martes, 24 de abril de 2012

Capitulo 44: Podemos hablar?

Cuando llegué a arriba me fui hacía mi habitación y antes de cenar llamé a Pablo, ya que dentro de nada entraba a escenario.

"Mi amor!"
"Mi niño! Que tal la prueba de sonido y la tarde... y todo?"
"Perfecto, típicas risas entre estos y bien lo de siempre, cariño! y tu que?"
"Yo también bien la verdad!"
"Que has echo?"
"Pues nada... bueno... si te lo digo no quiero que te molestes"
"Bueno... dime!"
"He estado con Rubén el chico del avión"
-Pablo no habló-
"Pablo?" -Dije.
"Si..."
"Sabía que te ibas a molestar pero te lo tenía que contar por que no tengo nada que ocultar."
"Bueno... si tienes razón. Y que habéis estado haciendo?"
"Pues nada hemos estado dando una vuelta por el Prat, enseñándole un poco esto y poco mas."
No podía, aunque quería, decirle que me estaba enseñando a tocar la guitarra. Era una sorpresa para Pablo.
"Bien!"
"No quiero que te enfades Pablo, es un simple amigo. Tu eres mi vida."
"Tranquila, esta bien, no me enfado!"
"Vale."
"Cariño te dejo que en nada entro vale?"
"Si! Muchisima suerte, que vaya genial! Luego me llamas?"
"Gracias, luego te llamo! Te quiero"
"Te quiero" -y colgué.

Noté molesto a Pablo ante la situación con Rubén. No quería que pensase nada que no había pasado, no quería que interpretara Rubén las cosas de otra manera. No se que estaba pasando pero me daba la sensación que él tenía otro pensamiento sobre lo que podría pasar entre nosotros. Así que después de darle muchas vueltas a todo decidí mandarle un mensaje por whatsapp.

"Holaaa Ruben!"
"Holaaa preciosa, que taal?"
"Muy bieen! y tuu?"
"Bieeen! Que? como va la guitarra has repasado?"
"Que bah.. acabo de llegar me he estirado en mi cama y estado hablando con Pablo hasta ahora"
"Ah...."
"Por cierto, podemos hablar?"
"Tu dirás!"
"Verás... es que creo que confundimos conceptos."
"Como?"
"Que perdoname si parezco un poco creida pero... me da la sensación de que sientes algo por mi"
"Si que lo eres si"
"Perdón?"
"Que eres una creída... que yo no siento nada por ti. Mas allá de una amistad"
"Y por eso me cantas esa canción?"
"Te canté esa canción como te pude cantar otra"
"No me lo acabo de creer"
"Haz lo que tu creas"
"Pero es que no me lo creo, no acabo de entender tu actitud."
"Pero que actitud, que estas diciendo?"
"Pues como me tratas Rubén... Que yo quiero a Pablo"
"Que yo soy así!!! y me parece muy bien que quieras a tu novio, eso es lo que debes hacer"
"Que no Rubén que no... No soy tonta..."


Aquella noche Rubén no me volvió a contestar mas. Supongo que estaba molesto pero... empezaba a dudar todo lo que le había dicho. Y si todo lo que el decía era verdad? Si simplemente él era así? No, no! Su guiño de ojo, su manera de mirarme, de sonreírme, de tocar mi mano, de cantarme esa canción... con esa letra. Eso no era una simple manera de ser, no.
Ante todo... no tenía motivo para enfadarse para nada, que yo creyera esto no era un motivo suficiente para que ni siquiera me contestase después de decirle unas cuantas veces: "Rubén? Rubén estas ahí? Rubén si te ha molestado lo siento! Rubén..." Estuve esperando pero él no contestó y para colmo aquella noche, Pablo tampoco me llamó. No contestaba a mis llamadas tampoco, tan solo lo tenía apagado. ¿Que estaba pasando en este mundo? Se habían puestos todos de acuerdo para hacérmelo a la vez? Llamé a Pablo varias veces pero no contesto ninguna vez a mis llamadas. No podía creerlo. Donde estaba? Entre tal preocupación decidí llamar a Ester pero... antes de terminar de marcar su numero de teléfono lo dejé. Y si Pablo tampoco había llamado a su madre? Le preocuparía también a ella y no quería.
Ante toda aquella situación no pude evitar que de mis ojos empezaran a brotar lagrimas sin parar. Mis ojos se inundaron dejándome casi sin ver. No podía mas. Decidí no cenar aquella noche, se lo expliqué a mi madre... y por poco que fuera me entendió. Me puse el pijama. Apagué el móvil, ahora era yo la que no quería saber nada mas del mundo. Ahora era yo la que quería desconexión de todo lo externo. Nada mas cerrar los ojos y despertar de este mal trago. Me metí en la cama y me giré mirando hacía la pared encogiendo mis piernas. Coloqué mi brazo por debajo de la almohada, cerré los ojos y tal cual lo hice de mis ojos resbalaron unas lagrimas por mis mejillas hasta mojar la almohada. No abrí los ojos en ningún momento. Tan solo así me quedé dormida...

A la mañana siguiente nadie tocó mi puerta para despertarme, nadie me molestó en toda la mañana. La casa estaba realmente silenciosa, eso indicaba que mi hermano aún no había llegado, que mi madre había marchado a comprar y que mi padre habría salido a dar una vuelta. Eran las 10 aún y no conseguí dormir ni un solo minuto mas, no podía, mi cabeza no me dejaba mas. Era pronto así que aún me quedaba tiempo de silencio en mi casa. Me acordé que mi móvil estaba apagado desde la noche anterior, cosa que odiaba hacer... pero que ante la situación había decidido hacerlo... En cuanto encendí el móvil pude ver miles de llamadas, mensajes... Pablo y Rubén me habían llamado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario