martes, 15 de enero de 2013

Capitulo 78: Algo especial

Narrado por Rubén:
Habían pasado exactamente 10 días des de que me dieron la noticia. Y si me lo propusiera también podría deciros las horas, los minutos... estaba nervioso, contaba cada minuto que pasaba. Iba a poder hacer un concierto. Un concierto solo para mi. Hoy, era el gran día y estaba tembloroso de pies a cabeza. Hoy iba a hacer mi primera aparición frente al publico. ¿Quien vendría? ¿Como recibirán mi música? ¿Les gustará al publico? -Cálmate- Me dijo mi subconsciente. Intenté calmarme, tan solo quedaban unas horas para enfrentarme a mi publico.

- ¿Qué? ¿Nervioso? -Me dijo Marian, ella era mi representante des de hacía pocos días.
- ¿Tu que crees? -Me froté las manos, las tenía sudorosas- Estoy nerviosisimo. No puedo calmarme.
- Tranquilo, todo irá bien.
- ¿Sabes si vendrá mucha gente a verme? -Le pregunté preocupado.
- Pues he oído por ahí alguna que otra persona. Seguro que si, siento ser sincera, pero si. -Me puse mas nervioso aún, si cabe.
- No me lo puedo creer... Hace tanto tiempo que sueño con este momento y llevo varios días temblando de pies a cabeza. -Dije levantándome del sofá en el que estaba sentado.
- Rubén es normal, te enfrentas a algo nuevo. Pero tranquilo... todo saldrá perfecto. Estoy segura, confío en ti. -Me dijo.
- Muchas gracias...

Narrado por Jenny:

- Cariño, acabo de llegar a Londres. A ver si llamo a mi tía que no la veo por aquí... -Le dije a Pablo.
- Vale! En un rato te llamo, Si? Te quiero princesa! -colgamos el teléfono.

Después de colgar a Pablo llamé a mi tía. ¿Donde andaría? Seguro que en alguno de sus proyectos musicales. Si. ¿No os lo había contado? Mi tía es manager. Pero bueno nunca ha sido de grandes artistas, tan solo de algunos que se conocían a nivel de ciudad. Por eso me tenía a mi tan enganchada a "famosillos" poco reconocidos. ¿Sabéis? Es lo mejor. Si no mirad a Pablo. Pero en el mundo de la música realmente si quieres vivir de ello necesitas fans o a esa familia que te siga incondicionalmente.
No me equivoqué. Mi tía estaba metida en uno de sus proyectos, tan metida que ni siquiera se había dado cuenta de la hora que era.

- Donde estas? -Le dije.
- Ya has llegado al aeropuerto? ¡Ostia! No me dado cuenta de la hora. Un momento. -No me colgó.. Oí como le daba indicaciones a alguien. Pero no conseguí oírlo del todo- Ahora mismo voy para allí. Lo siento cariño!
- No pasa nada tita... aquí te espero. -Colgué.

En cuestión de 20 minutos llegó a la puerta un coche del cual bajó mi tía. Me acerqué hacía ella. Nos dimos un fuerte abrazo al vernos. Las dos nos dirigimos hacía el coche y al llegar abrió el maletero para poder colocar mi maleta. Entré en el coche y me coloqué el cinturón.

- Que tal está Pablo, bien? -Me dijo al arrancar el coche.
- Si! Estupendo. Hoy se iba para Málaga también! -Le respondí.
- Si? Podía quedarse en casa, no molestaba eh.
- Ya! Pero tenía ganas de ver a su familia también.
- Bueno si es así se lo perdonamos jajaja -Nos reímos las dos.
- Pero cuéntame. Esta vez.. ¿Quien es? -Le pregunté intrigada.
- Creo que te va a encantar. Además cantará alguna canción de Pablo esta noche.
- Si? Estoy deseando de conocerle! -Estaba encantada de conocer a ese chico.
- Ahora vamos a casa, yo tengo que volver al ensayo con él. Luego mas tarde vuelvo, cenamos y vamos al concierto.
- Vale! Mientras tu andas por ahí aprovecharé para ducharme y dar una vuelta por aquí.
- Me parece bien!

Llegamos a casa. Mi tía a pocos minutos tuvo que irse. Así que se volvió a despedir de mi y se marchó pitando. Yo, aproveché para sacar mi ropa de la maleta y colocarla en el armario que mi tía me había preparado para mi. Me dejé una falda y una camiseta para poder cambiarme después de la ducha. En cuanto estuvo todo puesto en el armario me dí la ducha.
Acabada de duchar y cambiada salí hacía la calle a dar una vuelta. No sabía en que rumbo pero la cosa es que quería ver esas calles maravillosas de Londres.
Ni siquiera sabía realmente por donde me movía, así que decidí no alejarme mucho de la casa de mi tía. Solo faltaba que me perdiera por Londres.

- Señorita... ¿Que desea? You speak spanish? -Aquellos ojos color miel se clavaron en mi des de que entré en aquella cafetería.
- Yes! Osea... si! jajajajaja -Nuestras risas sonaron en unisono- Un café, gracias.
- Algo mas? Le apetece alguna pasta? Puede mirar en aquella cristalera si quiere. -Sonrió señalándome la cristalera.
- Vale, muchas gracias. Ahora miro. -Le contesté. En ese momento, detrás de él, me acerqué hacía la cristalera para poder mirar. Se acercó por detrás de mi.
- Ya has decidido? Yo te aconsejo esas palmeritas. Las hago yo mismo. -Me guiñó el ojo.
- Bueno... pues me fiaré de ti. -Le contesté y me senté.
Llegó a mi mesa al poco tiempo, con mi café y dos palmeritas. -No te vas a arrepentir- y se retiró hacía el mostrador.
Yo tomé mi café y aquellas palmeritas. Tenía razón, estaban realmente buenas. No había probado nunca unas así. Miré el reloj. Había pasado mas de media hora en aquella cafetería, debía seguir viendo la ciudad. Así que de un salto me levanté de la me y fui hacía el mostrador a pagar.

- Como estaban esas palmeritas? -Me dijo nada mas llegar hacía él.
Eche a reír antes de contestar, no sé por que pero me hizo gracia. Como insistía en aquellas palmeritas.
- Si! Buenisimas! No me arrepiento, no! -Le contesté.
- Lo sabía.

Quise pagar pero no sé por que motivo no me dejó pagar lo que había tomado. Según él le había caído bien y como nunca me había visto por la ciudad... Era en modo de bienvenida. ¡Que hostilidad en Londres!

- Verdad que nunca te he visto por aquí? -Me preguntó antes de que me fuera.
- Verdad. He llegado hoy. Vivo con mi tía unas calles mas abajo. Voy a pasar una temporada por aquí!
- Pues me encantaría volver a verte por Monmouth.
- Si me vas a volver a invitar no pienso volver.
- Tranquila la próxima vez no lo haré.
- Entonces me lo pensaré. Bueno... te tengo que dejar. Voy a seguir paseando por Londres. Gracias de nuevo. Da gusto que te traten así.
- Encantado de conocerte, soy Paul. Para lo que quieras, ya sabes... detrás de este mostrador me encontrarás.
- Encantada también, me llamo Jenny. Nos vemos pronto.

Salí de la Cafetería Monmouth. Su hostilidad me hacía sentir un poco incomoda. Me trataba de muy buena manera sin tan si quiera conocerme de 20 minutos. Detalles así se agradecen pero sin explicación me dejan descolocada.
Seguí pensando durante unos minutos mas sobre Paul y su hostilidad. Realmente me había encantado... pero ¿Por que yo? ¿O lo hacía con todas?
Dejé de pensar por un instante en eso y me concentré en volver a casa, en reconocer las calles para no perderme. Casi sin problema llegué hasta la puerta de casa. Subí hacía el piso de mi tía donde ella ya se encontraba. Estaba preparando la cena a toda prisa por que en una hora teníamos que estar en la sala  para ver el concierto. Cenamos, y estuvimos charlando un largo rato. Le conté lo que había echo en ese rato que ella no había estado. De echo también le conté lo que había pasado con Paul. -¿Paul? Paul es muy bueno.. Trata muy bien a todo el mundo. Casi toda la ciudad le conoce y conocen su gran café. Monmouth- Así era. Pues a Paul le conocía toda la ciudad. -Vuelvo a repetir.. ¡Que hostilidad!-
Nos terminamos de dar unos últimos retoques a nosotras mismas y pusimos rumbo hacía la sala. Cogimos el coche y en cuestión de 10 minutos llegamos a allí. Como mi tía era la manager nos dejaron entrar unos minutos antes.

