miércoles, 18 de abril de 2012

Capitulo 40: De vuelta a Barcelona.

De vuelta a Barcelona, ya estaba allí... alejada de Pablo.
Estuve durante unos pocos minutos mas esperando en la parada hasta que pasó. Me subí a aquel autobús y me dirigí hacía el Prat. Pablo aún no me había llamado ni yo a él. Supuse que aún estaría en el avión, así que llamé  a mi madre.

"Hola, mama!"
"Hola! Que tal? Ya has llegado?"
"Si, ya estoy en el autobús, ya llego"
"Vale, pues nada hasta ahora!"
"Si! Un besito"

En nada llegué a mi parada, me bajé y anduve tirando de mi maleta hasta llegar a la puerta de casa. Piqué al timbre y enseguida me abrieron, subí en el ascensor y llegué hasta el segundo piso. Entré a casa hasta el comedor. Allí de pie estaba mi madre, mi padre sentado en el sofá con una cara no muy buena y imaginé que mi hermano en la habitación. Mi madre vino hacía a mi, me besó en la mejilla y me abrazó. Me acerqué hacía mi padre y me dio un beso. Quitó aquella cara y dibujo una sonrisa diciéndome:

-Que? Como está ese gamberro de Pablo? Como ha ido? -Me quedé sorprendida antes sus palabras.
-Pues está bien... llegando a Cartagena, y fenomenal los días allí. Esa familia desprende magia, son diferentes, especiales... tienen algo en su interior.
-Te lo has pasado bien, entonces? -Dijo mi madre.
-Genial! Debo volver.
-Lo harás. -Dijo mi padre

En aquel momento salió de su habitación mi hermano y se dirigió hacía mi. Me abrazó y me dio un beso.

-Que? Cuando pensabas decirme lo de Pablito? Que te vas, desapareces... y mira... ahora vuelves.
-Bueno, bueno con tranquilidad. Te lo iba a contar.
-Ya no hace falta, ya me lo ha contado la mama.
-Bueno me lo imagino... pero que te pasa?
-A mi? Nada
-Te noto molesto..
-Para nada, allá tu con tu vida.
-Y tanto... para eso es MI vida.
-Ya te darán el palo.
-No tienes ni idea de lo que hablas.
-Ya lo verás...
-Eres imbécil!
-Eh eh eh ya esta! Paramos? -Dijo mi madre.
-Díselo a él que no deja de meterse donde no le piden opinión.
-Tan solo te aconsejo.
-No me hace falta.. -me fui hacía mi habitación aún hablando- tu consejo.

Volvía a aquel sitio... ahora resulta que mi padre lo había superado. Pero ahora estaba mi hermano en contra de Pablo? Pues que lo hiciera, me daba igual lo que pensase. Nada iba a cambiar por que el lo dijera.
Dejé la maleta estirada el suelo, la abrí y pude ver un sobre de color azul claro encima de toda mi ropa. Donde ponía Para Jennifer González. Lo cogí entre mis manos y me quedé embobada mirándolo. ¿No lo iba a abrir o que? ¿Otra Carta de Pablo? Este chico definitivamente quería acabar con mi existencia.
Abrí rápidamente la carta y desplegué la hoja.

Seguramente no te esperabas ese libro en tu bolso y ni si quiera que cuando abrieras tu maravillosa maleta te encontraras esta carta guardada en ese sobre azul. No quiero ir mas allá de todo lo que siento hacía a ti, eso ya lo sabes. Pero... necesito repetirlo. Repetirlo si es necesario el resto de mis días junto a ti. Cada gesto de mis ojos, me delatan. Cada brote de mis pupilas. Cada brillar de esos mismos que tan solo te miran a ti. Tan solo saben mirarte a ti. Mirarte de una forma especial a la que nadie miran igual. Mis ojos son enamorados de los tuyos. Ellos hablan de lo que nosotros sentimos. Nosotros sentimos lo que ellos hablan. 
Tiene tanta razón esa frase del libro, en cuanto te conocí a ti mi vida cambió. Totalmente lo hizo. Pasó a dar un vuelco increíble, adoro que hayas puesto patas arriba mi vida. Adoro que lo hayas echo con esa dulzura que te caracteriza. Te adoro a ti. 
Sí, yo he entrado en tu vida y tu en la mía y ahora tan solo quiero que sea una y la vivamos juntos. Que nunca sueltes mi mano en este gran camino que nos queda por seguir. Solo tengo para entregarte un corazón que tan solo quiere amarte, una sonrisa que acompañe a la tuya, caricias al alba, tiernos y interminables besos, una alma que vele por ti. Todo, todo lo que sea por y para ti... ¿Con eso te basta? 
"Contigo, mi alma se irá contigo y aunque yo aquí sigo, ella contigo se irá..."


Esta noche y todas, te digo que... Te quiero,
Pablo Moreno


Otra vez. Pablo otra vez. Otra vez lagrimas en mis ojos. Doblé aquel papel y en ese momento sonó mi móvil. Supe que era Pablo así que nada mas descolgar dije:

-Te quiero y aún no sabes cuanto -Pablo se quedó callado.
-Creo intuir que has leído la carta, verdad?
-Si... no sé co... -No me dejó acabar.
-Nada, nada no digas nada mas! Como ha ido el viaje?
-Fenomenal! Se me ha pasado bastante rápido!
-Si? y eso? Mi libro tiene la culpa?
-Pues... la verdad que al principio si pero... luego...
-No entiendo nada! Luego que?
-Nada que estuve leyendo el libro... pero me emocioné tanto que el chico que iba sentado a mi lado preguntó si me pasaba algo. Así que nada acabamos hablando los dos de Federico Moccia. Bastante simpático el chico.
-Ah! que bien... -noté a Pablo un tanto molesto.
-Te vas a poner celoso?
-Yo? Para nada!
-Bueno... no se yo.
-De verdad que no, princesa.
-Esta bien. Tu acabas de llegar a Cartagena?
-Si hace nada, estamos aquí en la puerta esperando al coche para llegar al hotel.
-A descansar un ratito o ya prueba de sonido?
-No me da tiempo de descansar mucho, así que dejar las maletas, vestirme y poco mas.
-Bueno, pues que vaya super bien el concierto eh. Luego mas tarde hablamos?
-Y tanto! En cuanto acabe te llamo!
-Vale! Voy a deshacer la maleta, cariño!
-Yo ya me voy para el hotel, princesa! Luego hablamos, te quiero.
-Te quiero.

2 comentarios:

  1. Que bonitooooo!!!!
    dios me encantaa cielo y esa carta?? dios as echo que se me salten las lagrimas de verdad sigue escribiendoo qeu me tienes intrigadaa
    Un besazoo enormee (L)
    OTra blogera creadora de un fic de pablo jajajaj

    ResponderEliminar
  2. GRACIIAAS! me encantaa quue te gustee!! :D y la carta... pues.. mira.. palabras sinceras de mi corazon jiji :D un besazo!

    ResponderEliminar