miércoles, 16 de mayo de 2012

Capitulo 55: Daría lo que fuera

- No.. Adrian, pero.. yo.. no... -me cortó.
- Nada, nada que entras tu!
- Entra cariño -me dijo su madre- le hará bien sentirte cerca, seguro que siente que estas ahí.

No dije nada mas, tan solo me dedique a andar hacía la UVI. Antes de llegar adentro de la habitación tenía que colocarme la mascarilla y aquella odiosa bata verde. Una vez dentro, el corazón me dio un vuelco al verle allí, debatiendose entre la vida y la muerte. Amarrado fuerte a ese hilito de vida que aun le quedaba por vivir.
Estaba segura de que saldría de allí, que sus preciosos ojos volverían a mirar y que su sonrisa volvería a aparecer, o al menos me quería convencer de ello...
No dejé de mirar cada tubo que tenía conectado a él... era increíble todo aquello, impresionaba. No tenía palabras para describir todo aquello que estaba viendo. Me quedé durante unos minutos callada, tan solo observándole pero le cogí la mano y le dije:

- Vuelve a sentir como otro día cualquiera, vuelve a sonreír de la misma manera, vuélveme a mirar.. que tengo aquí esta pena. Tan dentro de mi, daría lo que fuera, daría lo que fuera... -A la vez que le decía aquello apretaba mi mano con la suya.

La verdad que estuve bastante tiempo allí, no solté su mano ni un solo minuto. Quise que supiera que estaría a su lado como dijo su madre. Iba a hacer todo lo posible por que despertara y el día menos pensado lo hará, despertará.
Salí de aquella habitación para dejarle el paso a otro de sus familiares. Cuando estaba quitándome la bata me sonó el móvil y me aparté hacía un lado.

"Pabloo!"
"Princesa! Ya estoy en el Prat! Te he llamado hace un rato!"
"Ay.. perdona estaba en la UVI y he tenido que apagar el móvil y todo."
"No pasa nada amor! Voy para allí vale? Ya me llevan al hospital. Nos vemos!"
"Vale, cariño! Te espero abajo entonces!"
"Si! Tequiero!"
"Te quiero mi princesa"


Informé a Adrian de que Pablo venía y que iba a abajo buscarle. En cuestión de 15 minutos, Pablo, ya estaba bajándose del taxi del que venía des de el aeropuerto. Me lancé sobre él. Sin dejarle ni un minuto para que hablara. Tan solo le abracé y le besé mientras le dedicaba un: "gracias por venir!"
No perdimos ni un minuto mas, Pablo y yo subimos hacia arriba. También quería entrar a verle. Ver como estaba.. con sus propios ojos. Tampoco creía tal pesadilla que estábamos viviendo, pero por desgracia era real. Les presenté a Pablo, aun que no hicieron falta muchas (Era Pablo Alborán, no necesitaba) así que directamente preguntó por Rubén. Nadie pudo contestar así que esas palabras en el aire hablaron por si solas. No existía mas desolación que aquella que habitaba bajo ese techo. No había mas dolor que aquel mismo que estábamos viviendo.
Al lado de Pablo todo era un poco "mejor", sabría que de su lado podría sobrellevar este difícil momento. Él me haría mirar las cosas sobre otro punto de vista, sobre su punto de vista. Todo aquello simplemente era una pequeña lucha que Rubén estaba teniendo con la muerte. Él no se iba a dejar ganar y parece ser que la muerte tampoco. Tan solo había que tener esperanza en él, en que es fuerte, en que supera todos los obstáculos.
Pablo y yo, cuando todos habían entrado ya a la UVI, entramos juntos. Al ver a Rubén a Pablo se le saltaron un poco las lagrimas mientras decía: "Hace dos días estábamos corriendo en busca de su coche... delante de esas chicas y ahora... La vida te da un vuelto en cuestión de segundos.. Ni te enteras de lo que pasa"


- Vamos a conseguir que él vuelva a abrir esos ojos. Me debes una tarde de guitarras gamberro! -Dijo esa ultima frase mirando a Rubén. Llorando pero a la vez con una sonrisa en la cara.
- Te la debe y la tendréis.
- Sabes que dicen que aunque una persona esté en coma.. en cierto modo se entera, inconscientemente, de lo que está pasando? que nos siente si estamos aquí.
- Si? Debe ser verdad?
- No lo sé del todo cierto princesa pero.. vamos a hacer que sienta que estamos aquí! Se que Rubén es importante par ti y siento todo lo que pude pensar sobre él al principio. -Pablo bajó la cabeza.
- Ey! Ahora no hablemos de ello. -le besé- Me parece buena idea lo de Rubén, y que podemos hacer?

Estuvimos pensando en ello. A mi se me ocurrió algo, era hora de sacar esa guitarra y de contárselo todo a Pablo. Así que le dije que me acompañara a casa que ya tenía pensado lo que haríamos.
Salimos de la habitación y allí entraron su padre y su madre, nosotros nos despedimos de ellos y nos fuimos de allí.

Al llegar a casa...

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