- No, no. Tranquila. Ve tu, yo voy un momento al baño y nos vemos ahora. -Le dije.

Entré en el baño y tuve que apoyar en la pared para no desfallecer. De un minuto a otro me encontraba de esa manera. Mi cuerpo temblaba de pies a cabeza y no sabía el motivo. Mi cabeza presentía que iba a pasar algo. -Tonterías- Pensé. Me mojé un poco la nuca y una vez en mejor estado salí del baño.
Busqué a mi tía, allí estaba frente el escenario. Vi a aquel chico, de espaldas, como entraba con su guitarra en la manos al camerino. La sala en cuestión de 10 minutos se empezó a llenar hasta que no cabía nadie mas. Pues si que prometía, ¿Si que gustaba, no? En el mismo momento en el que iba a salir tuve otro pequeño desvanecimiento. -¿Estas bien, cariño?- Me dijo mi tía preocupada. -Voy a salir un momento, creo que es el agobio de tanta gente. En nada vuelvo.- Le dije. -Si no te encuentras mejor llámame-
Salí hacía la puerta a tomar un poco de aire. No entendía por que me encontraba de esta manera. Seguro que sería el agobio de estar entre tanta gente.
Oía como empezaba a cantar algo así como...
"Es inútil explicar cuando no ama de verdad. El alma se te desborda y ninguna otra cosa se le llega ni acercar. Solo se puede sentir y si lo llegas a vivir. No hay nada comparable cuando algo tan grande lo sientes dentro de ti. Sientes que te falta el aire para poder respirar, que jamas antes en tu vida ha sentido nada igual. Ya has encontrado tu motivo, tu razón para luchar. Por que es el motor que mueve a la humanidad. Y te arma de poder, de algo tan esencial. Sabes que darías tu vida, si acaso llegara el día, sin pestañear."

En ese preciso momento decidí entrar a la sala. Y había acabado de cantar aquella canción de Manu Tenorio. En cuanto me acerqué a mi tía oí como empezaba otra canción que decía...
"Quédate un momento así, no mires hacía a mi que no podré aguantar si clavas tu mirada que me hiela el cuerpo, me ha pasado antes que no puedo hablar. Tal vez pienses que estoy loco, y es verdad.. un poco tengo que aceptar. Pero si no te explico lo que llevo dentro no vas a entender cuando me veas llorar..."

¿Como? ¡Es su canción! ¡Es su voz! Miré entre la gente hacía el escenario... No me lo podía creer.

martes, 25 de diciembre de 2012

Capitulo 77: Todo era un sueño

Narrado por Rubén:

Ella se derrite por mi cuello, cruza sus brazos y amarra mi pecho y nos vamos fundiendo en el fuego. Viviendo el milagro de querernos. Las horas se quedan dormidas entre las costuras de nuestras caricias, quedando solamente el sonido de los latidos y nuestros suspiros. Y de pronto abro mis ojos y mis brazos amanecen vacíos  y me despierto sudando entre tus recuerdos. Y en ese preciso momento me vuelvo a dar cuenta de que eres el alma de todos mis sueños. Y me despierto cuando estoy rozando tus besos, y no hay peor pesadilla que despertar a la realidad de que ya no te tengo y todo ha sido tan solo otro sueño. Tengo que encontrar la manera de conseguir dormir una noche entera. Mi piel te sigue guardando duelo, no se acostumbra a empezar de nuevo. Es tan duro el peso de tu ausencia ahora que estas tan lejos...

