martes, 13 de marzo de 2012

Capítulo 7: Miedo

Me quería morir no solo estaba rozando su cuerpo y acariciando sus manos, sino que también me estaba cantando al oído. Empecé a temblar de tal manera que Pablo se asustó, dejo de cantar de golpe y se aparto de mi oído, me miró a la cara con preocupación y me dijo:
-Estas bien? Que te pasa? Tienes frío? -Mientras yo de repente no pude contestarle, por que cada vez temblaba mas y mas y su preocupación era mayor a mi reacción- 
De repente le cogí fuerte de sus manos y sintió como necesitaba sentarme en la arena. De seguida me paró para que no cayera de golpe en la arena y me hiciera daño, me sentó lentamente en la arena, con tal delicadeza... y comenzó a acariciarme la mejilla, se quitó su americana gris, que tanto me gustaba, y me la colocó por encima. 
-Lo siento, de verdad. Estas así por mi culpa, si mirara por donde camino ahora mismo no estarías mojada, lo siento, no estarías así... Me siento fatal.. -Conseguí hablar y cortar lo que decía-
-Pablo, yo también he tenido parte de culpa no hace falta que te tortures mas. En serio estoy bien, gracias por la chaqueta. No es frío lo que siento precisamente. Eres tu quien me hace temblar de pies a cabeza. De verdad, estoy bien. 
-Pero como vas a estar bien? No te ves? estas temblando, no paras de temblar. Por mi? Por que? Que he echo? Espera.. voy a por un poco de... -Levantándose, sin que pudiera acabar la frase tiré de su brazo sin dejar ir su mano. No quería que se fuera-
-No, no te vayas! no quiero nada, tan solo quédate a mi lado, abrázame
Vi como se le iluminaban los ojos y sin decir nada volvió a sentarse, esta vez un poco mas cerca de mi para poder abrazarme. Apoye la cabeza sobre su hombro, aunque no dejara de temblar ya me sentía mejor. Mas tarde, sus abrazos terminaron por tranquilizarme. Estuvimos un buen rato sencillamente sin decir una solo palabra, nuestros abrazos lo decían todo. 
-Pablo! -Dije levantado la cabeza y incorporándome mirando hacía el mar- 
-Dime, que pasa? 
-Tienes que explicarme porque me buscabas, no crees? Tendrías algo importante que decirme.
-Aún no lo has entendido el por que? Creo intuir que por lo mismo que tú me buscabas a mi.
-Y como sabes el motivo por el cual te buscaba?
-Nadie busca a alguien de esa manera y por que sí. Debe ser un gran motivo, has venido a buscarme a aquí por algo mas que por cualquier tontería de mas. Además tus ojos te delatan, es tu mirada la que me lo dice todo.. no hace falta que me expliques nada. Yo también...

No le dí tiempo a que siguiera esa última frase, él no era la única persona que me dijo lo de mis ojos, recordé que aquel chico de recepción del hotel en cuanto me vio también me lo dijo, debería tomármelo en serio, giré la cara y el cuerpo para verle bien, y de golpe dejó de hablar. Me quedé durante varios segundos tan solo mirando a sus ojos, era como si mantuvieran una conversación con los míos. Luego baje la mirada hacía sus manos, no se que tenían pero eran puro vicio para mi. Me encantaba mirarlas, simplemente observarlas.. como se movían sus dedos.. todo. De repente subí la cabeza y vi como Pablo seguía mirándome tan dulce como siempre. Sentí el impulso de hacerlo, de besarle, pero tenía miedo. No estaba segura de toda esta situación. Estaba cerca de sus labios, tanto que no podía soportarlo. Pero finalmente giré la cabeza y soplé. 
-Que pasa amor?
Amor? Creo que en ese momento ya estaba tocando el cielo. Que esa palabra saliese de su boca era lo mejor que me podía pasar. No podía creerme toda esta situación. Todo estaba sucediendo de verdad? Era un sueño hecho realidad. Y aunque no lo creyera todo era realmente cierto. No sabía que responder, ni si quiera sabía como mirarle a la cara sin tener las inmensas ganas de besarle, nadie me las iba a quitar. Mis labios reclamaban los suyos con tanta ansia.. y no podía controlarlo. De ninguna de las maneras se podía controlar tal deseo. Era realmente horroroso, intentaba esperar a que el reaccionara, a que se diera cuanta de lo que me sucedía y diera el paso. Pero noté miedo en sus ojos, algo que me desconcertó. Y si el no deseaba tanto como yo besarme? Y si me estaba ilusionando y no hablábamos del mismo sentimiento? En cuanto pensé eso lo borre de mi mente enseguida, entonces no tendría sentido todo lo que estaba sucediendo no?
Al fin conseguí balbucear algunas palabras..
-Pablo, que...

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