martes, 25 de diciembre de 2012

Capitulo 77: Todo era un sueño

Narrado por Rubén:

Ella se derrite por mi cuello, cruza sus brazos y amarra mi pecho y nos vamos fundiendo en el fuego. Viviendo el milagro de querernos. Las horas se quedan dormidas entre las costuras de nuestras caricias, quedando solamente el sonido de los latidos y nuestros suspiros. Y de pronto abro mis ojos y mis brazos amanecen vacíos  y me despierto sudando entre tus recuerdos. Y en ese preciso momento me vuelvo a dar cuenta de que eres el alma de todos mis sueños. Y me despierto cuando estoy rozando tus besos, y no hay peor pesadilla que despertar a la realidad de que ya no te tengo y todo ha sido tan solo otro sueño. Tengo que encontrar la manera de conseguir dormir una noche entera. Mi piel te sigue guardando duelo, no se acostumbra a empezar de nuevo. Es tan duro el peso de tu ausencia ahora que estas tan lejos...

Despierto de un salto. Otra noche mas soñando con ella des de que me fui de aquella ciudad.
No podía dormir con tranquilidad. No me dejaba. Soñaba siempre que la tenía entre mis brazos pero cuando despertaba la volvía a perder. Me desesperaba y no volvía nunca mas. Mi sueño se repetía una y otra vez. Sentía algo en el pecho con tanta fuerza que casi no me dejaba respirar con normalidad. No me lo podía creer, no podía olvidarme de ella. Su recuerdo me tortura en cada sueño, en cada esquina...
Su beso se impregnó en mi vida. Nadie me iba a hacer olvidar aquel instante. Quizás ella si lo había olvidado, quizás ella en estos instantes vuelve a estar con Pablo, quizás... ni se acuerde de mi. ¿Como estará? Realmente esto era un castigo para mi, no para ella. Yo había dejado todo por alejarme de su lado. Me hacía daño. ¿Volveré a verla? Estaba claro que hasta que yo no volviera a Barcelona no volvería a verla. Estaba en mis manos.
Volví a la realidad. Había quedado con unos representantes importantes de la música. Ayer me los presentaron y querían saber mas de mi. Me levanté de la cama y me di una ducha rápida. Me vestí de manera algo seria. Pantalones baqueros, una de mis camisetas básicas con la americana encima y mis botas negras. Estaba preparado, y la verdad que muy nervioso. Tenía ganas de entrar del todo en el mundo de la música. Me moría por enseñarles como canto al público. Cogí mi guitarra y sin mas preámbulos bajé hacía el vestíbulo del hotel. Allí habíamos quedado. Aún quedaban unos 20 minutos para que llegaran así que me acerqué a la cafetería y me tomé un café para poder despertarme un poco.
Al volver al vestíbulo allí me los encontré. Buenos días. Les dije mientras nos estrechábamos la mano.

Pasé toda la mañana hablando con ellos. Me escucharon cantar, tocar la guitarra. También les dije que sabía tocar el piano. Les vi bastante contentos conmigo pero no me concretaron nada.

- Tranquilo, pronto tendrás noticias nuestras. Eres una promesa bastante fuerte. Queremos apostar por ti. Pero sabes que esto va lento, Rubén. -Me dijeron.
- Si, si. Entiendo. -Les dije, un tanto... no sé si decepcionado sería la palabra.
- No te preocupes. Tranquilo, todo a su tiempo llega. Nosotros ahora nos tenemos que ir... Pronto hablamos.
- Esta bien. Nos vemos y... gracias por todo. -Nos despedimos.

Volví al hotel. Subí a la habitación. Me sentía un tanto triste pero con esa esperanza que tenía des de hace años. Algo me decía que pronto llegaría mi oportunidad. Que esto estaba a la vuelta de la esquina. Pero tendría que esperar un poco mas.
Llamé para que me subieran la comida. Tenía que comer rápido por que dentro de 1 hora tenía mi clase de inglés.

Narrado por Jenny:


- Hola tita! -dije contestando al teléfono-  Si, perfecto por casa. Dice Pablo que gracias por dejarnos quedar aquí! ¿Como? ¿Yo? ¿Para qué? ¿Un nuevo qué...? Tiene buena pinta!? Pero y.. ¿Pablo? Claro... bueno tita.. hablamos!... Si! Yo te llamo! -Y colgué.

Miré a Pablo extrañado. Mi tía quería que viajara a Londres porque ¿ha oído que había una nueva promesa de música? Que me iba a gustar. Bueno... ella sabe que a mi esos artistas que salen así nuevos me encantan por que al ser tan poco reconocidos se puede tener un mejor acercamiento, pero... viajar a Londres por eso no era mi idea. 

- Que pasa cariño? -Me dijo Pablo- Que dice tu tía?
- Nada. Dice que hay una nueva promesa de música por Londres y que si me apetece ir a pasar unos días a allí con ella y de paso ir al concierto que hace dentro de unos días. Es una buena idea. También me gustaría pasar unos días fuera de aquí después de todo lo que me ha pasado… Pero… -Le conté.
- Quieres ir? –Me cortó- Puede ser una buena idea. No te preocupes por mi. Yo puedo pasar unos días en Málaga con mi familia que seguro que se alegran de que vuelva.
- No sé… Pablo! Yo quería también pasar días contigo. –Le dije- Y si te vienes tu también?
- No, amor. Además no puedo, en unas semanas tengo entrevistas de radios por Málaga. 
- Si? Bueno... podría plantearme de ir unos días. 
- Te irá bien cariño. No te preocupes. 

Posiblemente si que sería una buena idea la de ir a Londres a pasar unos días. Aquí me sentía un tanto aturdida. Entre lo que había pasado, mi estancia en el hospital y mi hermano... Estaba que no podía mas. Pablo lo entendía. Me daba pena que se quedara por aquí pero él también tenía su trabajo y no podía dejar esas entrevistas de lado. ¡Si! Decidido iba a ir a pasar unos días con mi tía a Londres. 
Me picaba la curiosidad de quién sería ese nuevo cantante. 
Hablé con mi tía los días en concreto que me iba a ir. En tan solo 1 semana estaría por Londres. 
Pasamos una última semana increíble  Pablo y yo, no nos separamos ni un solo segundo. Nos quedamos bastante tiempo por cada. Debajo de la manta acompañados de películas y mas películas. Con este frío ¿a quien le apetece salir ahí fuera? 

Narrado por Pablo: 
Fui a acompañarla al aeropuerto. Le iba a dejar marchar otra vez por unos días. Estaba vez estaba de acuerdo con que se tomara unos días de descanso. Pero sinceramente le iba a echar de menos. Ahora que todo se había calmado. Nos despedimos en aquel aeropuerto donde tantas veces había visto como partíamos alguno de los dos. Aquel aeropuerto había sido testigo de eternos besos y abrazos de despedida. Como odiaba esos momentos. No lo hicimos muy largo. Nos despedimos lo antes posible y Jenny puso rumbo hacía la puerta de embarque. A cada paso que daba mas se estrechaba mi alma, como si hubiese algo que la estrujara. Alguna que otra lagrima caía por mi mejilla, era leve. Eran de despedida... pero ¡Volverá! 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Capitulo 76: Volvemos.

Apreté fuertemente su mano contra la mía. Manteníamos los dos los ojos cerrados. Pero en poco segundos eso cambio.
- Te quiero, lo siento. -Susurró.
De golpe abrí los ojos pero esta vez como platos. Jenny había vuelto a abrir sus ojos y su sonrisa envolvía el mundo con esa pureza. Volvía a sentir que mi corazón latía mucho mas tranquilo que antes.
No podía creerme que volvía a estar plenamente a mi lado. Ella intentó incorporarse pero yo se lo impedí.
- Cariño, cariño... tranquila! No te levantes. Estoy aquí a tu lado. -Le dije.
- Pablo... lo siento. -Levantó su mano y a la vez que me decía aquello acariciaba mi cara con dulzura.
- No tienes que pedirme disculpas por nada... Te quiero. -Dije eso mientras me levantaba de la cama- Voy a buscar a tus padres... están abajo.
- No, Pablo... necesito explicarte esto antes que nada. Mi corazón me lo pide. -Me lo dijo realmente preocupada.
- No necesito que me expliques nada... pero sé que no te voy a hacer cambiar de idea.. -Dije.
- Como lo sabes... -Nos reímos a la vez.
Hizo silencio de golpe y su cara se tornó un poco seria. Quiso explicarme realmente todo lo que había sucedido aunque yo le dijese que no era necesario. Te das cuenta realmente de lo que importa cuando algo te alerta de que lo pierdes. Estuve a punto de perderle y no hubiese podido soportarlo. Ahora mismo no me importa lo que hubiese sucedido entre ellos dos... a mi lo único que me preocupaba era ella, nada mas.
Me explicó todo como pudo, entre lagrimas. Realmente no había pasado nada grave. Jenny me explicaba que había sentido ese impulso de besarle y que ahora no sabía que hacer. Rubén se ha ido, tengo que buscarle Pablo... Me siento fatal. Me decía. Tienes que pensar en recuperarte, luego te ayudaré a buscar a Rubén y que todo esto se solucione. Quizás no esté enfadado contigo. Pero ella no estaba tranquila del todo realmente. Lo veía en su cara. En ese momento entendí que si, que a Rubén le quería de una manera especial, que se había equivocado al besarle... pero que le importaba de verdad y se sentía culpable al haberle hecho marchar.
Sus padres se alegraron al ver que ella se había despertado. Entre aquellas paredes blancas reinaba alegría y la tranquilidad. Pero algo me decía que no por mucho tiempo. Tenía el presentimiento que algo iba a pasar dentro de muy poco.
Jenny y yo pasamos la tarde entre tonterías, me alegraba verla con esa sonrisa en su carita de nuevo. Era realmente preciosa. Pero en ese instante hubo algo que interrumpió la calma, que nos quitó las sonrisas. No sabíamos que estaba pasando pero en el pasillo se oían todo tipo de gritos. Yo, impedí que Jenny saliese de la habitación. Ya voy yo a ver que pasa. Le dije. Eso hice, me levanté de la cama y me dirigí hacía la puerta. Al abrirla hubo alguien que estuvo a punto de abalanzarse sobre mi. Todo fue rápido  en ese momento no pude ver quien era. Si no hubiese sido por el padre de Jenny creo que en ese mismo instante hubiese caído al suelo. Cuando pude reaccionar vi que el culpable de todo este escándalo era Cristian, el hermano de Jenny. No daba crédito a la situación. Estaba totalmente fuera de si. Tu eres el único culpable de que mi hermana esté aquí. Me decía. Esas palabras eran duras, me hacían sentir realmente mal. Se clavaban en cada esquina de mi alma.

