viernes, 23 de marzo de 2012

Capitulo 17: Se iba y sin remedio..

Intuí algo, no sabía del todo el que pero intuía que iba a ocurrir algo, que aún no nos íbamos a despedir del todo así que me quedé allí de pie mirando como se alejaba poco a poco, cada vez mas poco a poco hasta que vi como Pablo se iba quitando de su cuello ese pañuelo gris que llevaba. Sus pañuelos, su protección.
Seguía caminando pero pude observar como soltó de golpe la maleta, se dio la vuelta, me miró un instante y corrió hacía a mí. Me abrazó con fuerza, y me besó diciéndome algo.
-Quedatelo tu! -Me dijo dándome su pañuelo- No podía irme sin dejarte algo con lo que me recordaras.
-No..Pablo es tu pañuelo, es importante para ti.
-Por eso mismo, y como tu también lo eres te quedas con él. Te quiero, me voy.

Y se alejó como había llegado hacía a mi, corriendo. No me dio tiempo de decirle nada más, tan solo me dejo besar sus labios por ultima vez. Llegó hacía donde había dejado su maleta, la cogió y empezó a andar muy rápido. Ya que estaba a punto de perder el avión. Yo me quedé allí mirando otra vez como se alejaba de mi y sin remedio, mientras no podía controlar aquellas lagrimas que desbordaban de mis ojos. Esto dolía, dolía mucho. Ver como se alejaba un trozo de tu alegría, ver como se iba sin retroceder ya. Pablo le alejó tanto que ya no conseguía verle, se mezcló entre las demás personas y ya no volví a verle mas. Me armé de valor y me fui del aeropuerto sin mirar mas hacía a atrás. Cogí de vuelta el bus que llegaba hacía el Prat pensando en todo lo que había ocurrido, habían sido dos intensos días a su lado. Me había sentido mas feliz en dos días a su lado que en toda mi vida, había encontrado mi felicidad en su sonrisa, en su manos, en sus labios. No me podía olvidar de cada detalle de él, le iba a echar mucho de menos. Iba a echar de menos sus labios contra los míos, sus manos acariciándome, sus ojos, aquella mirada tan profunda que hablaba de maravillosos sentimientos. Y su melodía, su melodía también la iba a echar tanto de menos.. la melodía de esa fiel compañera que SIEMPRE le acompañaba.
Llegué hacía mi portal y con toda la fuerza del mundo me sequé mis lagrimas, me coloqué bien su pañuelo y subí hacía arriba. Al llegar a casa sabía que me esperaba alguna que otra charla con mis padres, y así fue. Pero la verdad que había merecido la pena aguantar la charla por tal de estar con Pablo. Al fin mis padres acabaron de echarme la bronca y me fui para mi habitación donde me encerré y me tumbé encima de la cama. Cogí mi ipod, lo encendí, me puse los cascos y empezó a sonar: "Siento tanto frío y calor sin verte..". Se clavó en mi aquella frase. Y sin remedio allí me quedé durante horas, sin saber nada de nadie, sin querer saberlo, sin oír a nadie mas, sin ganas de nada, brotando lagrimas de mis ojos, tumbada, tan solo con su fragancia impregnada en aquel pañuelo que me dio antes de separarse de mi. Así hasta quedarme dormida. Mañana sería otro día...

Pero antes de cerrar los ojos del todo mi móvil sonó y me exalté..
Era pablo en el Whatssap.
"Cariño he llegado!! Voy a entrar al concierto. Je t'aime." 

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