sábado, 7 de abril de 2012

Capitulo 31: Aún lo conservas?


"Eres lo que yo mas quiero y no me canso de decirlo, -Mientras cantaba se apartó de mi oído y se mantuvo de rodillas delante de mi y siguió cantando- eres en la noche el sueño y el día mi hechizo. Siento cosquillas en mi cuerpo cuando pienso en tus besos y que tus manos recorren poquito a poco mi cuerpo. Incluso siento en mi cuello el calor de tu aliento. Si pudiera mirarte un ratito, si pudiera tenerte un poquito eso es lo que yo siento. Me he echo amigo de la luna para que entienda nuestro secreto, para que entienda mi locura cuando digo que te quiero. Si una brisa trajera tu olor para darme un soplo de alegría intentaría amarrarla para tenerla siempre en mis bolsillos y llenarme de amor cada vez que quisiera. Cada mañana antes de abrir los ojos ya estoy pensando en ti, eres mas que un sueño, eres casi mi vida y mi vida es como un sueño, como un sueño... contigo." 


Sentí como mi cuerpo se iba estremeciendo a cada palabra que cantaba, que mi piel se erizaba y que mi corazón latía como nunca lo había echo. Sentía como cada palabra se metía por cada rincón de mi cuerpo. Pablo sabia como hacerme temblar de pies a cabeza y siempre lo conseguía. Aunque el no quisiera, ni yo tampoco, mi cuerpo era el que temblaba con solo sentirle cerca.
Al acabar de cantar me acerqué a Pablo y tan solo le abracé, tan solo quería sentir el latir de su corazón contra mi cuerpo, tan solo quería sentir nuestros cuerpos cerca. Nunca le iba a poder agradecer lo suficiente todo lo que daba por mi, todo lo que me hacia sentir.
Estuvimos, allí, abrazados durante un tiempo sin importarnos nada mas que nosotros dos, nada mas que el sentirnos cerca, sentir nuestra respiración. Pero de repente Pablo se separo de mi dulcemente acariciándome la cintura, me miró a mis ojos llenos de lagrimas y me dijo:
-Siento hacerte llorar pero tengo algo que enseñarte...
-Mas Pablo? Ya esta...
-No es nada, solo quiero que veas que aún lo conservo...
-Que aún conservas el que?

Pablo se levantó sin contestarme a mi pregunta, me quedé extrañada. ¿Que me iba a enseñar ahora? Se dirigió hacía una pequeña mesa que tenía, abrió el cajón y sacó de allí una cartulina blanca doblada. No sabía que había allí adentro. ¿Que era eso? Se giró hacía a mi y me dijo:
-No te suena de algo?
-Esto? Una cartulina blanca? Me tiene que sonar?

De repente, antes de que pudiera terminar de abrirla del todo me acordé... vino a mi memoria aquel día otra vez, ese 16 de noviembre de 2011. Esa firma de discos en la que le dí aquello, en la que viví unos pocos segundos a su lado, unas pocas palabras.. alguna que otra mirada. Pero sobretodo recuerdo aquello que le dí. Era un dibujo echo por mi de Pablo y una carta... siempre recordaré su frase al darselo: "Lo leeré, lo juro, lo leeré!". En aquel momento, en aquel día de noviembre se lo di deseando que lo leyera y en estos instantes era el mismísimo Pablo el que me enseñaba aquello, lo tenía allí bien guardado tal cual se lo di. Me emocioné al ver aquello, al ver que le importaba de verdad, que mi regalo lo conservaba allí.

-Es... -le corté.
-Es mi dibujo y mi carta!
-Exacto!
-Aún lo conservas...?
-Y tanto! No tiro nada de lo que me dais! y menos algo tuyo, este dibujo es precioso... y las palabras de tu carta ya ni te digo. Me encantó tu regalo.
-Uf... Pablo... No tengo palabras. Me dejas sin palabras... Gracias por esa canción, gracias por enseñarme esto, el sitio de tus primeros vídeos, gracias por cada palabra que me regalas, por todo, por traerme a Málaga, simplemente gracias por existir y entrar en mi vida.
-No me tienes que dar las gracias por nada! Ya te digo que esto lo hago por que quiero y por que te quiero. No hay mas!
-Te quiero demasiado Pablo, esto debe ser para siempre!
-Esto va a ser para siempre! Lo prometo.

Después de aquello me levanté del sofá y me dirigí hacia Pablo, le abracé, le besé...
Sentía que no podía ser mas feliz, que estaba tocando el cielo y que nadie me iba a arrebatar mi nube de felicidad con Pablo. No podía mas, me rebosaba la felicidad... aunque sabía que de aquí unos días nos tendríamos que separar. Aunque aún me quedaran días por delante sabía que él dentro de 4 días volvía a la Gira de invierno y que quien sabe cuando nos íbamos a poder ver. Pablo notó la cara de pensamiento y tristeza en mi rostro y me abrazó aún mas fuerte. Con él sentía que no hacían falta las palabras que entre las miradas nos entendíamos, que no hacia falta explicarnos siempre lo que nos pasaba, la mayoría de las veces nos entendíamos y ya sabíamos como actuar. Con un abrazo, con un beso, con alguna que otra palabra...
Pero Pablo esta vez quiso hablar también...