Despierto de un salto. Otra noche mas soñando con ella des de que me fui de aquella ciudad.
No podía dormir con tranquilidad. No me dejaba. Soñaba siempre que la tenía entre mis brazos pero cuando despertaba la volvía a perder. Me desesperaba y no volvía nunca mas. Mi sueño se repetía una y otra vez. Sentía algo en el pecho con tanta fuerza que casi no me dejaba respirar con normalidad. No me lo podía creer, no podía olvidarme de ella. Su recuerdo me tortura en cada sueño, en cada esquina...
Su beso se impregnó en mi vida. Nadie me iba a hacer olvidar aquel instante. Quizás ella si lo había olvidado, quizás ella en estos instantes vuelve a estar con Pablo, quizás... ni se acuerde de mi. ¿Como estará? Realmente esto era un castigo para mi, no para ella. Yo había dejado todo por alejarme de su lado. Me hacía daño. ¿Volveré a verla? Estaba claro que hasta que yo no volviera a Barcelona no volvería a verla. Estaba en mis manos.
Volví a la realidad. Había quedado con unos representantes importantes de la música. Ayer me los presentaron y querían saber mas de mi. Me levanté de la cama y me di una ducha rápida. Me vestí de manera algo seria. Pantalones baqueros, una de mis camisetas básicas con la americana encima y mis botas negras. Estaba preparado, y la verdad que muy nervioso. Tenía ganas de entrar del todo en el mundo de la música. Me moría por enseñarles como canto al público. Cogí mi guitarra y sin mas preámbulos bajé hacía el vestíbulo del hotel. Allí habíamos quedado. Aún quedaban unos 20 minutos para que llegaran así que me acerqué a la cafetería y me tomé un café para poder despertarme un poco.
Al volver al vestíbulo allí me los encontré. Buenos días. Les dije mientras nos estrechábamos la mano.

Pasé toda la mañana hablando con ellos. Me escucharon cantar, tocar la guitarra. También les dije que sabía tocar el piano. Les vi bastante contentos conmigo pero no me concretaron nada.

- Tranquilo, pronto tendrás noticias nuestras. Eres una promesa bastante fuerte. Queremos apostar por ti. Pero sabes que esto va lento, Rubén. -Me dijeron.
- Si, si. Entiendo. -Les dije, un tanto... no sé si decepcionado sería la palabra.
- No te preocupes. Tranquilo, todo a su tiempo llega. Nosotros ahora nos tenemos que ir... Pronto hablamos.
- Esta bien. Nos vemos y... gracias por todo. -Nos despedimos.

Volví al hotel. Subí a la habitación. Me sentía un tanto triste pero con esa esperanza que tenía des de hace años. Algo me decía que pronto llegaría mi oportunidad. Que esto estaba a la vuelta de la esquina. Pero tendría que esperar un poco mas.
Llamé para que me subieran la comida. Tenía que comer rápido por que dentro de 1 hora tenía mi clase de inglés.

Narrado por Jenny:


- Hola tita! -dije contestando al teléfono-  Si, perfecto por casa. Dice Pablo que gracias por dejarnos quedar aquí! ¿Como? ¿Yo? ¿Para qué? ¿Un nuevo qué...? Tiene buena pinta!? Pero y.. ¿Pablo? Claro... bueno tita.. hablamos!... Si! Yo te llamo! -Y colgué.

Miré a Pablo extrañado. Mi tía quería que viajara a Londres porque ¿ha oído que había una nueva promesa de música? Que me iba a gustar. Bueno... ella sabe que a mi esos artistas que salen así nuevos me encantan por que al ser tan poco reconocidos se puede tener un mejor acercamiento, pero... viajar a Londres por eso no era mi idea. 

- Que pasa cariño? -Me dijo Pablo- Que dice tu tía?
- Nada. Dice que hay una nueva promesa de música por Londres y que si me apetece ir a pasar unos días a allí con ella y de paso ir al concierto que hace dentro de unos días. Es una buena idea. También me gustaría pasar unos días fuera de aquí después de todo lo que me ha pasado… Pero… -Le conté.
- Quieres ir? –Me cortó- Puede ser una buena idea. No te preocupes por mi. Yo puedo pasar unos días en Málaga con mi familia que seguro que se alegran de que vuelva.
- No sé… Pablo! Yo quería también pasar días contigo. –Le dije- Y si te vienes tu también?
- No, amor. Además no puedo, en unas semanas tengo entrevistas de radios por Málaga. 
- Si? Bueno... podría plantearme de ir unos días. 
- Te irá bien cariño. No te preocupes. 

