martes, 10 de abril de 2012

Capitulo 34: By your side

Nos besamos y detrás oía como la gente cuchicheaba. Me daba igual todo lo que dijeran, era mi momento, era mi felicidad. Después de aquel precioso momento decidimos irnos de allí. Pablo pagó la cena y nos volvimos a dirigir hacía el coche. Yo la verdad es que estaba un poco cansada y me quedé dormida en el coche. Pero de repente noté como alguien acariciaba mi cara y me besaba en los labios. Abrí mis ojos, era Pablo y vi que ya habíamos llegado a casa y me había quedado dormida en todo el camino.

-Por fin despierta mi bella durmiente.
-Lo siento, ais... estoy muy cansada Pablo.
-Vamos para arriba, tranquila.
-Vale!

Pablo me abrió la puerta del coche y cogió mi mano. Aún estaba casi dormida así que me agarre de Pablo, iba abrazada de él. Él me sujetaba con tanta dulzura...
Llegamos a arriba, ya era tarde así que ya no había nadie despierto. Me senté en la cama mientras Pablo se ponía el pijama. No podía dejar de mirarle como se cambiaba, todo su cuerpo me provocaba escalofríos, un pequeño cosquilleo en mi barriga... hacía que despertara todos mis sentimientos. Pero mis ojos no podían apartar la vista de él, cada esquina de su cuerpo me encantaba. Me volvían loca simplemente sus manos, esas manos que sabían como acariciarme y estremecerme.
Pablo terminó, ya se había puesto su pijama y me miró. Vio que yo le estaba observando y se acercó a la cama se agacho ante mi y me besó.

-Que pasa, Jenny?
-Nada, tan solo te miraba, quería observarte.
-No piensas ponerte el pijama?
-Claro que si... voy.

Me levante para dirigirme hacía el armario pero vi como Pablo se acercaba poco a poco y no dejaba espacio entre el y yo. Así no podía, vi como Pablo puso su mano sobre el botón de mi falda y me lo desabrocho, mientras me decía "yo te ayudo". Uf... en cuanto me dijo eso mi piel se erizó, mi falda cayó de golpe al suelo y Pablo me acarició la cara y me besó. Con su ayuda me quité la camiseta, empezó a acariciarme cada parte de mi cuerpo sin dejarse ni un solo rincón. Entre caricias me quitó las medias y caímos encima de su cama, me dejó caer dulcemente sin dejar de besarme ni acariciarme. Pude ver como Pablo se incorporaba, cogía algo y le daba al play en sus altavoces. Empezó a sonar una lenta melodía donde de repente decía... "You think i'd leave your side, baby. You know me better than that..."*. No había escuchado nunca esa canción pero ya hacia erizarme la piel. Pablo acariciaba mi piel a ritmo de aquella melodía. Besos, caricias, amor, magia. dulzura, sentimiento, fuego... y nuestros dos cuerpos se fundieron en solo uno. Ahora era nuestra piel la que hablaba por nosotros.
Aquella melodía se había quedado impregnada en mi mente, no dejaba de sonar. Vi como Pablo me sonreía   y se hacía a un lado. Allí nos encontrábamos los dos, en su cama, mirándonos a los ojos con una amplia sonrisa en nuestros labios. No pude evitar besar esa sonrisa. Pablo me abrazó con fuerza y así nos mantuvimos hasta quedarnos completamente dormidos los dos, abrazados el uno al otro.

Al día siguiente despertamos uno para cada lado, me giré para mirar si Pablo estaba dormido. Y sí lo estaba, adoraba su cara de bueno cuando dormía. Era adorable, mas dulce que nunca... Mi mente por un momento me recordó que pasaba un día mas, que quedaba un día menos para estar con Pablo. Pero yo le gané la partida a mi mente y a ese pensamiento y lo dejé a un lado.
No quería despertar a Pablo pero me apetecía abrazarle. Así que lo hice con el máximo cuidado posible para no despertarle, pero era inevitable, Pablo se iba a despertar y así lo hizo. Antes de abrir los ojos esbozo una sonrisa y yo le besé.

-Buenos días, amor. Perdón, te he despertado.
-No pasa nada princesa. Que mejor que despertarme y sentirte abrazada a mi?
-Nada, nada no hay nada mejor que abrazarte de buena mañana.
-Que dulzura de niña que tengo a mi lado. Gracias.
-Gracias? Gracias por que?
-Pues simplemente por eso... por abrazarme. Por impregnarte en mi piel, por hacerme sentir todo lo que siento, por la magia de anoche... todo.
-Tu eres culpable de todo esto también. Te quiero y querría despertar así todas las mañanas, a tu lado. Viendo esa dulce sonrisa.
-Y yo, y lo haremos. Algún día, no muy lejano, despertaremos juntos todos los días.
-Es lo que mas deseo en el mundo, de verdad.
-Bueno, nos cambiamos y vamos a alimentar esas barriguitas? -Dijo riendo y haciéndome cosquillas.
Yo me empecé a reír sin parar. No podía aguantar las cosquillas.
-Para, para... vamos vamos. -Dije riendo.

Y los dos nos cambiamos, nos pusimos algo cómodo. Vi como Pablo se ponía unos pantalones por encima de las rodillas y la primera camiseta que pilló, realmente me gustaba aquella camiseta, era algo apretada y se le marcaba su cuerpo. Yo, me puse unos pantalones cortitos y también una camiseta de manga corta. No había mucho por lo que vestirse bien. Tan solo íbamos a bajar al comedor a desayunar. Además Pablo me comentó que después iríamos un rato a la piscina antes de comer. Apetecía bastante un chapuzon ante aquel sol que hacía en Málaga. Me encantaba el sur. El sol era increíble. Casi nunca fallaba...

http://www.youtube.com/watch?v=xiZEtZcKQUU

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