domingo, 1 de julio de 2012

Capitulo 66: Sourires

Ante aquellos cuerpos inmóviles no hubo gesto alguno. Tan solo miradas, miradas neutras. Miradas que esta vez... no decían nada y aquel momento tan tenso me mataba. Nos quedamos así durante varios minutos. Yo no sabía que hacer.. si acercarme a él o volver hacía atrás. Lo pensé pero no volvería otra vez a atrás. No volvería a hacerle sufrir, llorar... No quería volver a verle así por mi culpa. Así que me decidí, aunque mis pies lo hicieron antes que mi cerebro, y respondieron dando pasos hacía adelante hasta encontrarme justo delante de él. Al acercarme él se levantó y nuestras miradas quedaron esta vez mas cerca. Tuve el impulso de besarle y olvidar todo lo que había sucedido, pero no reaccioné. No lo hice.
Tal era la seriedad de aquel momento que me empezaba a asustar, por mi mente comenzaban a pasar todo tipo de pensamientos. No me dio tiempo a pensar nada mas por que Pablo reaccionó.

- Sourires ! Tan solo eso -Dijo.
- Que? -Le entendí, pero lo que no acababa de entender era por que quería que sonriera.
- Eso mismo, que sonrías. Sin tu sonrisa mi mundo esta perdido!
De pronto no pude reaccionar de otra forma que llorando pero a la vez lo hice con una amplia sonrisa a la que él y sus ojos me correspondieron.

Después de aquel momento todo había vuelto a la normalidad, creo que ninguno de los dos quería hablar de ello. De todo lo sucedido aquella noche pero yo tenía la necesidad tan solo de pedirle perdón y así lo hice.

- Pero.. Pablo... -me cortó.
- No! No necesito que me digas nada. Sabes todo lo que se me ha pasado por la cabeza cuando he pensado que te perdía? No quiero vivir momentos así, quiero vivir simplemente a tu lado. No perder el tiempo en que nos enfademos por tonterías como estas, no quiero. -Me dijo, y tenía razón.
Noté rabia en sus palabras. Esa rabia contenida por todo lo que pasa y no quieres que pase. Por situaciones como esta entre sentimientos. Sentí que algo había hecho mal, que deberíamos de haber hablado las cosas antes, que deberíamos de habernos ahorrado este mal trago por las dos partes. Me sentía fatal, no debía de haber desaparecido por Málaga. Que he conseguido con todo esto? Hacer sufrir a los demás y casi perderme? ¡Pues vaya! No había ganado ni solucionado nada... simplemente me servía de lección para la próxima vez.

- Lo sé! Pienso lo mismo Pablo. Pero necesito pedirte perdón por haberme ido así... si no hubiera sido por que Pedro estaba dando una vuelta por Málaga me encontraría aún perdida y tu aquí sufriendo por mi! Me siento mal Pablo... Lo siento de verdad!
- Ya, vi que venías con alguien! Que pasaba con Pedro? Que hacía a esas horas dando vueltas?
- Pues por tu hermana... dice que no están igual que siempre des de que ha nacido Lucia. Que han descuidado su relación y ha querido hablar con ella.. y la conclusión que ha sacado es que tu hermana casi le tira los trastos a la cabeza.. Pobre Pedro!
- Pero eso es normal... no del todo pero...
- Ya Pablo pero.. no puedes descuidar tu relación por nada. Todo puede crecer a la vez. Una niña merece atención.. pero si el amor se descuida estamos perdidos.
- Tienes razón cariño pero... sabes que? Son sus problemas. Lo solucionarán, estoy seguro de ello.
- Si seguro que si, ellos se quieren y se ve.
- Y tanto! Vamos para adentro? -Alargó su mano para que le cogiera.
- Si.. vamos! -Cogí con fuerza su mano.

Subimos los dos juntos hacía la habitación de Pablo. Era muy tarde ya... así que decidimos irnos a dormir sin decir nada mas. Todo lo sucedido ya estaba totalmente olvidado. Era otra simple piedra que se había topado en nuestro camino, nada mas. Nos queríamos y eso no iba a borrarlo nada ni nadie. Pablo era la persona que había encontrado para seguir mi vida y mi camino sin él se acababa. Quería seguir caminando de su mano. Recordando cada momento. Poder contar algún día todos estos malos momentos y sonreír por que él sigue al lado mio.
Al estirarnos en la cama, me tapé un poco y noté como Pablo pasó su mano por mi cintura acariciándome con delicadeza y haciendo que me acercara mas a él. Giré la cara ante él, le miré a los ojos, sonreí y le besé. Sin decir nada mas, nuestros labios en unisono hablaban por si solos. Adoraba su sonrisa. Sé que lo he dicho miles de veces pero así es.. la adoraba y la iba a adorar siempre. Podría decir miles de cualidades sobre ella.. pero solo diré que.. Ilumina, brilla, alegra, da vida, enamora, es mágica, me enloquece... me di la vuelta y aún durante varios segundos me quede pensando en su sonrisa... y así los dos.. nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente me despertó la luz del sol que entraba por la ventana. Sonreí, pero al girarme vi que Pablo no estaba a mi lado. Miré el reloj tan solo eran las 9.30 de la mañana. ¿Donde estará?
Me quedé pensando pero.. enseguida reaccioné. Vi como Pablo había dejado un papel sobre su lado de la cama. Me incorporé con el en la mano, lo abrí y decía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario