espaldas, como entraba con su guitarra en la manos al camerino. La sala en cuestión de 10 minutos se empezó a llenar hasta que no cabía nadie mas. Pues si que prometía, ¿Si que gustaba, no? En el mismo momento en el que iba a salir tuve otro pequeño desvanecimiento. -¿Estas bien, cariño?- Me dijo mi tía preocupada. -Voy a salir un momento, creo que es el agobio de tanta gente. En nada vuelvo.- Le dije. -Si no te encuentras mejor llámame-
Salí hacía la puerta a tomar un poco de aire. No entendía por que me encontraba de esta manera. Seguro que sería el agobio de estar entre tanta gente.
Oía como empezaba a cantar algo así como...
"Es inútil explicar cuando no ama de verdad. El alma se te desborda y ninguna otra cosa se le llega ni acercar. Solo se puede sentir y si lo llegas a vivir. No hay nada comparable cuando algo tan grande lo sientes dentro de ti. Sientes que te falta el aire para poder respirar, que jamas antes en tu vida ha sentido nada igual. Ya has encontrado tu motivo, tu razón para luchar. Por que es el motor que mueve a la humanidad. Y te arma de poder, de algo tan esencial. Sabes que darías tu vida, si acaso llegara el día, sin pestañear."

En ese preciso momento decidí entrar a la sala. Y había acabado de cantar aquella canción de Manu Tenorio. En cuanto me acerqué a mi tía oí como empezaba otra canción que decía...
"Quédate un momento así, no mires hacía a mi que no podré aguantar si clavas tu mirada que me hiela el cuerpo, me ha pasado antes que no puedo hablar. Tal vez pienses que estoy loco, y es verdad.. un poco tengo que aceptar. Pero si no te explico lo que llevo dentro no vas a entender cuando me veas llorar..."

¿Como? ¡Es su canción! ¡Es su voz! Miré entre la gente hacía el escenario... No me lo podía creer.