- Nadie es culpable de que tu hermana esté aquí, y menos él y lo sabes. -Dijo su padre.
- Tu también le vas a defender? Pues adelante... Dejad que le destroce la vida.
- Que le destroce la vida? -No pude soportarlo y respondí- Crees que cuidar de ella durante días, quedarme noches en vela, cuando estaba fuera, echándola de menos, y millones de detalles mas que tengo tan solo para ella... es destrozarle la vida? -Quise irme pero no me dejó.
- Si! Sino dime por que motivo está aquí eh... Dímelo!
Tenía razón... habíamos discutido y... ¡No! Definitivamente tu no tenías la culpa de todo esto! Me decía eso a mi mismo. En aquel preciso momento la puerta por la que salí yo se volvió a abrir y Jenny salió de la habitación. Con las únicas fuerzas de las que disponía. Intenté acercarme a ella lo mas rápido posible pero me adelantó su hermano. Me quedé a una distancia prudencial.

- Yo puedo sola. -Dijo Jenny a su hermano, y él la soltó. Yo, aproveche para acercarme a ella y ayudarle- Acabo de escuchar todo lo que habéis hablado. Pablo no tiene la culpa. No quiero que le hagas sentir mal.
- También tú? Está bien... haced lo que queráis. Yo ya sobro aquí. Mi opinión no vale para nada.-Se fue tras esas palabras.
Yo, fui detrás de él, no podía dejar esas ultimas palabras en su boca.
- Si con tu opinión se trata de hacer daño a los demás... No, no vale para nada. -Dí media vuelta sin decir nada mas. Volví donde estaban ellos. Él siguió su camino.

Vi con que cara se quedaba Jenny así que le abracé fuertemente sin decirle nada mas. Todos allí nos quedamos con un mal pesar en el cuerpo. Sus padres se fueron al poco tiempo, tenían que hablar con él. No podía quedarse esto así. Se tenía que solucionar de alguna manera. No tenía la culpa de lo que le había pasado a mi princesa... O si? Realmente en cierto modo si. Seguro que yo la había puesto nerviosa y por eso se habrá desmayado.
No soportaba mantener esos pensamientos en mi mente, me sentía culpable.

Jenny estuvo allí una noche mas. Ya se había recuperado así que en cuanto estuvo mejor le dieron el alto. Volvimos los dos a casa de su tía, juntos otra vez. Esta vez mucho mejor que antes.. dejando todo atrás. Queríamos centrarnos en nuestro amor, en mantener nuestra sonrisa juntos... en querernos, como nunca, el uno al otro.

En cuanto Jenny se recuperara de verdad. En cuanto tuviese las fuerzas física y psicologicamente mejor buscaríamos a Rubén. ¿Pero donde? ¿Donde había podido ir? Será por ciudades... Íbamos a volvernos locos buscándole.
¿Estas segura que quieres buscar a Rubén? No quiero que te haga daño. Quiero pensar que él no esté enfadado contigo pero también cabe la posibilidad esa que... -Ella me cortó. Si, quiero saber donde está, hablar con él... realmente saber que ha pasado, por que se ha ido. Me debe una explicación.

La verdad... que Jenny era muy cabezona. Pues si, fue así. Buscamos a Rubén. Empezando por sus padres. Ellos no sabían nada de él. Si que les llamaba pero en ninguna ocasión les había dicho donde estaba. Se quería asegurar de una buena manera de que ella no le encontrara. ¿Pero.. Porque? ¿Estaba realmente enamorado como para hacer todo esto? No lo entendía...
Dentro de poco... lo descubriría.

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Gracias a la gente que sigue leyendo mi novela, y si hay alguien que se incorpora.. también. 

Jenny.