Posiblemente si que sería una buena idea la de ir a Londres a pasar unos días. Aquí me sentía un tanto aturdida. Entre lo que había pasado, mi estancia en el hospital y mi hermano... Estaba que no podía mas. Pablo lo entendía. Me daba pena que se quedara por aquí pero él también tenía su trabajo y no podía dejar esas entrevistas de lado. ¡Si! Decidido iba a ir a pasar unos días con mi tía a Londres. 
Me picaba la curiosidad de quién sería ese nuevo cantante. 
Hablé con mi tía los días en concreto que me iba a ir. En tan solo 1 semana estaría por Londres. 
Pasamos una última semana increíble  Pablo y yo, no nos separamos ni un solo segundo. Nos quedamos bastante tiempo por cada. Debajo de la manta acompañados de películas y mas películas. Con este frío ¿a quien le apetece salir ahí fuera? 

Narrado por Pablo: 
Fui a acompañarla al aeropuerto. Le iba a dejar marchar otra vez por unos días. Estaba vez estaba de acuerdo con que se tomara unos días de descanso. Pero sinceramente le iba a echar de menos. Ahora que todo se había calmado. Nos despedimos en aquel aeropuerto donde tantas veces había visto como partíamos alguno de los dos. Aquel aeropuerto había sido testigo de eternos besos y abrazos de despedida. Como odiaba esos momentos. No lo hicimos muy largo. Nos despedimos lo antes posible y Jenny puso rumbo hacía la puerta de embarque. A cada paso que daba mas se estrechaba mi alma, como si hubiese algo que la estrujara. Alguna que otra lagrima caía por mi mejilla, era leve. Eran de despedida... pero ¡Volverá! 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Capitulo 76: Volvemos.

Apreté fuertemente su mano contra la mía. Manteníamos los dos los ojos cerrados. Pero en poco segundos eso cambio.
- Te quiero, lo siento. -Susurró.
De golpe abrí los ojos pero esta vez como platos. Jenny había vuelto a abrir sus ojos y su sonrisa envolvía el mundo con esa pureza. Volvía a sentir que mi corazón latía mucho mas tranquilo que antes.
No podía creerme que volvía a estar plenamente a mi lado. Ella intentó incorporarse pero yo se lo impedí.
- Cariño, cariño... tranquila! No te levantes. Estoy aquí a tu lado. -Le dije.
- Pablo... lo siento. -Levantó su mano y a la vez que me decía aquello acariciaba mi cara con dulzura.
- No tienes que pedirme disculpas por nada... Te quiero. -Dije eso mientras me levantaba de la cama- Voy a buscar a tus padres... están abajo.
- No, Pablo... necesito explicarte esto antes que nada. Mi corazón me lo pide. -Me lo dijo realmente preocupada.
- No necesito que me expliques nada... pero sé que no te voy a hacer cambiar de idea.. -Dije.
- Como lo sabes... -Nos reímos a la vez.
Hizo silencio de golpe y su cara se tornó un poco seria. Quiso explicarme realmente todo lo que había sucedido aunque yo le dijese que no era necesario. Te das cuenta realmente de lo que importa cuando algo te alerta de que lo pierdes. Estuve a punto de perderle y no hubiese podido soportarlo. Ahora mismo no me importa lo que hubiese sucedido entre ellos dos... a mi lo único que me preocupaba era ella, nada mas.
Me explicó todo como pudo, entre lagrimas. Realmente no había pasado nada grave. Jenny me explicaba que había sentido ese impulso de besarle y que ahora no sabía que hacer. Rubén se ha ido, tengo que buscarle Pablo... Me siento fatal. Me decía. Tienes que pensar en recuperarte, luego te ayudaré a buscar a Rubén y que todo esto se solucione. Quizás no esté enfadado contigo. Pero ella no estaba tranquila del todo realmente. Lo veía en su cara. En ese momento entendí que si, que a Rubén le quería de una manera especial, que se había equivocado al besarle... pero que le importaba de verdad y se sentía culpable al haberle hecho marchar.
Sus padres se alegraron al ver que ella se había despertado. Entre aquellas paredes blancas reinaba alegría y la tranquilidad. Pero algo me decía que no por mucho tiempo. Tenía el presentimiento que algo iba a pasar dentro de muy poco.
Jenny y yo pasamos la tarde entre tonterías, me alegraba verla con esa sonrisa en su carita de nuevo. Era realmente preciosa. Pero en ese instante hubo algo que interrumpió la calma, que nos quitó las sonrisas. No sabíamos que estaba pasando pero en el pasillo se oían todo tipo de gritos. Yo, impedí que Jenny saliese de la habitación. Ya voy yo a ver que pasa. Le dije. Eso hice, me levanté de la cama y me dirigí hacía la puerta. Al abrirla hubo alguien que estuvo a punto de abalanzarse sobre mi. Todo fue rápido  en ese momento no pude ver quien era. Si no hubiese sido por el padre de Jenny creo que en ese mismo instante hubiese caído al suelo. Cuando pude reaccionar vi que el culpable de todo este escándalo era Cristian, el hermano de Jenny. No daba crédito a la situación. Estaba totalmente fuera de si. Tu eres el único culpable de que mi hermana esté aquí. Me decía. Esas palabras eran duras, me hacían sentir realmente mal. Se clavaban en cada esquina de mi alma.

