martes, 17 de abril de 2012

Capitulo 39: Au revoir

-Si! Suerte en los conciertos cariño, se que lo harás genial. Te quiero, no lo olvides!
-No lo olvido para nada! Te quiero mas que a mi propia vida como para olvidarlo.

La odiosa megafonia volvió a interrumpir aquellas dulces palabras de Pablo: "Ultimo aviso para el vuelo con destino a Barcelona, pasen por la puerta de embarque"

-Me tengo que ir o lo perderé. No olvides llamarme cuando llegues. 
-Lo haré, en cuanto baje del avión. 
-Te quiero Pablo!
-Y yo a ti princesa!

Y en ese instante me besó por ultima vez, me acarició... Entrelazamos nuestros dedos con fuerza y los separamos con suavidad hasta dejarnos ir. En aquel momento comenzaba a caminar dejando atrás las lagrimas de Pablo. Sabía que detrás de aquellas gafas se escondían sus lagrimas. No miré mas hacía atrás, me iba a partir el corazón verle así. Di el billete en la puerta de embarque y entré. Pero cuando cruzaba el túnel hacia el avión me sonó el móvil. Era Pablo, me paré en seco, lo cogí rápido y descolgué. Nada mas descolgar, sin yo poder decir nada, Pablo habló:

-Je t'aime mon amour. Tu vas me manquer. Encore une fois pour votre sourire. Je vous jure!*
-Vous me laissez sans voix. *
-Des de cuando sabes tanto francés? -Me preguntó Pablo.
-Bueno se podría decir que... me intereso por saber un poco mas.
-Vous êtes plein de surprise. *
-Y lo que queda... Entro en el avión. Je t'aime. Au revoir.
-Je t'aime.

Y colgué entrando ya al avión, me metí el móvil en el bolsillo y pasé el pasillo dentro del avión hacía mi asiento. Pablo volvió a cogerme aquel asiento al lado de la ventana. Tenía un buen presentimiento de que Pablo sabía que me gustaba sentarme allí al lado. Aun que tuviera un gran pánico a los aviones me encantaba mirar sobre las nubes. Me encantaba ver como sobrevolavamos. Mirar todo des de arriba.
Volví a sacar aquel libro con el cual llegué a Málaga también, me quedaba poco por leer. Pude notar al sacar aquel libro que llevaba allí algo mas de la cuenta, miré dentro de mi bolso y pude ver lo que era. Al sacar aquello me emocioné, no me lo esperaba. Pablo se fijaba en cada detalle. Me había comprado el nuevo libro de Federico Moccia, "Esta noche dime que me quieres". Lo quería y Pablo me lo había comprado. Sonreí en aquel momento como una completa tonta. Giré el libro y me emocioné al leer lo que allí ponía, me sentía tan identificada. Tuve el presentimiento de que Pablo sintió lo mismo al leerlo:
"Cada vez que conoces a alguien tu vida cambia y, tanto si te gusta como si no, nosotros nos hemos encontrado, yo he entrado en tu vida y tú en la mía".
No pude mas y mis lagrimas brotaron de mis ojos cayendo por mis mejillas. Tenía a un chico a mi lado y en aquel momento se me quedó mirando y sonreí.

-Te encuentras bien? -Me dijo.
-Si, tranquilo, tan solo me había emocionado leyendo algo.
-Anda! Si es Federico Moccia! Y es el nuevo.
-Si... tan solo leer lo de atrás ya me he emocionado, tiene que ser un gran libro.
-Demasiado tiene que ser, me dejas leer eso?
-Y tanto, toma. -Le presté el libro.
-Gracias.
-Te gusta Federico Moccia no? -Le pregunté mientras él leía.
-La verdad es que si, es un escritor que plasma lo que el lector quiere leer realmente. Emociona con sus textos y palabras.
-Si! Es exactamente eso. Tienes alguno de él?
-Si, tan solo me falta este. Debía comprármelo.
-A mi también tan solo me faltaba este. Mas bien, me acabo de enterar que ya no me falta ninguno.
-Como? -Me miró con cara de confundido.
-Si, espera empiezo de nuevo.. no me he explicado nada bien! Acabo de ver que me lo ha metido mi... mi novio -que bien sonaba esa palabra- en el bolso sin darme cuenta. -Al terminar la frase sonreí sin mas, pensando en Pablo.
-Eso es realmente bonito.
-Pues si, la verdad que no me puedo quejar.
-Bueno... que maleducado soy, no me he presentado. Me llamo Rubén.
-Yo también la verdad, me llamo Jenny.

Me dio dos besos y me devolvió aquel libro.

-De vuelta o de ida a Barcelona? -Me dijo.
-De vuelta a Barcelona, y tu?
-Yo también, por Málaga he estado haciendo unas cositas pero ya de vuelta a casa.
-Si, de vuelta al hogar. -echamos a reír después de mi frase- Por cierto de donde eres? Simple curiosidad.
-De Sant Boi.
-Anda cerca mío, yo soy del Prat.
-Pues si la verdad bastante cerca.
-Si, y estudio en Sant Boi.
-Si? Que estudias.
-Estoy acabando peluquería.
-Anda está bien!

Aquel viaje se me hizo realmente corto hablando con Rubén. Hacia 1 hora que le conocía y ya parecía que le conocía de toda la vida. Me sentía realmente bien, tanto que dejé de pensar por un momento en Pablo. No nos dimos ni cuenta de que se pasó la hora en nada, y ya habíamos llegado al aeropuerto. Nos desabrochamos, Rubén salió cogiendo su equipaje de mano que parecía un ordenador y salí detrás suyo. Seguíamos juntos hasta coger las maletas. Recogimos las maletas sin ningún tipo de problema.
Yo me dirigí hacía la parada del autobús. Como el aeropuerto estaba en el mismo Prat yo solamente me encontraba a 10 o 15 minutos de casa. En cambio a él pude ver que le vino a buscar su padre.

-Quieres que te llevemos al Prat? -Me dijo antes de despedirse de mi.
-No, tranquilo.. tranquilo. Ya voy en el autobús, estoy aquí al lado.
-De verdad? Que no nos importa.
-En serio.
-Vale, como prefieras. Nos vemos pronto?
-Eso espero. Pero... no tengo tu teléfono ni sé donde vives.
-Te he dejado una notita dentro de ese libro, no te preocupes.
-Jajaja Esta bien, nos vemos entonces.

Nos despedimos, él se metió en el coche y se fue. Yo allí me quedé esperando aún unos minutos el autobús...


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*
-Te voy a echar de menos. Volveré a por tu sonrisa. lo juro
-Me dejas sin palabras.


-Eres una caja de sorpresas. 

1 comentario:

  1. Muero con la conversación de Pablo y Jenny en francés. Precioso.
    Besitos de @Leti_Alboran97

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