Capitulo 13: yo TE QUIERO

Entre risas terminamos de cenar y Pablo se levantó para pagar, aunque minutos antes hubiera insistido en pagar yo, él no quería. Así que esperó un despiste mio y se levantó para pagar rápidamente. Me moleste un poco pero ante su sonrisa no pude estar enfadada ni un segundo mas con él. 
-No puedo enfadarme contigo por mas que me esfuerce.
-Lo sé. Soy demasiado irresistible.
-Seras creído! -Nos reímos a carcajada los dos a la vez, tan fuerte que todo el restaurante nos miró. 
-Bueno vamos para el hotel, princesa, que aquí ya la hemos liado bastante. 
-Si. Vamos. 


Abrazados salimos de aquel restaurante y nos dirigimos hacia el coche.
Como era de noche y por esos barrios nadie te conocía, por allí la gente parecía mas discreta.. no caminamos sobre la mirada de nadie, tan solo sobre la luz de la luna. Pablo me abrió la puerta del coche para que entrara yo primero. Luego se fue hacía el otro lado y entró al coche. Antes de arrancar mientras yo conseguía alcanzar el cinturón para ponérmelo él se acerco a mi, acerco mi cara a la suya y me besó durante varios segundos. 
Me acarició la mejilla y volvió a colocarse bien en su sitio, se colocó el cinturón y arrancó. Llegamos al hotel en unos 10 o 15 minutos. Esta vez Pablo me dejó en la puerta del hotel y me dijo que me adelantara, que el iba a aparcar y en nada estaba en la habitación. Hice lo que me dijo, entre al hotel y rápidamente fui hacia la habitación. 
Allí antes de que llegara Pablo pensé en colocarme el pijama. Así que dejé mis cosas sobre la cama y cogí el pijama. Me quité los pantalones y la camiseta que llevaba y lo guardé en la mochila. Me coloqué mis pantalones de pijama y mientras acababa Pablo entró en la habitación y vio tal panorama. Yo sin la camiseta del pijama, y se quedó de piedra. Cogí corriendo la camiseta y quise ponérmela pero Pablo se acercó rápidamente a mi y me la quitó de las manos. 
-Un momento!
-Que haces Pablo?
-Observarte. Eres preciosa por dentro y por fuera, por cada esquina de tu piel.
-Que va.. no exageres. 
-No exagero nada, solo digo lo que veo y por supuesto lo que siento. 
-Va, déjame que me ponga la camiseta. 
-Esta bien, toma. 


Me devolvió la camiseta pero antes reclamó a mis labios y le dí un beso. Me cogió con fuerza de la cintura y me siguió besando y acariciando, yo solté de mi mano la camiseta y le abracé. Me tumbo sobre la cama mientras seguíamos besándonos dulcemente. La pasión se iba apoderando de nuestra piel, y cada vez queríamos estar mas unidos, piel con piel. Busqué los botones de su camisa para desabrocharse-la y se la quité. Me quedé admirando aquel cuerpo, era hermoso, era perfecto... no había encontrado defecto en él aún. Al quitarle la camisa, Pablo empezó a besar todo mi cuerpo, bajando dulcemente hacía mis piernas. Donde se paró y las acarició con tanta ternura... ya no pedía nada mas solo que me besara y que sus labios no se separan de los míos. Entre besos y caricias Pablo me dedicaba cada palabra. Intensas palabras que salían de dentro de su corazón. Pasamos toda la noche entre caricias, besos, abrazos... Pero en cuanto Pablo se despistó y vi que dejó de besarme por un instante, antes de que pudiera volver a hacerlo le susurré.

"Quiero perderme contigo, en tus sabanas frías, olvidando el mundo sin nadie que sepa que estamos aquí. Quiero enterrar el pasado y creer que eres mío y que en tus sueños perdido te acerques y quieras vivir junto a mí.."

Pablo se quedó de piedra, no se lo esperaba, pero siguió cantando.

"Por eso te digo bajito que doy lo que sea por un minuto contigo, por eso te canto al oído mi secreto cautivo sin miedo a decirlo, yo TE QUIERO" 

-Te quiero.

-Je t'aime

Y poco después de esas palabras quedamos dormidos, abrazados el uno al otro.