- Nadie es culpable de que tu hermana esté aquí, y menos él y lo sabes. -Dijo su padre.
- Tu también le vas a defender? Pues adelante... Dejad que le destroce la vida.
- Que le destroce la vida? -No pude soportarlo y respondí- Crees que cuidar de ella durante días, quedarme noches en vela, cuando estaba fuera, echándola de menos, y millones de detalles mas que tengo tan solo para ella... es destrozarle la vida? -Quise irme pero no me dejó.
- Si! Sino dime por que motivo está aquí eh... Dímelo!
Tenía razón... habíamos discutido y... ¡No! Definitivamente tu no tenías la culpa de todo esto! Me decía eso a mi mismo. En aquel preciso momento la puerta por la que salí yo se volvió a abrir y Jenny salió de la habitación. Con las únicas fuerzas de las que disponía. Intenté acercarme a ella lo mas rápido posible pero me adelantó su hermano. Me quedé a una distancia prudencial.

- Yo puedo sola. -Dijo Jenny a su hermano, y él la soltó. Yo, aproveche para acercarme a ella y ayudarle- Acabo de escuchar todo lo que habéis hablado. Pablo no tiene la culpa. No quiero que le hagas sentir mal.
- También tú? Está bien... haced lo que queráis. Yo ya sobro aquí. Mi opinión no vale para nada.-Se fue tras esas palabras.
Yo, fui detrás de él, no podía dejar esas ultimas palabras en su boca.
- Si con tu opinión se trata de hacer daño a los demás... No, no vale para nada. -Dí media vuelta sin decir nada mas. Volví donde estaban ellos. Él siguió su camino.

Vi con que cara se quedaba Jenny así que le abracé fuertemente sin decirle nada mas. Todos allí nos quedamos con un mal pesar en el cuerpo. Sus padres se fueron al poco tiempo, tenían que hablar con él. No podía quedarse esto así. Se tenía que solucionar de alguna manera. No tenía la culpa de lo que le había pasado a mi princesa... O si? Realmente en cierto modo si. Seguro que yo la había puesto nerviosa y por eso se habrá desmayado.
No soportaba mantener esos pensamientos en mi mente, me sentía culpable.

Jenny estuvo allí una noche mas. Ya se había recuperado así que en cuanto estuvo mejor le dieron el alto. Volvimos los dos a casa de su tía, juntos otra vez. Esta vez mucho mejor que antes.. dejando todo atrás. Queríamos centrarnos en nuestro amor, en mantener nuestra sonrisa juntos... en querernos, como nunca, el uno al otro.

En cuanto Jenny se recuperara de verdad. En cuanto tuviese las fuerzas física y psicologicamente mejor buscaríamos a Rubén. ¿Pero donde? ¿Donde había podido ir? Será por ciudades... Íbamos a volvernos locos buscándole.
¿Estas segura que quieres buscar a Rubén? No quiero que te haga daño. Quiero pensar que él no esté enfadado contigo pero también cabe la posibilidad esa que... -Ella me cortó. Si, quiero saber donde está, hablar con él... realmente saber que ha pasado, por que se ha ido. Me debe una explicación.