-Amor, no quiero ver esa cara tan bonita que tienes, triste. No quiero ver que llores. Quiero esa sonrisa siempre en tus labios. Es lo que te hace mas bonita en el mundo, tu sonrisa en esos dulces labios.
-Es lo que intento Pablo, sonreír, sonreír por que tu estas aquí a mi lado... pero me da por pensar... y quiero pasar días juntos a ti sin pensar en que uno de ellos vamos a tener que separarnos. Que yo tengo que volver a Barcelona y tu tengas que seguir con tu gira!
-Pero, cariño, eso tiene que pasar inevitablemente, por que eso es mi vida y no puedo cambiarla pero... aunque nos separemos eso no quiere decir nada, ya te he dicho que ni la distancia mas larga va a poder con todo esto que sentimos.
-Si... lo sé. Creo en ti, Pablo. Pero te voy a echar mucho de menos. No voy a poder sin ti.
-Si que vas a poder. Tu puedes sin mi! y precisamente podrás por mi. Pero... Jenny. Ahora no pensemos en eso! Pensemos en que nos quedan por lo menos 4 días por delante para pasar juntos por Málaga.
-Si... pero es que resulta que casi ni nos podemos mover de casa Pablo, y lo entiendo, te entiendo y tu casa es preciosa pero... yo quiero ir de tu mano por donde sea sin miedo a que nadie se tire encima tuyo o que me juzgue a mi y eso no lo podemos hacer.
-Lo se... y no sabes como me siento al no poder hacer esas cosas junto a ti. Soy el primero que me siento el culpable ante todo eso... Pero llegará el día que podremos, que deberemos decirlo, contarlo a todo el mundo que nos queremos.
-Y te crees que así no te seguirán? O no nos seguirán? Creo que será mucho peor Pablo... Cuando te va a entrar en la cabeza que yo se lo que sienten las fans, que yo he sido una fan tuya y que si hay que buscarte por debajo de las piedras se te busca y si te ven no van a perder la oportunidad de nada y si me ven a mi bueno... tu no sabes.
-Yo no se que?
-Pablo... Pues que hay gente que se lo toma bien... pero otra no tanto... no quiero que pierdas fans por mi culpa. Ya sabes como es la gente en este aspecto.
-Lo sé. Bueno... no sé ni por que hemos llegado a este tema la verdad. Pero vamos a dejarlo y salgamos un poco al jardín que te lo enseño mejor. -Pablo se dio media vuelta para que le siguiera.
-Pablo... -le dije cogiéndole de la mano- esto ha salido por que algún teníamos que hablar de ello.
-No quiero hablar de ello, ya esta, se acabó. -Me soltó la mano y se fue.

Yo me quedé allí mirando la puerta que había dejado Pablo abierta. No me atrevía a salir... Se había enfadado conmigo y por todo aquello. Pero es que debía decírselo aunque el supiera que es verdad alguno de los dos debía hablar al respecto. Pude reaccionar y salí de allí, cerré la puerta y caminé por aquel pasillo, pase por el comedor donde no había nadie. Me iba a dirigir hacía el jardín, Pablo estaría allí pero su madre antes me llamó des de la cocina:

-¡Jenny!
-Ay! dime!
-Voy a hacer un bizcocho que le gusta mucho a Pablo, quieres ayudarme?
Debía hablar con Pablo después de todo ese enfado pero quise ayudarla a hacer el bizcocho, el pensar le iría bien y si yo le molestaba igual... todo empeoraría.
-Y tanto! Te ayudo! Estas cosas me encantan.
-Vale, pues vamos a ello.

Estuve ayudando a Ester a hacer el bizcocho, la verdad que me divertí bastante y por un momento dejé de pensar en Pablo y en aquello que había pasado. Pero de pronto lo vi allí, a través de la ventana y su madre notó algo en mi rostro.

-Que ha pasado, Jenny?
-No, nada...
-No soy tonta. Algo os ha pasado, no os separáis por que si. Pablo no estaría allí sentado pensado y tu aquí conmigo.
-Ya... a una madre no se le puede mentir... eso es cierto. Nada, hemos discutido un poco... pero todo pasará.
-Que ha pasado, por que? Si me lo quieres contar... sino no hay problema.
-Nada... Pablo me ha enseñado su estudio, me ha cantado una canción... todo bonito. Pero en lo bueno siempre tiene que haber un pellizco malo... y eso nos ha pasado. A mi... me da mucho por pensar... y estoy con él y me pongo a pensar que solo me quedan 4 días por aquí y luego nos separamos... -me cortó.
-Pero haber... no pierdas el tiempo en esos pensamientos, disfruta del momento que estáis viviendo juntos... luego os podréis preocupar de lo demás...
-Ya, lo sé... eso es lo que me ha dicho Pablo.
-Entonces donde esta la discusión?
-Pues nada creo que se ha enfadado por que le dicho que casi ni podemos salir de casa, que con él es diferente y no podemos pasear como dos enamorados. Es verdad... me duele pero no era mi intención que se enfadara por nada del mundo.
-Te entiendo, lo se. No creo que Pablo este enfadado contigo solamente estará triste, estas cosas le superan mas de lo que tu piensas. A él no le gusta la fama del todo, no no le gusta.
-Me lo imagino, tiene que ser duro. Y encima él, que ha sido un ¡bom!
-Claro... Mira, esto ya lo hemos acabado así que quiero que vayas allí afuera y hables con él, verás como tan solo esta triste... alegrale esa cara a Pablo.
-Lo haré.
Eso ultimo lo dije saliendo de la cocina, abrí la puerta de la calle y salí...



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