La verdad... que Jenny era muy cabezona. Pues si, fue así. Buscamos a Rubén. Empezando por sus padres. Ellos no sabían nada de él. Si que les llamaba pero en ninguna ocasión les había dicho donde estaba. Se quería asegurar de una buena manera de que ella no le encontrara. ¿Pero.. Porque? ¿Estaba realmente enamorado como para hacer todo esto? No lo entendía...
Dentro de poco... lo descubriría.

_________________________________________________________________

Gracias a la gente que sigue leyendo mi novela, y si hay alguien que se incorpora.. también. 

Jenny.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capitulo 75: Perdón

Narrado por Pablo:

Llegué con unas ganas horribles de verla. No podía aguantar ni un solo segundo mas. Allí la vi, esperándome. Salí por otra puerta así como yo llegué por detrás suyo no se percató de mi presencia hasta que pudo notar mis manos en su cintura, y de una manera extremadamente dulce nos besamos. Nos besamos con los labios pero des de el alma a corazón abierto. Deseaba tanto que mis labios rozaran los suyos... Que no me di cuenta que allí me esperaba alguna que otra fan así que sin pensarlo mas las fui a atender durante unos segundos.
La verdad que no me hacía realmente ilusión pero era algo obvio que se habían percatado de todo así que me llenaron a preguntas a las cuales desviaba las respuestas... "Tengo derecho a tener mi vida privada, chicas. Lo siento pero me entendéis que no os vaya a contestar nada sobre eso" -les dije aquello de la mejor manera posible-
Estuve un largo rato con ellas pero me despedí y me fui donde se encontraba Jenny. Nos dirigimos hacía a fuera y cogimos un taxi. Jenny esta vez me dijo que no ibamos a dormir en su casa -milagro de dios- era insoportable lo mal que me trataba su hermano. Así que al llegar a su casa tan solo recibí saludos de su padre y su madre, en cambio él ni siquiera apareció. Recogimos las cosas y nos fuimos a casa de su tía. Tenía un duplex precioso. Con jardín incluido. Entramos a casa.
Llevaba días con aquella canción entre manos y tenía que enseñársela a ella. Esperaba que le gustase. Me dejó una guitarra y yo enseguida me arranqué a cantar. A los pocos minutos pude ver como Jenny estaba entre lagrimas, pero seguí. Hasta que ella... Me paró. Me pidió que no siguiese y enseguida vi como se ponía de los nervios. Empezaba a temblar y no entendía de todo el por que. Tan nerviosa se puso hasta tal punto que no pude controlarla. Y me lo soltó, así sin mas. Noté como por dentro se hacía pedazos la palabra desilusión contra la de amor. Me quedé en shock. No podía articular palabra.
Nuestros momentos juntos se me pasaron como si de una película rebobinada al máximo se tratase, en mi cabeza rebotaba la palabra "perdón". No tenía ni la menor idea de que contestarle, que decirle , que preguntarle ante aquello que había dicho.

- Gracias por hacer que mi vida caiga en picado, confiaba en ti. -le dije aquello y me levanté marchando hacía el jardín.

Allí me senté durante un rato. Jenny no salió. Supongo que entendía mi situación y quería que pensase en ello. Y lo hice, si, mas que nada no dejaba de pensar en ello. "He besado Rubén". Necesitaba la respuesta a la pregunta de por que lo había echo. Así que después de mas de media hora de estar debatiendo conmigo mismo, volví hacía adentro.
Entré al salón, no había nada de ruido -me extrañé-. Subí hacía arriba pero al llegar allí no daba crédito a lo que veía. Me tiré al suelo hacía donde estaba tirada Jenny. No respondía ante mi llamada insistente. No respondía a nada. El pulso estaba débil.

- No puedo mas esto me supera. -dije entre sollozos- Te quiero, no puedes dejarme.

No despertaba. Así que llamé a la ambulancia rápidamente. Vinieron enseguida

Narrado por Jenny:

Después de decir aquello, Pablo, se levanto y se dirigió hacía el jardín. Decidí dejarle solo para que pudiera meditarlo... Estaba mas arrepentida que nunca.
En aquel momento me relaja tanto y de golpe que el cuerpo me empezó a pesar. Subí como pude hacía arriba para poder tumbarme. Llegué con todo el esfuerzo pero cuando quise meterme en la cama se me nubló la vista y sentí un fuerte golpe.

Narrado por Pablo:

Ya llegamos al hospital, pasaron su camilla mientras a mi me dejaron en aquel frío pasillo. Sin respuesta alguna.
Decidí llamar a su madre. Intenté tranquilizarle mientras le explicaba lo que estaba pasando. No lo logre a grandes rasgos pero lo intenté. En cuestión de media hora aparecían por la puerta del hospital.

- Pablo, que ha pasado? -dijo su madre.
- Eso me gustaría saber a mi. No estaba con ella cuando le pasó lo que sea que le haya pasado. Discutimos... y... -me cortó su madre.
- Da igual! Tranquilo no pasa nada. Se pondrá bien. -quiso tranquilizarme. Lo consiguió de cierto modo pero no del todo.

En el aquel preciso momento las puertas blancas, por las cuales se habían llevado a Jenny, se abrieron y detrás salió el mismo médico que se llevó la camilla. Nos miró a nosotros y se acercó.

- Familia de Jennifer, verdad? - Dijo.
- Si! Ellos son sus padres... yo soy su novio. Como está... ? -Dije con cara de preocupación, alterado ante la situación.
- Tranquilicese, Jennifer está estable. Aún no ha despertado. Ha sufrido una conmoción cerebral. Seguro que fruto del mareo dio contra algo, por eso no despierta. Pronto lo hará. -Esas palabras se clavaron una a una en mi. No podía ser... aún ni siquiera había despertado.- Pueden entrar pero no todos de golpe, gracias. -Y detrás esas palabras, se fue.

Pedí a sus padres que entraran ellos primero, necesitaban verla. Lo notaba en su mirada. Yo en cambio necesita airear la mente. También tenía ganas de verla... pero debía dejarles a ellos primero, y así fue. Ellos tras insistir entraron primero y yo bajé hacía la puerta del hospital y me senté en uno de los bancos que había allí mismo. No podía mas, no soportaba mas todo esto. Llevaba tan solo horas junto a ella y todo se había ido por la borda. Ahora mismo no me preocupaba nada de lo que me había dicho sobre Rubén, ahora lo que me importaba era ella.
Estuve allí sentado cerca de 1 hora, solos yo y mi pensamiento. Cuando me dí cuenta que los padres de Jenny estaban en la puerta del hospital mirando hacía los lados para ver si me encontraban. Me acerqué a ellos.

- Ya puedes entrar tu, cariño. -Me dijo su madre cogiendo mi mano.
- Muchas gracias Maria... Lo siento.. debí.. -Me cortó enseguida su padre.
- Debiste NADA! Tu lo das todo por ella y lo sé. He aprendido a verlo, a verlo en tus ojos. Todo lo que la quieres. Tu no tienes la culpa de nada y lo sabemos. -Dijo.
- No se que deciros.. en estos duros momentos. No tengo palabras. -Dije sin animo.
- No tienes nada que decir.. tan solo sube arriba y anímale  Estoy segura que contigo al lado despertará. Necesita tu presencia.

Eso hice, me despedí de ellos y subí a la habitación. No se por que razón pero con nervios en mi. Llegué a la planta y me dirigí a la habitación. Abrí la puerta lentamente. Me quedé a unos metros de ella observándole. "Estas preciosa..." -Pensé. Como habían dicho tenía aún sus ojitos cerrados, la manta tan solo le tapaba hasta la cintura y colocadas las manos por fuera.
Me acerqué aún mas a ella... le cogí la mano y en aquel mismo momento recordé el estribillo de otra de mis canciones que tenía a medio hacer y salió solo.

"Quién abrirá la puerta hoy para ver salir el sol sin que lo apague el dolor que me dejó aquella obsesión, de tu corazón con mi corazón, de mis manos temblorosas arañando el colchón. Quién va a quererme soportar y entender mi mal humor. Si te digo la verdad no quiero verme solo."